miércoles, 25 de junio de 2008

PROYECTO RUTA LONGITUDINAL SIERRA LA CULATA MERIDA VENEZUELA

PROYECTO DE RUTA LONGITUDINAL EN LA SIERRA DE LA CULATA MERIDA VENEZUELA
Este proyecto educativo está en permanente cambio, revisión y elaboración; usted puede participar en él, mediante la inclusión de su experiencia en el tema: anécdotas, leyendas, información escrita, fotografías, videos, otras que Ud considere relevante, por favor envíalas por: eagronet0101@hotmail.com,eagronet0101@yahoo.com, eagronet0101@gmail.com la incluiremos con mucho gusto. Agradecidos por su deferencia y atención quedamos de Ud, atentamente.

PROPUESTA DEL PROYECTO

Se busca caminar, identificar y rescatar los senderos que están trazados de Sur a Norte por el estribo de la Sierra La Culata, ubicada en la Cordillera de los Andes, correspondiente al ramal de Venezuela, en los estados Mérida y Trujillo.

La ruta propuesta, se inicia en el lugar denominado Mocacay, situado en la cercanía de la ciudad de El Vigía, estado Mérida, a una altura de 200 msnm, por esta ruta se comunicaban los españoles y aborígenes que transitaban desde el Valle medio y bajo del río Chama hacia el Sur del Lago de Maracaibo, inmenso depósito de agua dulce, con destino a los puertos de Gibraltar y Bobures, para desde allí dirigirse a la costa del mar Caribe en el océano Atlántico e iniciar el viaje trasatlántico hacia Europa.

El camino desde la ciudad de Mérida, bajando por el Valle del río Chama, era caminos de recua, que se constituyeron en una alternativa segura y más fácil de transitar por permanecer en mejores condiciones para el traslado durante todo el año, en comparación a la dura y exigente ruta del páramo de Los Conejos que atraviesa la Sierra La Culata en el recorrido hacia el lago de Maracaibo, puesto que, surca alturas de más cuatro mil metros sobre el nivel del mar, con temperaturas muy heladas durante casi todo el año; caminos en mal estado permanentemente; sin embargo por razones de comercio regular y de contrabando, la fundación de haciendas ganaderas, la producciónde trigo, panela y de café poco a poco los caminos se fueron intercomunicando para originar la gran ruta longitudinal que atraviesa por los estribos y el fondo de los intervalles de la Sierra La Culata.
.
La Sierra La Culata separa el valle del río Chama de la depresión del Lago de Maracaibo por lo que desde miles de años antes de la llegada de los europeos al continente americano, fue atravesada por caminos en diversos lugares en dirección transversal, buscando siempre la ruta más directa, más corta y con menor pendiente desde la meseta de Mérida, y del valle del rio Chama para llegar hasta las costas del gran lago de Maracaibo, lugares en los que se desarrollaba un importante e intenso comercio de bienes y transito de aborígenes y luego para el comercio colonial regional y trasatlántico.

Con la conquista y colonización de los Andes venezolanos correspondientes a Mérida, Trujillo y Barinas; así como la región de los llanos Occidentales: Guanare, Barinas, Apure y paret de los llanos Orientales de Colombia, procedieron a utilizar los caminos construidos por los aborígenes existentes, además crear nuevos caminos que le permitieran el traslado de personas, bestias y mercancías desde esos lugares hasta el Lago de Maracaibo, vía más rápida y cercana a los puertos de atraque en el Mar Caribe, Cartagena Colombia, de la flota española hacia Europa y otras ciudades de América.

La red de recuas construída podía interconectarse lo que, originó la vía longitudinal, que comunica de norte a sur la Sierra La Culata; senderos que son el propósito de este trabajo para identificarlos, verificar su ubicación en mapas, caminarlos, promover la señalización, el mantenimiento y la promoción para desde la alternativa ecoturística científica y responsable generar estrategias para el desarrollo social de las comunidades, la conservación y el fomento del ambiente de esas montañas.

Con base a investigaciones documentales, se constata que en ningún momento de la historia regional, en particular de la Sierra de La Culata, ésta fue atravesada y transitada de forma longitudinal de manera permanente y con el objeto de transito de personas y mercancías; la comunicación por esta Sierra fue realizado de manera transversal por varios puntos, como ocurre en la actualidad. En los sectores medios y bajos del Valle del río Chama lo usual era y es, seguir el curso del río Chama.

Mediante la investigación documental de tipo etnográfica, entrevistas a conocedores de las rutas y el abordaje de campo con caminatas se consiguen y distinguen caminos que intercomunican los senderos longitudinales principales con las rutas secundarias que se surcan el estribo de la Sierra de La Culata, que comunican desde Mocacay hasta poblaciones de Trujillo y Barinas, esta ruta tiene recorrido de más de cuatrocientos kilómetros; senderos que atraviesan parajes de inigualable belleza por diferentes pisos altitudinales desde 200 msnm hasta los 4672 msnm; los caminos trasversales se conectan para conformar una ruta longitudinal que permite el recorrido de Sur a Norte de la Sierra La Culata.

JUSTIFICACION.

Los resultados obtenidos de esta investigación permiten comprender los procesos de intervención humana sobre el paisaje de las cuencas de los ríos que conforman la hidrografía del área en estudio y posiblemente los procesos de cambio en general de la Sierra La Culata, resultados que pueden emplearse para la conservación y fomento del ambiente, así como para el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

Permite la inferencia de los posibles efectos de las distintas actividades humanas (usos de la tierra) sobre los procesos ecológicos asociados, cómo modifican la dinámica hídrica; explica los cambios en las dinámicas de poblaciones de diferentes especies (animales y vegetales).

La presente investigación podrá ser material base para proyectos de planificación de uso y conservación de los recursos naturales de la Sierra La Culata.

Es una opción para adecuar el proceso educativo que se imparte en las escuelas ubicadas en la Sierra La Culata, en función del conocimiento, acercamiento de estas montañas para conseguir la conservación y fomento de los recursos ambientales del lugar. Para lograr la concientización y la formación en valores ambientales de las comunidades en general de esas comunidades.

La conservación y óptimo uso de La Sierra de La Culata es vital para la región, ya que, provee de agua para el consumo humano a poblaciones en los estados Mérida, Trujillo, Barinas e indirectamente del Zulia, constituidas por millones de personas, además varios de estos centros poblados registran los más altos índices de crecimiento poblacional del país. Los conglomerados humanos presentan desarrollos importantes en el comercio y la industria que consumen agua. Lo mismo ocurre con la agricultura y la ganadería que insumen el líquido y recursos ambientales como: suelo y bosques.

Es urgente la preservación del ambiente allí, ya que la sierra posee paisajes, fauna, flora, red hidrográfica, diversos climas, redes de caminos y logística adecuada para el desarrollo del turismo ecológico y responsable, como fuente de ingreso para los pobladores, así con este recurso mejorar la calidad de vida de los habitantes del lugar.

Es necesaria la preservación y conocimiento de la red de caminos de esta sierra, por cuanto el área que atraviesan los senderos en la Sierra de La Culata tienen un componente histórico significativo e inconmesurable desde el enfoque histórico para comprender fortalecer las raíces culturales y valores de los habitantes de los estados que atraviesan y del país en general, ya que fue el lugar que consolidó en primera instancia las poblaciones aborígenes que dieron origen a la merideñaridad; luego fue centro de penetración de la conquista europea; posteriormente consolidó el proceso de la colonia de allí que estas montañas conforman el acervo histórico que es relevante rescatar y promover.

Instrumento para indicar a los operadores turísticos en el área de la Sierra La Culata en cuanto a: fomento del ambiente, la calidad de vida de las personas, conocimiento de las rutas y las potencialidades turísticas de la Sierra.

Medio para verificar los conocimientos y habilidades de los productores agropecuarios de las zonas de impacto de la Sierra La Culata para producir alimentos y bienes agropecuarios mediante el empleo de técnicas de bajo impacto ambiental y el adecuado empleo del ambiente para mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes

OBJETIVOS DE LA PROPUESTA

OBJETIVO GENERAL
Promover el conocimiento de las rutas que se conectan de sur a norte por la Sierra de La Culta, en el estado Mérida, en la República Bolivariana de Venezuela para lograr la señalización, el rescate, el mantenimiento y la promoción de los caminos por la cima del macizo como alternativa para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas que habitan las montañas y del ambiente, proyecto que se inicia en el 2006

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

Identificar y recorrer la red de caminos que atraviesas la sierra La Culata para establecer una vía de comunicación longitudinal de norte a sur por el estribo de estas montañas.

Rescatar y dar mantenimiento a los senderos que recorren longitudinalmente la Sierra La Culata.

Señalizar los diferentes caminos que conforman la red de caminos que se consiguen de norte a sur en la Sierra La Culata.
Proponer la conservación de los ecosistemas sensibles andinos en la Sierra La Culata, en las áreas de impacto de los caminos, mediante el desarrollo de actividades de concientizaciòn, educación ambiental y guardería.
Integrar las comunidades que atraviesan o se encuentran en la cercanía de los caminos en la Sierra de La Culata al proyecto de ecodesarrollo y protección ambiental.

Promover la construcción cada veinte kilómetros en la ruta planteada de: estaciones experimentales biológicas para el rescate de especies vegetales y animales extintas o en vías de extinción; fomento de viveros forestales; guarderías ambientales; eco posadas; museos; poblados eco turísticos; refugios de montañas, senderos ecoturìsticos, otros proyectos pertinentes en la ruta longitudinal que atraviesa la Sierra La Culata.

Ofrecer a los visitantes nacionales y extranjeros la ruta longitudinal en el Parque Nacional Sierra La Culata, como una propuesta de ecoturismo responsable.

DIAGNOSTICO DE LA SITUACION PROBLEMÁTICA.

El diagnóstico ambiental del espacio Sierra La Culata, se constituye en un medio instrumental que permite conocer, interpretar, explicar y evaluar el compendio de valores naturales, sociales y culturales que influyen en la vida material y social de los habitantes de la Sierra de La Culata; facilita el conocimiento de la situación de la condición ambiental del área en la que se desarrolla el proyecto.
Para desarrollar el diagnóstico se emplea el método de investigación etnográfica. “Este diagnóstico se fundamenta, por una parte en el análisis de la estructura y dinámica socio territorial, por otra parte, en el análisis de las condiciones y cualidades ecológicas presentes en ese espacio.

El primer aspecto en oposición al segundo, permite evaluar los impactos del sistema socioeconómico en el sistema biogeofísico y la vulnerabilidad que presenta éste último, ante el sistema socioeconómico, todo ello enmarcado dentro de los principios del desarrollo sostenido y el marco jurídico existente.

La dinámica de la Sierra de La Culata está vinculada a una serie de acontecimientos económicos y sociales, que han conducido a movimientos migratorios campo-ciudad y con esto al desarrollo de un proceso que ha generado una serie de impactos ambientales que repercuten en la calidad de vida de sus habitantes y del recurso ambiental.

La Sierra La Culata es asiento de un conjunto de procesos sociales, culturales y económicos representados en la agricultura, la ganadería, la artesanía, el turismo, lo urbanístico que generan sobre la Sierra presiones y consecuencias que la afectan notablemente.

Por tanto, el diagnóstico ambiental de la Sierra de La Culata permite evaluar las características y relaciones socio territoriales y geoecológicas propias de su realidad y detectar las repercusiones ambientales significativas que se están generando en la sierra.

Se efectúa la revisión de la red de caminos que se extienden de norte a sur por la Sierra La Culata para presentar a las instituciones gubernamentales proyectos localizados y focalizados en los diferentes espacios por los que atraviesan los senderos, para conseguir el desarrollo sustentable de las comunidades, propiciar proyectos para el rescate y fomento de la flora, de la fauna, del suelo, del agua en estas montañas.

El diagnòstico permite la puesta en práctica de procesos operativos conducentes a:
Diseñar instrumentos para recolectar información que permita verificar los contenidos, valores, procesos, estrategias metodológicas del currículo regional y nacional que promueven el cuidado y fomento de la calidad del ambiente en la Sierra La Culata.
Diseñar instrumentos para recolectar información que permita verificar los procesos educativos que se desarrollanan en las escuelas ubicadas en la Sierra La Culata dirigidos a la capacitación de niños, jóvenes y adultos en conocimientos, habilidades y destrezas orientadas a la producción agropecuaria de bajo impacto, conservació del ambiente la organización comunal para el aprovechamiento racional de los recursos ambientales.
Diseñar instrumentos para la recolección de información que permita determinar la actividad, estrategias y procesos implementados por organizaciones ubicadas en el àrea de acción de la sierra de La Culata destinadas a la capacitación de las personas para el mejoramiento ambiental de la Sierra La Culata.

MARCO TEORICO

PARAMO.
Los páramos son ecosistemas importantes a nivel regional y global siendo uno de los ambientes de mayor endemismos de las altas montañas del mundo. Su diversidad biológica, paisajística y cultural hace del Páramo Andino un ambiente de mágica belleza con un gran potencial turístico.
Debido a la situación de intervención, los ecosistemas de páramo se ven actualmente cada vez más amenazados. Por ello, se hace necesario unir esfuerzos más allá de las fronteras nacionales para la búsqueda de soluciones con la participación de todos: pobladores andinos, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, empresarios e investigadores. En Venezuela la región de páramo se ubica principalmente en la Cordillera de Mérida en los Estado Mérida, Táchira y Trujillo. Su distribución está conformada por las principales sierras en el estado Mérida: Nevada, La Culata, Santo Domingo. El páramo se encuentra en las montañas andinas venezolanas por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar, la forma de vida emblemática son las rosetas gigantes, conocidas popularmente como "frailejones". Los páramos venezolanos tienen el honor de ser el centro de origen y diversidad de los frailejones, de nuestro territorio fueron dispersándose gradualmente hacia el sur a Colombia y Ecuador. Por esto, de las más o menos 130 especies reconocidas de frailejones, en Venezuela existen 63 especies endémicas, mientras que en Ecuador solo existe 1 especie.Los Páramos son fuentes de agua de una parte importante de la población rural y urbana a escala local, regional, nacional y continental. Así mismo, los páramos constituyen un espacio para la vida de numerosas comunidades campesinas e indígenas y funcionan como un corredor biológico para animales en peligro de extinción como el Oso Frontino, el Cóndor de los Andes, el Puma y el Guache Parameño. http://www.cantv.net/viajes/resena.asp?id=155796&cat=2&Fresena=TRUE
Pisos térmicos
En la zona intertropical, el relieve constituye el factor modificador del clima de mayor importancia, por lo que los distintos tipos climáticos están relacionados principalmente con la altitud relativa determinada por ese relieve. Surge así el concepto de pisos térmicos, también llamados pisos climáticos, pisos bióticos y también pisos ecológicos, dependiendo de los criterios que tomemos en cuenta.
Existen varias razones que podrían fundamentar el empleo de una de dichas denominaciones en lugar de las otras. Por ejemplo, no sólo varía la temperatura con la altura relativa sino también otros elementos del clima como son la humedad, las precipitaciones, los efectos de los vientos (sobre todo, a escala local) y por supuesto, la presión atmosférica. Así pues, la denominación de pisos climáticos podría preferirse si vamos a estudiar detalladamente la forma como la altitud en la zona intertropical modifica todos y cada uno de los elementos climáticos. Lo mismo podemos decir con respecto a la denominación de pisos bióticos ya que puede tener mucha importancia estudiar la adaptación de los seres vivos a la diferencia de altitud. Así pues, podemos usar el término pisos bióticos o pisos ecológicos si vamos a enfatizar las influencias de esa altitud sobre los seres vivos o las interrelaciones existentes entre los seres vivos y el medio ambiente, incluyendo a la altitud del relieve como uno de sus elementos.
Sin embargo, el empleo de la denominación de pisos térmicos resulta preferible porque, en cierto modo, el descenso de la temperatura con la altitud representa un factor de modificación bastante preciso en la zona intertropical, pero sobre todo, porque todos los otros elementos climáticos, así como las adaptaciones de los seres vivos a estos elementos dependen, en mayor o menor intensidad, de la altitud del relieve sobre el nivel del mar.
Altitud y temperatura
La progresión de la altitud relativa en la zona intertropical da origen a una disminución considerable de la temperatura, aproximadamente, 1 ºC por cada 180 m de altura (a esto se denomina gradiente térmico). Esta disminución de la temperatura con la altitud determina lo que se conoce como pisos térmicos, y algunos autores se refieren también a la existencia de fajas o bandas de acuerdo a la altura relativa del relieve, en lugar de pisos. Surge así lo que algunos autores han denominado la Geografía “altitudinal” en los países intertropicales. Se han definido 4 ó 5 pisos (según diversos autores), en los cuales, las temperaturas medias, las precipitaciones y la insolación pueden variar lo suficiente como para hablar de climas distintos según la altitud. Así pues, como en la zona intertropical las temperaturas medias varían poco a lo largo del año (los climas intertropicales son climas isotermos), la altitud se convierte en el factor climático de mayor importancia, como ya se ha dicho. El concepto de pisos climáticos viene así a definir con mayor precisión los climas de montaña en la zona intertropical.
Los pisos térmicos en Venezuela
En el caso de Venezuela, donde el concepto de pisos climáticos ha sido muy bien estudiado, se suele considerar la existencia de 5 pisos, comenzando con el nivel inferior que corresponde a lo que tradicionalmente se conoce como "tierra caliente" y siguiendo con los pisos subtropical, templado, frío, páramo y helado.
En realidad la tierra caliente, ubicada entre el nivel del mar (27 ºC de temperatura promedio anual) y los 600-800 msnm (algunos autores señalan hasta los 1.000 msnm) con una temperatura promedio de 22-24 ºC en este nivel superior, no se suele incluir como uno de los pisos térmicos, ya que su clima podría quedar mejor definido por la propia clasificación climática de Köppen (climas cálidos en sus distintas variantes: Af, Am y Aw). En la tierra caliente la planta autóctona representativa de la zona intertropical americana es el cacao, que crece como una planta de sotobosque en un clima cálido y húmedo durante todo el año. También la yuca que, a diferencia de la papa, no es una planta de sotobosque y no presenta tubérculos, sino que se aprovechan sus raíces para su uso directo como alimento o para la producción de casabe, el cual viene a ser una forma autóctona americana del pan que siempre han venido consumiendo la población indígena. En las llanuras de la zona intertropical la vegetación es muy variada, sobre todo en las selvas lluviosas (selva pluvial macrotérmica, selva ecuatorial, selva de galería, etc.) y en menor grado, en las zonas de sabana y bosques tropófilos.
El piso subtropical
Esta es una denominación poco apropiada, pero no existe otra de mayor precisión que se haya empleado para designar a un piso de transición o intermedio entre los niveles de la tierra caliente y la templada, y que se encontraría entre los 900 y los 1500 msnm de altura promedio. Corresponde a lo que en Venezuela se conoce como piso del café ya que en él se localizan las principales plantaciones de este cultivo. Las temperaturas promedio se ubican entre los 22 ºC a los 900 msnm y los 18 ºC a los 1.500 msnm, aproximadamente.
El piso templado
Se localiza entre los 1500 y los 2200 msnm (18 a 13-14 ºC de temperatura media anual, aproximadamente. Es el nivel de las flores y de las hortalizas en la zona intertropical. Constituye una de las regiones ecológica más productivas por hectárea de nuestro planeta, si omitimos el efecto y los riesgos de las pendientes para la agricultura intensiva. De hecho, algunas mesetas intermontanas ubicadas en este piso pueden producir rosas y otros productos de la agricultura intensiva como para abastecer un mercado muy amplio en todo el mundo. Como esta altura es bastante favorable para la producción de lluvias orográficas en las laderas de los vientos dominantes viene a ser, aproximadamente, el piso de la selva nublada (también llamado bosque montano alto), caracterizado por la gran variedad de la vegetación y una gran adaptación y estabilidad ecológica, mostrada por la presencia de helechos arborescentes, como puede verse en la imagen tomada con ayuda de iluminación artificial (por la oscuridad ya en horas de la tarde). Los helechos arborescentes constituyen una especie vegetal muy antigua, una de las primeras que aparecieron en la Historia geológica de la Tierra: de hecho, los depósitos de carbón más antiguos que se han encontrado en Europa contienen numerosos restos fosilizados de hojas y troncos de estas plantas.
El piso frío
Este piso se ubica entre los 2200 y los 3000 msnm (13 a 10 ºC). Es el nivel ecológico de la papa (o patata), también cuando nos referimos a la zona intertropical, aunque pueden desarrollarse aquí (al igual que en el piso templado) muchos otros cultivos de los climas extratropicales.
El páramo
El piso paramero o simplemente, páramo, es el que se ubica entre los 3000 y 4700 msnm (10 a 0 ºC, aproximadamente). En las tierras andinas, el término páramo tiene una connotación distinta a la que tiene en Castilla (España). En España se denomina páramo a una tierra elevada y casi estéril que forma parte de mesas (o mesetas) recortadas por la erosión. En cambio, en la América intertropical, se denomina páramo a las tierras con vegetación de praderas alpinas, con abundancia de plantas con flores adaptadas a un clima siempre frío, con temperaturas que oscilan entre los 0 y los 10 ºC en su límite inferior. Las plantas típicas de esta faja altitudinal son, de nuevo en el continente americano, algunas especies de frailejón (Espeletia argentea) existentes, principalmente, la Espeletia schultzii y la Espeletia moritziana. En Venezuela se suele cultivar trigo en este piso, con cuya harina se suelen elaborar las arepas andinas, muy populares en la región. Sin embargo, un aprovechamiento más importante desde el punto de vista económico es el de la ganadería vacuna, teniendo en cuenta que el ganado necesita en este piso ecológico algún suplemento alimenticio a base de calcio
Piso gélido
El piso gélido o helado es el que se encuentra por encima de los 4700 msnm, es decir, el nivel que corresponde con las nieves perpetuas, aunque no se trata de una altitud uniforme, ya que también depende de la orientación del relieve con respecto a la insolación (las vertientes de solana presentan un límite superior a los 4700 msnm y en las de umbría se encuentra por debajo de esta cifra)
(http://www.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/revistageografica/vol43num2/nota43-2-2.pdf)
"http://es.wikipedia.org/wiki/Pisos_t%C3%A9rmicos"
if (window.runOnloadHook) runOnloadHook();
http://es.wikipedia.org/wiki/Pisos_t%C3%A9rmicos


La Sierra de La Culata – Mérida – Venezuela.
Se ubica en plena Zona Intertropical, al Norte de Suramérica, al occidente de Venezuela y al noreste del estado Mérida. Astronómicamente el área en estudio, abarca desde los 8° 35’ 22” y los 9° 10’ 4” de Latitud Norte y desde los 70° 34’34” y los 71° 27’ 47” de Longitud Oeste.

Desde el punto de vista político - administrativo, La Sierra de La Culata ocupa parte de municipios de los estados Mérida, Trujillo y Barinas con una superficie aproximada de 200400 Kilómetros cuadrados.

Sus límites a grandes rasgos discurren de la siguiente manera: por el norte con el piedemonte andino lacustre (estado Zulia); por el sur con las vertientes orográficas izquierdas de las cuencas de las ríos Chama y Mucujún (estado Mérida); por el este las cuencas de los ríos Motatán (estado Trujillo) y Santo Domingo (estado Mérida) y por el Oeste la cuenca del río Mucujepe (estado Mérida)
CLIMA
En cuanto al clima está influenciado por dos regímenes de precipitación: Uno tetraestacional o bimodal (Patrón lacustre) que lo afecta en mayor proporción, y uno biestacional o unimodal (Patrón continental o Llanero) que afecta las cuencas altas del Chama y Motatán y la cuenca de Santo Domingo. Las variaciones de temperatura están condicionadas por el relieve, presentando un gradiente altotérmico aproximado de 0.6º C/100 mts. de desnivel. La temperatura promedio oscila entre los 28ºC. en los sectores más bajos y los 2ºC. en las cumbres más elevadas.
HIDROGRAFIA
El Parque constituye una gran unidad hidrológica, conformada por 21 cuencas y subcuencas, de ríos de mediano a gran porte: Chama, Mucujún, Albarregas, Las Gonzáles, Capaz, Mucujepe, Guachizón, Río Perdido, Río frío, Aguas Calientes, Tucaní, San Pedro, Torondoy, Chirurí, Pocó, Buena Vista, Chimomó, Motatán, Momboy, Pueblo Llano y Santo Domingo. Estos ríos abastecen de agua potable al más del 51% de la población del Estado Mérida, al 70% de los sistemas de riego del Estado, además se surte a importantes poblados y sistemas de riego de los estados Barinas, Trujillo y Zulia, destacando el Acueducto Triestatal de Torondoy. Además cabe destacar el gran número de lagunas producto del retroceso y excavación de los glaciares.
Sus picos más elevados son:-Piedras Blancas (4.762 m.)-Micanón (4.676 m.)-Pan de Azúcar (4.620 m.)-Mucumana (4.586 m.)-Alto del Oso (4.566 m.)-El Salado (4.486 m.)-La Culata (4.487 m.).
Esta formación montañosa al entrar en el Edo. Trujillo se divide a su vez en dos ramales, uno de los cuales da nacimiento a la Cordillera de Trujillo, mientras que el otro desaparece cerca de Motatán. Un tercer ramal, de menor importancia, es conocido como Ramal de Calderas.
http://www.angelfire.com/biz2/meridatourism/geografia.htm
Fue decretado Parque Nacional el 7 de diciembre de 1989.
Vegetacion
Se cita el diagnóstico del área de Fe y Alegría en El Valle Grande del que se obtuvo la siguiente muestra de flora, que es representativa del piso altitudinal en la Sierra La Culata:
En total se encontraron 411 especies de plantas vasculares, perteneciendo a 197 géneros y 94 familias. La familia predominante es Orchidaceae con 81 especies, seguida por Asteraceae (29 spp.) y Piperaceae (17 spp.).
Considerando solamente el componente leñoso con DAP >2,5 cm, las familias más abundantes son Melastomataceae, Asteraceae y Lauraceae. La clasificación del bosque maduro como bosque primario se cuestiona en parte por la aglomeración local de especies secundarias y por la falta parcial de Podocarpus oleifolius, el árbol más característico de los bosques montanos altos. Un análisis biogeográfico al nivel genérico reveló que el elemento neotropical prevalece con un 54,8 por ciento, seguido por el elemento pantropical con un 18,3 por ciento. En los helechos es diferente, con el elemento pantropical (41,2 %) siendo el más importante seguido por los elementos neotropicales (29,4 %) y cosmopolitas (20,6 %). . (loc. cit.) frente a 155 especies de este estudio.
Esto indica probablemente que con las epifitas no influye tanto el rango altitudinal sino la superficie total muestreada, o que las epifitas se componen de especies generalistas.
La extraordinaria riqueza de orquídeas se debe también a la abundancia de epifitas, la forma de crecimiento (respectivo grupo funcional) más diversa en el área (incluyendo hemiepífitas y epifitas ocasionales). El papel importante de las orquídeas en los bosques montanos húmedos tropicales ha sido comprobado en varios estudios (GENTRY & DODSON,1987; YOUNG& LEÓN, 990; KELLY& AL., 1994;BISCH, 1996). La abundancia de pteridófitas es similar a otros bosques montanos neotropicales. Aunque tienen un modo de dispersión que les permite atravesar las barreras topográficas (SMITH, 1972), las áreas montañosas representan una gran variedad de hábitats que promueven la especiación, no sólo de las plantas superiores, sino también de pteridófitas (MORAN 1995). Por una parte esto se refleja en el alto número de especies de helechos y por otra en la ausencia de especies endémicas de los Andes venezolanos (sólo tres especies se conocen únicamente de Venezuela).
Para los árboles y arbustos (DAP > 2,5 cm) de los bosques montanos neotropicales GENTRY (1995)
Resumen las familias preponderantes: por debajo de los 2.500 m son las Lauráceas, Melastomatáceas, Rubiáceas, Asteraceae y Solanáceas (en orden descendiente), entre 2.500 y 2.900 m son las Lauráceas, Melastomatáceas, Asteraceae, Solanáceas y Mirsináceas, y por encima de los 3.000 m son las Asteraceae, Melastomatáceas, Ericáceas, Mirsináceas y Lauráceas. Por lo tanto, el cambio más pronunciado es hacia el último piso altitudinal, en el cual las Asteraceae y Ericáceas figuran entre los rangos más altos. Ambas familias son de igual importancia en el área de estudio, aunque la mayoría de las parcelas se ubica por debajo de los 3.000 m. Su mayor abundancia se observa en los bosques sucesionales, lo que indica su inmigración desde las fajas altas y su
FAMILIAS DE FANERÓGAMAS CON MAYOR DIVERSIDAD Y UN MÍNIMO DE 10 ESPECIES
Familia Número de especies
Orchidaceae 81
Asteraceae 29
Piperaceae17
Melastomatáceas 14
Bromeliáceas 14
Rubiáceas 12
Solanáceas 12
Ericáceas 11
Lauráceas
Schneider, J. V., J. Gaviria & G. Zizka
Especies pioneras o secundarias Las especies pioneras o secundarias se caracterizan generalmente por su crecimiento rápido y su heliofilía (e.g. W HITMORE , 1983; 1998). Aquí, una especie secundaria se define según su ubicación principal o única en vegetación secundaria o por su descripción como tal en la bibliografía. Por falta de una cronosecuencia dentro del bosque sucesional no es posible distinguir entre especies pioneras y especies de fases sucesionales tardías. Con respecto al gradiente altitudinal, sólo se pueden separar especies secundarias que pertenecen por lo general a la zona del bosque montano bajo (< 2.500 m s.n.m.) y aquellas del bosque montano alto (Tab. 2). Alchornea grandiflora, Inga oerstediana, Mauria puberula, Miconia aeruginosa, Piper aduncum y Rhamnus sphaerosperma se encuentran en la primera zona y – excepto Alchornea y Inga – crecen sobre todo en áreas rurales, permanentemente perturbadas. De todas formas hay que mencionar que los límites del hábitat de las especies secundarias no son tan pronunciados como en las especies primarias, por lo cual el listado establecido tiene más bien un valor local.
Las primeras suelen tener una distribución latitudinal y altitudinal más amplia (EWEL , 1980; W HITMORE, 1983).
Para los Andes de Mérida, L AMPRECHT (1958) indicó algunos árboles típicamente secundarios, de los cuales se encuentran Alchornea grandiflora,

ESPECIES LEÑOSAS TÍPICAS O FRECUENTES EN VEGETACIÓN SECUNDARIA
Especie
Hábitat
Forma de crecimiento
Ageratina neriifolia 1
arbusto o árbol mediano
Alchornea grandiflora 2
árbol alto
Baccharis floribunda 3
arbusto
Baccharis nitida 1
arbusto
Bocconia frutescens 1
arbusto o árbol pequeño
Brunellia integrifolia 1
árbol alto
Clusia trochiformis 1
árbol mediano o alto
Cordia cylindrostachya 3
arbusto o árbol pequeño
Freziera serrata 1
árbol pequeño o alto
Gaultheria buxifolia var. buxifolia1
arbusto
Hedyosmum crenatum 1
árbol pequeño o mediano
Inga oerstediana 2
árbol alto
Lozanella enantiophylla 1
árbol mediano
Mauria puberula 2,3
arbusto o árbol pequeño
Miconia aeruginosa 2,3
arbusto
Myrica pubescens 1,3
arbusto o árbol pequeño
Myrsine coriacea 1
arbusto o árbol pequeño
Paragynoxys magnifolia 1
árbol mediano
Phyllanthus salviifolius* 3
arbusto o árbol pequeño
Piper aduncum2,3
arbusto
Piper diffamatum 1
arbusto
Rhamnus sphaerosperma 2,3
arbusto o árbol pequeño
Solanum meridense*3
arbusto
Solanum oblongifolium 3
arbusto
Preferencia local para los pisos de Bosque Montano Alto (1), Bosque Montano Bajo (2) o para lugares ruderales en campos de cultivos (3), y su forma de crecimiento: arbusto = hasta 5 m de alto; árbol pequeño = hasta 10 m; árbol mediano = 10 m y más, sin alcanzar el dosel; árbol alto = árbol del dosel.(*especies no encontradas en los transectos, pero frecuentes en los alrededores).
Brunellia integrifolia, Cordia cylindrostachya, Hedyosmum crenatum, Inga oerstediana y Myrsine coriacea en el área de estudio. Las especies mencionadas de Brunellia, Hedyosmum, Inga y Myrsine no están restringidas a la vegetación secundaria, sino que también son abundantes en el bosque maduro. Por eso su «carácter» secundario no es muy pronunciado. Por otra parte la abundancia de estas especies se puede interpretar como un indicio de una perturbación previa del bosque maduro (véase discusión más abajo). Otras especies leñosas secundarias con mayor preferencia por lugares más abiertos son Bocconia frutescens, Mauria puberula, Myrica pubescens, Piper aduncum, Piper diffamatum y Rhamnus sphaerosperma. Paragynoxys magnifolia no está en el transecto sucesional, pero es típica de claros dentro del bosque maduro.
En términos generales, a todas éstas especies se les considera adecuadas para la regeneración natural de los bosques altimontanos húmedos, sin causar los efectos negativos conocidos de las especies introducidas de eucalipto o pino (Eucalyptus spp., Pinus spp.) (ver JØRGENSEN &ULLOA, 1994).

El levantamiento final de los Andes tuvo lugar entre el Mioceno y Plioceno ofreciendo un nuevo hábitat para elementos templados. Al mismo tiempo se formó el istmo de Panamá que permitió el ingreso de taxones de Laurasia. La mayoría de elementos andinos había ya llegado hace un millón años a.p.
(HOOGHIEMSTRA & CLEEF , 1995). Hoy en día, la flora de los Andes tropicales es principalmente una mezcla de elementos neotropicales adaptados a las condiciones ecológicas de altura y de elementos templados inmigrados desde las regiones austral-antárticas y boreales (GENTRY, 1982), lo que se observa también en el análisis de la afinidad geográfica de los géneros del estudio presente. Los elementos neotropicales (55,5 %) y pantropicales (18,0 %) predominan, considerando la flora entera (Fig. 2). Por lo contrario, los helechos demuestran otra distribución, con el elemento pantropical siendo el más abundante (41,2 %), seguido por el neotropical (29,4%) y el cosmopolita (20,6 %) (Fig. 2). Estos resultados corresponden a los encontrados en otros bosques montanos neotropicales (K APPELLE &AL., 1992; ULLOA & JØRGENSEN, 1993; KELLY& AL., 1994; KAPPELLE,1996; R ZEDOWSKI ,1996). Sobre todo las pteridófitas que exhiben una distribución constante, lo que se puede explicar por su modo de dispersión (SMITH,1972), con la mayoría de los géneros ocupando un área bastante amplia. La predominancia del elemento neotropical con su centro de distribución andino guió a varios autores (GENTRY, 1982; KAPPELLE , 1996) a la conclusión de que había ocurrido una evolución explosiva con una especiación muy activa a consecuencia de la orogénesis de los Andes tropicales.
Clasificación de los bosques
Según la terminología de HOLDRIDGE(1967), los bosques del Valle de San Javier pertenecen a la zona de Bosque Húmedo Montano Bajo (véase EWEL &AL., 1978; VEILLON, 1989) y Bosque (Muy) Húmedo Montano más arriba de los 2.600 m s.n.m. (EWEL& AL., 1978). Otras clasificaciones para los Andes venezolanos están basadas sobre todo en la presencia de dos especies predominantes de Podocarpaceae (VARESCHI, 1970; HUECK, 1978; ROLLET,1984). LAMPRECHT (1954) distingue dos tipos de bosque montano andino superior: entre los 2.300 y 2.600 m se encuentra una selva mixta sin especies. Porcentaje de los diferentes elementos fitogeográficos de los géneros de las plantas vasculares de los bosques de La Caña; Categorías fitogeográficas según CLEEF(1979) y KAPPELLE & AL. (1992): NT = neotropical, PT =pantropical, CO = cosmopolita, MA = malayo-americano tropical, HO = holártico, AA = austral-antártico, AF = afro-americano tropical, WT = templado amplio.
(1958) se describe un subtipo «Pino Laso» (con Decussocarpus rospiglisii como árbol predominante) del bosque mixto, el cual se encuentra sobre suelos óptimos. El bosque de P. oleifolius se describió también como Podocarpetum oleifolii (VARESCHI,1953). Entre los 2.600 y 2.800 m se observa una zona de transición.
El área de estudio cubre los pisos altitudinales del bosque mixto hasta el Chirrivital. Mientras Podocarpus oleifolius es una de las especies prevalecentes entre los 2.500 y 3.300 m, la especie Decussocarpus rospigliosii esta ausente. Por su distribución bastante amplia no sólo en los Andes venezolanos, P. oleifolius var. macrostachyus se considera como útil para la clasificación de los bosques húmedos más arriba de los 2.500 m s.n.m. al nivel local y regional. Esta zona de bosque es el equivalente altitudinal de los bosques de Quercusde las cordilleras centroamericanas y colombianas. El bosque ordebajo de los 2.500 m pertenece al tipo mixto según LAMPRECHT (1958). Pero éste término parece impreciso por falta de información ecológica. Sin especies predominantes o características para la zona y sin un número adecuado de levantamientos para este piso altitudinal, no se consideró conveniente introducir un nuevo término aquí. En este caso se prefiere.
Modelos de la distribución altitudinal de la vegetación natural en el trópico (modificado de KAPPELLE, 1991).
La vegetación se caracteriza por la presencia de numerosas especies de frailejones; arbustos como las compuestas, ericáceas y melastomatáceas; helechos y numerosos musgos, hepáticas líquenes y hongos. El árbol de la zona es el Coloradito.
MEDIO FLORA
Particulariza al Parque Nacional Sierra de La Culata, la presencia de sectores donde quedan muestras de ambientes, comunidades o ecosistemas muy escasos de los Andes venezolanos (INPARQUES, 1991), como son:
• Los últimos bosques nublados montano alto, sobre terrenos relativamente planos ubicados alrededor del sector denominado La Trampa y en Monte Frío (cuenca del río Capaz).
• Los únicos bosques continuos en un gradiente altitudinal que alcanza la cota de los 4000 msnm, en la cuenca del río Frío.
• Los únicos bosques naturales que aún persisten sobre terrazas aluviales, en el sector denominado Llano Rucio de la cuenca del río Tucaní.
• Las formaciones vegetales correspondientes al Páramo Desértico Altiandino y al Desierto Periglacial.

http://64.233.169.104/search?q=cache:Hf3itEdeDv0J:webdelprofesor.ula.ve/
Fauna
Este parque alberga especies como la lapa, el jaguar, el oso frontino, el cachicamo, la locha, el cuchi-cuchi, el cóndor de Los Andes y anfibios como el sapito niñera.
PECES: Entre 20 y 25 especies, siendo la más importantes la trucha (Salmo gairdnerii y Savelinus fontinalis) la cual es Paramera.

Ciote: pájaro negro con pecho amarillo_ copetones, golondrinas, una variedad de colibríes cola larga, pico largo, cola de hoja, aves torcazas montañeras, águilas, gavilanes, pericos y una variedad de buhos miracielo o pájaro similar a la perdiz, papatori, trigueñito y otras aves desconocidas por la ornitología, como la viuda de la montaña, airón de la especie (Pharomacrus Auricéps). El águila azul, las garzas. LAS MARIPOSAS: Abundan en los páramos, las montañas y los jardines. Las hay azules, blancas, celestes, rojas, moradas, amarillas y algunas bien matizadas son bellas. La ronda de las mariposas es preciosa. Abundan las flores silvestres, las orquídeas montañeras son hermosas. Hay jazmines, frailejones, el huesito, rosas rojas, claveles, trinitarias, margaritas, lirios, crisantemos, además de variadas hierbas medicinales que alivian diferentes malestares. VIVORAS Y SERPIENTES DE LOS ANDES: Existe la Coral del Llano y la Coral Montañera de la especie (Micrurus Mipártitus), tigramariposá (Semipar-titus). Hay una variedad de mapanares y víboras cazadoras de la especie Bothrops (Venezolano), tarántulas polleras matacaballo de la especie (Xenestis S.P.). Algunas culebras jardineras tierreras de los géneros (atractus), (dipsastyphlops). ORNITOLOGIA: Es muy variada la existencia de las avecillas, y loros en El Vigía y Mérida los Trogones, muy parecidas a las aves de Costa Rica y Guatemala. Aguaitacaminos, patos guariríes, perdices, tucusitos, aves cucaracheras. La piedreta de la especie (Paraulata) introducida. ANFIBIOS: Alrededor de 40 especies, ranas en su mayor parte. REPTILES: 2,15 y 30 especies. AVES: Alrededor de 400 especies. En ellas se pueden incluir una especie muy interesante, el Cóndor Andino (Vulturgryphus) que los registros oficiales dan como desaparecido, pero que conocedores insisten en haberlo detectado y visto en un número muy reducido en los últimos tiempos. Pero gracias a una gran labor ambiental que ha ejecutado INPARQUES, esta ave ha vuelto a surcar el cielo de nuestros páramos, a través de su reintroducción en el valle de Mifafí, Parque Nacional Sierra de La Culata. Los depredadores las matan por deporte. MAMÍFEROS: Aproximadamente más de 60 especies, desde los grandes cérvidos y úrcidos, hasta los minúsculos roedores y murciélagos. Debe destacarse que la fauna del Sur del Lago era muy rica y variada, los depredadores acabaron con todo
Algunos especímenes están en vías de extinción por la caza indiscriminada. El más conocido es el oso frontino de la especie (Trenaretus Ornatus). • Picure de la especie: (Dasy procta punetalla sarcoraphus). • Cóndor de la especie: (Vulthur griphos). • Paují Copete de Piedra: (Pauxipauxi). • La Gallina de monte. • El Rey Zamuro de la especie: (Sarcoramphus papa). • Cáchicamo Montañero de la especie: (Dasiphus Noencinsis). • Puerco Espín de la especie: (Coendou prc.hcnsilis). • Gualí de la especie: (Aburria, aburrí) • (Familia Crazidae) ó (Toph Rynerobusta). • Puma de la especie: (Steymarkil himantapuí). • Matacán o Lucho, venado pequeño (Enano) de la especie: (Mazama Rufina). • Los venados en El Vigía eran hermosos, más grandes. • La lapa paramera de la especie: (Agoutitaczanoshi). • Sapito amarillo de la especie: (Artelapus oxyrtynchs: Carbonurensis). • Musaraña paramera de la especie: (Cryptotis-Thumasi). • Tamndlla parameras de la especie: (Bolitogloss orestes). • Conejo paramero: Cenizo Pava criolla rabipelao – cuchicuchi • Alacranes y escorpiones montañeros y del llano son desconocidas por la ciencia. PUMA (FELIS CONCOLOR) Felino de mayor distribución en América, desde Canadá hasta Argentina. En Venezuela desde el nivel del mar hasta los 2.000 mts. Ágil y capaz de pasar desapercibido, el color rojizo de su pelaje le mimetiza, mide 2 mts. de largo (80 con cola) pesa más de 70 kgs. Se reproduce cada 2 años luego de una gestación de 90 días, nacen de 1 a 5 crías de piel manchada y patas negras. Rara vez ataca al ganado, sólo cuando su hábitat es destruido y le es difícil conseguir el alimento. ONZA (FELIS Y ÁGOUÁROUNDI) Gran parecido con los gatos domésticos, lo único es que es más grande en El Vigía (1.20 cm.), más de 50 cm. de cola, su coloración varía entre el gris y rojizo. Es arisco, difícil de observar y su hábitat son sabanas, selvas húmedas, bosques deciduos y áreas xerófilas, es activo tanto diurno como nocturno. Se alimenta de mamíferos, aves y reptiles que caza con mucha agilidad. La Onza está en peligro por la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat en vías de extinción. CACHICAMO O ARMADILLO (DACIPUS NOVENCINTUS) Ampliamente distribuido en toda América y Venezuela, se encuentra en El Vigía Torondoy y zonas boscosas, viajando solitario o en pequeños grupos. Mide casi un metro de largo, su peso puede superar los 5 kgs. De caparazón marrón claro y 9 bandas óseas, llegando en algunos hasta 11. Posee una dentadura rudimentaria comprendida por 30 dientes, con sus patas delanteras escarba en el suelo para así hacer madrigueras y consumir su alimento. De hábitat nocturno, son muy territoriales, los machos marcan dicho territorio con orina. Amenazado por la caza indiscriminada en algunos sitios, están vías de extinción. PAUJI COPETE DE PIEDRA (PAUXI PAUXI) Se dispersa por toda el área de las zonas boscosas de El Vigía y parte de Torondoy. • Búho orejudo (Búhi Virginianus) • Lechuza de Campanario (Tyo Alba) • Lechuza listada • Súrrúcúco común (Otús Choliva) • Surrucuco garganta blanca (Otús Watromi) • Parita Andina (Glasidiúm Gardini) • Aves de presa carroñeros • Oripopo (Cathartes Aura) • Zamuro (Corangis Atratus) • Gavilán abado • Gavilán cola corta • Halcón primito • Cemicalo • Ponchitas (Gallinas de monte) • Águila real • Paloma turca • Loro real • Perico Cabecirojo • Loro verde • Tangaras• Semillero capa negra • Semillero blanquinegro • Garza resnera • Garza real • Tara o Corocoro negro • Martin Pescador traqueador • Chocolatero • Cucarachero • Golondrina blanca y negro • Loro verde • Aguaita camino serrano • Azulejo • Cardenal avispera • Tucán verde • Correporsuelo • Querrequerre • Quetzal cola blanca • Guacharaca • Pava de monte • Paují de monte • Reinita • Palomita rojiza • Golondrinas
http://albertoadriani-merida.gov.ve/portal-alcaldias/el_municipio.html

ATRACTIVOS TURISticos.
El principal atractivo de la Sierra de La Culata, además de su vegetación y fauna, es la formación montañosa constituida por los páramos: Tambor Campanario, Piedras Blancas, Mucuchíes y Piedra de Escuque, cuyas altitudes van desde los 400 m hasta los 4.737 m. El Pico El Águila, la Estación Biológica Páramo de Mifafi, la laguna de Guaches, la cañada de Las González y río Capaz son paradas obligadas en el itinerario de cualquier viajero. Además, se puede realizar excursionismo, pesca de truchas en temporada y paseos en bestias. Es una visita muy hermosa, en la que se puede disfrutar de bellos paisajes y de un silencio que no existe en ningún otro lugar.
http://www.araira.org/parquesnacionales/pnsierralaculata.htmundo.
La Sierra se subdivide en cinco unidades: Los Páramos: Tambor, Campanario ( paámo de Los Conejos), Piedras Blancas, Mucuchíes y la Mesa de Escuque. Su altitud va de los 200 a los 4 737 msnm.
http://www.comunidadandina.org/turismo/cumbres/material_nieve_tropico/datos.htm
http://www.mipunto.com/venezuelavirtual/000/002/035/030.html
http://www.merida.gob.ve/merida/regimen_especial.html

Esta región fue la que durante la época precolombina sirvió de asiento a innumerable poblaciones indígenas quienes desarrollaron una intensa actividad.
http://www.monografias.com/trabajos14/patrimonioambiental/patrimonioambiental.sht

SISTEMAS DE HUMEDALES CUENCA ALTA DEL RIO LAS GONZALEZ PARAMO DE LOS CONEJOS, SIERRA DE LA CULATA MERIDA VENEZUELA

La Convención Ramsar y los antecedentes de la Estrategia Regional de Humedales Altoandinos.

La Convención sobre Los Humedales es un Tratado Intergubernamental, aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, de donde viene el nombre con el que comúnmente se conoce a la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas.
Este énfasis en la conservación de aves acuáticas se ha ampliado en el tiempo, con el propósito de abarcar todos los aspectos de la conservación y uso sustentable de los humedales, reconociendo que éstos son ecosistemas extremadamente importantes para la conservación de la diversidad biológica en general, y el bienestar de las comunidades humanas; por lo que el uso cada vez más difundido de "Convención sobre los Humedales", es completamente apropiado.
A los efectos de esta Convención, "...son humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.
Venezuela suscribe esta Convención y su Protocolo Modificatorio mediante Ley Aprobatoria publicada en Gaceta Oficial de la República N° 34.053 del16 de septiembre de 1988.
La máxima instancia de coordinación, seguimiento y decisión sobre la aplicación de la Convención Ramsar es denominada Conferencia de las Partes (COP)/ que sesiona cada tres años. Tiene competencia para aplicar, hacer seguimiento y evaluar la Convención; incluir o excluir áreas de la Lista de Humedales de Importancia Internacional; hacer recomendaciones a las partes sobre la gestión de conservación de humedales; establecer vínculos con organismos internacionales y adoptar otras recomendaciones o resoluciones.

Como resultado de la celebración de la COP VIII, realizada en 2002 en Valencia, España, se produjo la Resolución VIII39, que reconoce a los humedales altoandinos como ecosistemas estratégicos. En la misma, las partes se comprometieron a "...establecer programas de acción específicos para los humedales altoandinos y las cuencas que alimentan, a fin de preservar su valiosa biodiversidad, su función como reguladores del agua y como espacio de vida de muchas comunidades locales... ".
Este compromiso se concretó en la estrategia Regional de Conservación y Uso Sostenible de los Humedales Altoandinos, cuyo objetivo es promover la conservación y uso sostenible de los mismos, a través de un proceso de gestión regional de largo plazo, entre los países involucrados (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina; y Costa Rica que, aunque no es un país andino, posee áreas de páramo), a fin de mantener los bienes y servicios que ellos prestan y reducir los impactos y amenazas existentes.
Los principios que guían esta Estrategia son: enfoque ecosistémico, sostenibilidad, participación, respeto y reconocimiento de la diversidad cultural, integralidad y principio precautorio.


Por humedales altoandinos se asume a los humedales y complejos de humedales que forman parte de los ecosistemas de páramo, jalea y puna, así como otros ecosistemas altoandinos. En el marco de la estrategia, los humedales altoandinos no son tratados como cuerpos de agua aislados, sino como complejos o sistemas de humedales y, en consecuencia, se incluyen sus micro-cuencas de captación. En este mismo sentido, la estrategia contempla las interrelaciones funcionales-ecológicas, sociales, culturales y económicas de los humedales altoandinos con sistemas satélites o asociados en otros pisos altitudinales. la idea de sistema supone la interconexión funcional entre humedales, mientras que la de complejo se refiere a una unidad armónica de paisaje que puede o no responder a un sistema.
La Resolución VIII.39 exhorta a las partes a identificar más humedales altoandinos en sus territorios para ser incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional. En este sentido y para atender a tal compromiso, Venezuela, como parte signataria de la Convención, inicia los trabajos destinados a la identificación de complejos y sistemas de humedales altoandinos, uno de los cuales, el Sistema de Humedales Cuenca Alta del Río las González, se presenta en esta publicación. ­

Sistema de Humedales Cuenca Alta del Río las González, Parque Nacional Sierra de la Culata. Andes Venezolanos Caracterización General El Sistema de Humedales Cuenca Alta del Río Las González se encuentra en el Municipio Campo Elías del Estado Mérida; en la Región Andina al occidente de Venezuela, siendo la ciudad de Mérida, capital del Estado, la localidad de mayor importancia, ubicada en las proximidades del área, específicamente al sur de la cuenca.
La totalidad del área (4.977,08 has o el 56,41 % de la cuenca) se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de La Culata (1990 - 200.400 ha) y de la Zona Protectora de la Subcuenca de la Quebrada Las González (1980 - 11.200 ha). Este Sistema de Humedales está conformado por el sector de la cuenca del río Las González localizado entre los 2.400 msnm y los 4.400 msnm que representa el límite altitudinal máximo, donde se encuentran secciones de bosque denso húmedo (selva nublada) y en mayor proporción, páramo.
Clima influenciado principalmente por la convergencia intertropical y localmente por el efecto orográfico de las corrientes convectivas de aire ascendente "y húmedo que proviene del Sur del Lago de Maracaibo, a través de la cuenca del río Chama. la precipitación media anual para la cuenca es de 1.172 mm., con régimen pluviométrico bimodal, con dos picos máximos en abril-mayo y en agosto­-octubre. En el área se presentan las zonas de vida Bosque Muy Húmedo Montano (Bmh-M), Páramo Pluvial Subandino (Pp-SA) y Tundra Pluvial Andina (Tp-A).
La ocupación humana está concentrada en el fondo del valle, conformada por 26 familias, distribuidas de manera aislada unas de otras, dedicadas a la producción agropecuaria muy extensiva bajo el sistema agrícola tradicional familiar.

La Sierra de La Culata Mérida:
MEDIO GEOECOLÓGICO
Presenta una gran variedad de recursos naturales que le confieren a sus paisajes rasgos propios, haciéndola una única en la geografía de Venezuela: el carácter montañoso de los Andes se presenta como un extraordinario escenario, donde se divisan las cumbres más altas de la Sierra La Culata, o del Norte con un mosaico litológico, testigo de los períodos geológicos más antiguos hasta los recientes. Relieve que le confiere la mayor variabilidad climática de todas las regiones naturales del país, que con su escalonamiento caracterizan la singular ecología andina. Ante este medio físico geográfico, la Sierra de La Culata reúne todo un conjunto de potencialidades, aunadas a limitaciones otorgadas por su fragilidad natural, por lo que los habitantes de la Sierra deben buscar continuamente una relación armónica con su medio externo.

El Relieve Andino se caracteriza por la transición de un relieve accidentado de montaña que está representado por las cadenas montañosas pertenecientes a la Sierra del Norte o de La Culata, con orientación de suroeste a noreste. Se caracterizan de manera general, por un relieve escarpado con pendientes fuertes que varían entre el 30 y 60%.

La Geología que forma el basamento cristalino donde se asienta la Sierra, se caracteriza por encontrarse las rocas más antiguas que corresponden a la Asociación Sierra Nevada de edad posiblemente Precámbrico Superior (?), compuesta por rocas de naturaleza ígneo-metamórficas cuarzo-feldepáticas, gneisses, esquistos y rocas graníticas intrusivas. Esta unidad geológica aflora en extensas áreas de la Sierra del Norte o de La Culata. Mientras que hacia el nornoroeste de la Sierra del Norte, afloran formaciones geológicas de edad Paleozoica Superior, como son las Formaciones Sabaneta y Palmarito.

Aunada a una morfología de cerros y montañas con vertientes escarpadas, que alcanzan pendientes superiores al 60% en una gran extensión de la superficie, generan procesos morfodinámicos de gran intensidad, los cuales se caracterizan por ser destructivos sobre los materiales geológicos que conforman estas vertientes y constructivos en los fondos de los valles, donde las pendientes disminuyen sustancialmente, formando un conjunto de acumulaciones cuaternarias como aluviones recientes, coluviones, terrazas, conos de deyección, coladas de barro, etc. El subsuelo donde se asienta la sierra de La Culata, está constituido por conformado por un material geológico muy heterogéneo.

Las Condiciones Climáticas e Hidrológicas de la Sierra de La Culata están influenciada por la ubicación intramontana y la variación altitudinal del
relieve andino que le confieren un clima fresco y agradable durante todo el año, categorizado como un Clima con temperaturas medias anuales de °C y precipitaciones altas con un promedio anual de mm. Al igual que en el resto del país, en la Sierra de La Culata se distinguen dos temporadas: la primera es el “verano” correspondiente a un período de sequía que comprende desde el mes de Diciembre hasta Abril y la segunda es el “invierno”, período de lluvias, que se presenta desde mediados del mes de. Abril hasta noviembre, meses del año en los cuales se pueden apreciar las bellas nevadas que cubren las montañas andinas. En cuanto a la temperatura, existe una amplitud térmica diaria promedio de °C y un comportamiento de régimen medio anual isotermal, donde las variaciones medias entre los meses más fríos y más cálidos es inferior a los °C.

Estas condiciones climáticas, aunadas a la presencia de fuertes pendientes y a la densa cobertura vegetal que actúa como protectora de los suelos, permiten que en la Sierra de La Culata se desarrolle una red hidrográfica densa, perteneciente a la cuenca del río Chama y la del Lago de Maracaibo.

Este se caracteriza por poseer un régimen en su caudal o gasto del río bimodal con máximas en los meses de Mayo y Octubre y mínimos durante los meses de Diciembre a Febrero, comportándose en estrecha correspondencia con el régimen de lluvias o pluviométrico. Las crecidas excepcionales experimentadas por los ríos afluentes principales del río Chama, como son los ríos Mucujún y Albarregas, alcanza una frecuencia de 10 a 12 años con crecidas periódicas cada 5 años, siendo en ambos casos altamente destructivas sobre la infraestructura vial y viviendas. Por su parte, el río Chama no presenta un comportamiento cíclico de crecidas, sino que experimenta crecidas variables entre los 15 a 18 años. La última crecida de gran magnitud que se recuerda, la vivieron los merideños en el mes de Septiembre de 1973 y 1988, donde se registraron gastos de 419,7 m3/seg. y 350 m3/seg, respectivamente (MINDUR, 1992).
La vegetación en Mérida y sus alrededores resulta ser un atractivo del paisaje andino por su variedad y abundancia, que varían desde extensas superficies cubiertas por bosques altos, densos y exuberantes a vegetación baja característica de los páramos andinos.
Esta variabilidad es el resultado de una compleja inter-relación de los diferentes aspectos físicos naturales presentes en la zona, donde se conjugan la altitud (el relieve), la variabilidad de las condiciones climáticas, la exposición de las vertientes a la radiación y los vientos dominantes que presentan comportamientos distintos durante el día y la noche.

MARCO LEGAL
CONSTITUCION NACIONAL
PREAMBULO.
El equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad
Capítulo IX
De los Derechos Ambientales
Artículo 127. Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia.
Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.
Artículo 128. El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio atendiendo a las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas, políticas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, que incluya la información, consulta y participación ciudadana. Una ley orgánica desarrollará los principios y criterios para este ordenamiento.
Artículo 129. Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y socio cultural. El Estado impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso de armas nucleares, químicas y biológicas. Una ley especial regulará el uso, manejo, transporte y almacenamiento de las sustancias tóxicas y peligrosas.
En los contratos que la República celebre con personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que involucren los recursos naturales, se considerará incluida aun cuando no estuviera expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste resultara alterado, en los términos que fije la ley.


LEY ORGANICA DEL AMBIENTE

LEY ORGÁNICA DEL AMBIENTE
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1°: La presente Ley tiene por objeto establecer dentro de la política del desarrollo integral de la Nación los principios rectores para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente en beneficio de la calidad de la vida.
Artículo 2°: Se declaran de utilidad Pública la conservación, la defensa y el mejoramiento del ambiente.
Artículo 3°: A los efectos de esta Ley, la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente comprenderá:
1. La ordenación territorial, y la planificación de los procesos de urbanización, industrialización, poblamiento y desconcentración económica, en función de los valores del ambiente.
2. El aprovechamiento racional de los suelos, aguas, flora, fauna, fuentes energéticas y demás recursos naturales, continentales y marinos, en función de los valores del ambiente.
3. La creación, protección, conservación y mejoramiento de parques nacionales, reservas forestales, monumentos naturales, zonas protectoras, reservas de regiones vírgenes, cuencas hidrográficas, reservas nacionales hidráulicas; refugios, santuarios y reservas de faunas silvestres, parques de recreación a campo abierto o de uso intensivo, áreas verdes en centros urbanos o de cualesquiera otros espacios sujetos a un régimen especial en beneficio del equilibrio ecológico y del bienestar colectivo.
4. La prohibición o corrección de actividades degradantes del ambiente.
5. El control, reducción o eliminación de factores, procesos o componentes del ambiente que sean o puedan ocasionar perjuicios a la vida del hombre y de los demás seres.
6. La orientación de los procesos educativos y culturales a fin de fomentar conciencia ambiental.
7. La promoción y divulgación de estudios e investigaciones concernientes al ambiente.
8. El fomento de iniciativas públicas y privadas que estimulen la participación ciudadana en los problemas relacionados con el ambiente;
9. La educaci6n y coordinación de las actividades de la Administración Pública y de los particulares, en cuanto tengan relación con el ambiente;
10. El estudio de la política internacional para la defensa del ambiente, y en especial de la región geográfica donde está ubicada Venezuela;
11. Cualesquiera otras actividades que se consideren necesarias al logro del objeto de esta Ley.
www.mipunto.com


LEY ORGANICA DE AGUAS
LA ASAMBLEA NACIONAL
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DECRETA:
LEY DE AGUAS
Objeto
Artículo 1. Esta ley tiene por objeto establecer las disposiciones que rigen la gestión integral de las aguas, como elemento indispensable para el desarrollo sustentable del país.
Gestión Integral de las Aguas
Artículo 2. La gestión integral de las aguas comprende el conjunto de actividades de índole técnica, económica, financiera, institucional, gerencial, legal y operativa dirigidas al manejo del agua en beneficio colectivo, efectuadas de forma coordinada y en cooperación, considerando las aguas en todas sus formas y los ecosistemas naturales asociados, las cuencas hidrográficas que las contienen, los actores e intereses de los sectores usuarios, los diferentes niveles territoriales de gobierno y las políticas ambiental, de ordenación del territorio y de desarrollo socioeconómico del país.
Objetivos de la Gestión Integral de las Aguas

TITULO II
DE LA CONSERVACIÓN Y USO SUSTENTABLE DE LAS AGUAS
Capítulo III
Del control y manejo de la calidad de las aguas
Formas de control y manejo
TITULO III
DE LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE LOS POSIBLES EFECTOS
NEGATIVOS DE LAS AGUAS SOBRE LA POBLACIÓN Y SUS BIENES
Medidas para prevención y control



LEY ORGANICA TURISMO
LEY ORGANICA DE TURISMO
EXPOSICION DE MOTIVOS
DEL DECRETO CON FUERZA DE LEY ORGANICA DE TURISMO
La actividad turística en el país no ha tenido la trascendencia necesaria para convertirse en un factor de desarrollo económico y social debido a que no se ha considerado como una de las principales actividades económicas generadoras de divisas, lo que le ha restado importancia porque no se ha tenido en cuenta que el turismo puede crear una plataforma de desarrollo que puede convertirse en una de las primeras fuentes generadoras de empleo y, en consecuencia, de armonía social; además de coadyuvar al conocimiento y a la difusión de valores culturales, que debido a diversos factores no están al alcance del venezolano.
No se ha tenido la oportunidad de conocer al país en forma integral, dado que la demanda turística no se ha organizado de manera tal que la mayor parte de la población pueda acceder al conocimiento de Venezuela ocupando así, de forma positiva, sus vacaciones.
La Ley Orgánica de Turismo de 1998 otorgó a un solo ente un cúmulo de responsabilidades que impidieron se desarrollara de manera concurrente y armónica la actividad turística para que todos pudiéramos conocer al país. Por estas razones, se decide suprimir el Instituto Autónomo Corporación de Turismo de Venezuela y liquidar sus bienes con el fin de que el sector privado optimice la operatividad de los bienes turísticos nacionales que hoy le pertenecen a dicho Instituto.
Por primera vez en la historia constitucional venezolana se le otorga al turismo el carácter de actividad económica de interés nacional, prioritaria para el país en su estrategia de diversificación y desarrollo sustentable. Por estas razones, el Ejecutivo Nacional cumpliendo con el propósito de reorganizar el sistema socioeconómico de la República creó el Despacho del Viceministro de Turismo y en desarrollo de las disposiciones constitucionales, dicta el presente Decreto con fuerza de Ley Orgánica de Turismo.
Este Decreto Ley tiene como norte regular y controlar la política nacional de turismo, lo que constituye una ley marco del sector siendo su objeto regular la orientación, la facilitación, el fomento, la coordinación y el control de la actividad turística como factor de desarrollo económico y social del país, estableciendo los mecanismos de participación y concertación de los sectores públicos y privados en esa actividad para lograr el desarrollo humano integral, promoviendo a su vez el Estado, espacios para que las personas interactúen como usuarios y consumidores de bienes turísticos o como prestadores de servicios turísticos con el objeto de promover, apoyar y desarrollar la cultura popular en todos sus aspectos. La finalidad de este Decreto Ley es, además de establecer los lineamientos generales de acción de los organismos públicos y privados y preservar y garantizar los intereses del Estado en una actividad de importancia y trascendencia concreta en la transformación económica y social del país, regular la organización y funcionamiento del sistema turístico nacional
Se trata de un Decreto Ley que regula la organización y funcionamiento del sector turístico nacional; porque su ámbito de aplicación comprende los órganos e instituciones que desarrollan actividades relacionadas con el sector y los prestadores del servicio turístico; porque modifica la normativa relativa al Fondo Nacional de Promoción y Capacitación Turística haciéndolo más operativo en su funcionamiento; y porque establece los mecanismos de participación y concertación del sector público y privado en el sector.
Igualmente protege la primacía de los valores patrios para contribuir a fortalecer la identidad nacional; el fomento del respeto al derecho a la recreación; la reciprocidad y equidad turística a fin de fortalecer la imagen del país en la comunidad internacional y la solidaridad social; armonizando a su vez la rentabilidad y el progreso económico sustentable con la conservación del ambiente, la seguridad jurídica y la justicia; desarrollando normas claras y precisas para el cumplimiento de sus fines y objetivos.
Entre las innovaciones de este Decreto Ley, encontramos que el territorio nacional, en su conjunto, se considera como una unidad de destino turístico, con tratamiento integral, en su promoción, dentro y fuera del país y a la imagen de Venezuela, todo, como destino turístico.
Igualmente, dado el carácter de actividad prioritaria del turismo en su estrategia de diversificación y desarrollo sustentable, se dispone que los diferentes órganos y entes de la Administración Central y Descentralizada, en el ámbito de sus competencias, apoyen al Ministerio del ramo en el ejercicio de sus atribuciones bajo los principios que se establecen.
Por otra parte, se establecen las organizaciones de usuarios y consumidores turísticos, siendo su principal característica la participación masiva de los usuarios y consumidores turísticos en el disfrute del turismo y la recreación comunitarios; así como se dispone incluir en el Sistema de Seguridad Social programas destinados para que sus afiliados puedan beneficiarse de los servicios turísticos o recreacionales.
En el Decreto Ley, el Fondo Nacional de Promoción y Capacitación Turística, adquiere personalidad jurídica propia bajo la figura de un Instituto Autónomo, adscrito al Ministerio del ramo.
Igualmente, se le confiere rango legal al Consejo Superior de Turismo y se reconocen los Fondos Mixtos Estadales de Promoción y Capacitación para la Participación Turística como elementos de concertación de los sectores públicos y privados, que a su vez trabajarán coordinadamente con el Instituto Autónomo Fondo Nacional de Promoción y Capacitación para la Participación Turística.
Otras de las innovaciones de este Decreto Ley es el establecimiento de la planificación de la actividad turística, la coordinación del Plan Nacional de Desarrollo con el Plan Nacional Estratégico de Turismo y la exigencia de desarrollar el turismo de forma sustentable a fin de salvaguardar el medio ambiente.
Se definen, el turismo y la recreación para la comunidad como el servicio promovido por el Estado con el propósito de facilitar a las personas de ingresos económicos limitados el disfrute de actividades turísticas; así como los sistemas que se organicen para que dichas personas interactúen como usuarios y consumidores de servicios y bienes turísticos, o bien como prestadores de servicios turísticos con el fin de promover, apoyar y desarrollar la cultura popular en todos sus aspectos, cumpliéndose así los principios constitucionales.
Además, el turismo y la recreación para la comunidad tiene como propósito de que muchas personas del interior del país que viven de la economía informal en las urbes, se organicen en sus estados de origen formando parte de dicho sistema en una actividad económica prioritaria; sino también de fomentar el turismo y la recreación para la comunidad como la manera de incrementar la cultura turística y defender los derechos culturales y el ambiente.
Igualmente se establece, que el Ministerio del ramo fomentará y promoverá la participación de entes públicos y organismos privados en el desarrollo de la actividad turística, contemplándose a la vez un tratamiento preferencial para las personas de la tercera edad y discapacitados, y el apoyo a los planes y proyectos encaminados a promover el turismo para los menores y adolescentes pertenecientes a grupos sociales de ingresos limitados.
Dada la importancia que tiene la formación y la capacitación turística como soporte de la actividad turística, en el Decreto Ley se fijan contribuciones con ese propósito y se dictan normas de coordinación, muy especialmente con el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
A los fines de organizar de manera coherente la política turística en todo el territorio nacional, se regula en forma precisa lo concerniente a las zonas de interés turístico, zonas con vocación turística, incluyéndose las zonas geográficas turísticas.
Con el objeto de garantizar la integridad del patrimonio turístico y en particular, la seguridad de los turistas o usuarios turísticos, el Ejecutivo Nacional a través del Ministerio del ramo, fomentará el servicio de Guarda Turistas.
HUGO CHAVEZ FRIAS
Presidente de la República
En ejercicio de la atribución que le confiere el numeral 8, del artículo 236 de la

LEY ORGANICA DE EDUCACION
Gaceta Oficial N° 2.635 de fecha 28 de julio de 1980
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA
DECRETA:
la siguiente
LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN
TITULO IDISPOSICIONES FUNDAMENTALES
Artículo 1º: La presente Ley establece las directrices y bases de la educación como proceso integral; determina la orientación, planificación y organización del sistema educativo y norma el funcionamiento de los servicios que tengan relación con éste.
Artículo 2º: La educación es función primordial e indeclinable del Estado, así como derecho permanente e irrenunciable de la persona.
Artículo 3º: La educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada la familia como célula fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social; consustanciado con los valores de la identidad nacional y con la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana. La educación fomentará el desarrollo de una conciencia ciudadana para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, calidad de vida y el uso racional de los recursos naturales; y contribuirá a la formación y capacitación de los equipos humanos necesarios para el desarrollo del país y la promoción de los esfuerzos creadores del pueblo venezolano hacia el logro de su desarrollo integral, autónomo e independiente.
Artículo 4º: La educación, como medio de mejoramiento de la comunidad y factor primordial del desarrollo nacional, es un servicio público prestado por el Estado, o impartido por los particulares dentro de los principios y normas establecidos en la ley, bajo la suprema inspección y vigilancia de aquel y con su estímulo y protección moral y material.
Artículo 6º: Todos tienen derecho a recibir una educación conforme con sus aptitudes y aspiraciones, adecuada a su vocación y dentro de las exigencias del interés nacional o local, sin ningún tipo de discriminación por razón de la raza, del sexo, del credo, la posición económica y social o de cualquier otra naturaleza. El estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el cumplimiento de la obligación que en tal sentido le corresponde, así como los servicios de orientación, asistencia y protección integral al alumno, con el fin de garantizar el máximo rendimiento social del sistema educativo y de proporcionar una efectiva igualdad de oportunidades educacionales.
Artículo 7º: El proceso educativo estar estrechamente vinculado al trabajo, con el fin de armonizar la educación con las actividades productivas propias del desarrollo nacional y regional y deberá crear hábitos de responsabilidad del individuo con la producción y la distribución equitativa de sus resultados.
Artículo 11: Los medios de comunicación social son instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo; en consecuencia, aquellos dirigidos por el Estado serán orientados por el Ministerio de Educación y utilizados por éste en la función que le es propia. Los particulares que dirijan o administren estaciones de radiodifusión sonora o audiovisual están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la presente ley. Se prohíbe la publicación y divulgación de impresos u otras formas de comunicación social que produzcan terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres. Asimismo, la Ley y los reglamentos regularán la propaganda en defensa de la salud mental y física de la población.
CAPÍTULO XIDE LA EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR
Artículo 44: La educación extraescolar atenderá los requerimientos de la educación permanente. Programas diseñados especialmente proveer n a la población de conocimientos y prácticas que eleven su nivel cultural, artístico y moral y perfeccionen la capacidad para el trabajo. El Estado proporcionará en todos los niveles y modalidades la orientación y los medios para la utilización del tiempo libre.
Artículo 45: La educación extraescolar aprovechar las facilidades o recursos que para esta clase de educación posean las instituciones docentes públicas o privadas, los talleres libres de artes, las bibliotecas, las instalaciones deportivas y recreacionales, las industrias establecidas y demás posibilidades existentes dentro de las comunidades y utilizará al máximo la potencialidad educativa de los medios de comunicación social.

LEY DE PLANIFICACION Y ORGANIZACIÓN

La siguiente, Ley Orgánica para la Planificación y Gestión de la Ordenación del Territorio Objeto
Artículo 1.°
Esta Ley tiene por objeto establecer las disposiciones que regirán el proceso general para la Planificación y Gestión de la Ordenación del Territorio, en concordancia con las realidades ecológicas y los principios, criterios, objetivos estratégicos del desarrollo sustentable, que incluyan la participación ciudadana y sirvan de base para la planificación del desarrollo endógeno, económico y social de la Nación.
Ordenación del Territorio
Artículo 2. °
A los efectos de esta Ley, se entiende por Ordenación del Territorio a la política de Estado, dirigida a la promoción y regulación de la ocupación y uso del territorio nacional, a la localización y organización de la red de centros poblados de base urbana y rural, las actividades económicas y sociales de la población y la cobertura del equipamiento de infraestructuras de servicios, en armonía con el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y la prevención de riesgos naturales, en función de la protección y valoración del ambiente, a fin de lograr los objetivos del desarrollo sustentable, crear las condiciones favorables a la recepción del gasto público y la orientación de la inversión privada como parte integral de la planificación económica y social de la Nación.
Planificación y Gestión de la Ordenación del Territorio
Artículo 3. °
A los efectos de esta Ley, se entiende por Planificación y Gestión de la Ordenación del Territorio al proceso de naturaleza política, técnica y administrativa, dirigido a sistematizar la programación, evaluación, seguimiento y control de la ordenación del territorio, la cual forma parte del proceso de desarrollo sustentable del país, por lo que todas las actividades que se realicen a tal efecto deberán estar sujetas a las normas que regulan el Sistema Nacional de Planificación, y servirá de base espacial para los planes de desarrollo económico y social y los demás planes legalmente establecidos.
Definiciones
Artículo 4.°
A los efectos de esta Ley, se entenderá por:
Actividades de Importancia Nacional: Es el conjunto de acciones estratégicas nacionales que responden a las políticas de desarrollo económico y social del país, las cuales contribuyen a la implementación de la Planificación y Gestión de la Ordenación del Territorio.
Áreas de Protección: Se consideran áreas de protección, aquellas que por sus limitaciones para su intervención con fines urbanísticos, presenten algunas de las siguientes características: estar cubiertas de vegetación arbórea, ser áreas potencialmente inundables, constituir corredores de servicio, corresponder a zonas calificadas de inestables o de alto riesgo y las contenidas en leyes especiales.
Áreas Naturales Protegidas: Son aquellos espacios del territorio nacional donde existen recursos o elementos naturales como especies vegetales y animales, condiciones geomorfológicas y hábitat, de especial interés ecológico o escénicos, relevantes para la ciencia, la educación y la recreación, que deben ser sometidas a un régimen especial de manejo, para su conservación y manejo, según la categoría correspondiente.
Áreas de Uso Especial: Son aquellos espacios del territorio nacional que por sus características especiales, localización y dinámica, requieren ser sometidos a un régimen especial de manejo, a los fines de cumplir objetivos específicos de interés general como el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en ellos contenidos, la protección y recuperación de áreas degradadas, la conservación de bienes de interés histórico cultural y arqueológicos, la conservación de infraestructuras fundamentales y la seguridad y defensa de la Nación.
Consultas Públicas: Forman parte de un proceso participativo mediante el cual se convoca a los distintos sectores de la sociedad, para que opinen sobre los contenidos de las propuestas de los instrumentos de ordenación del territorio de carácter público.
Las consultas públicas se realizarán en los sitios de información o en otro designado al efecto; en ellas se presentará a conocimiento del público el anteproyecto en forma oral y escrita, y en ese mismo acto se recibirán aportes y observaciones de la comunidad organizada, sin perjuicio de las que puedan consignarse posteriormente, en el sitio de información, dentro del lapso que establezca el organismo competente.
Humedales: Terreno que sin poseer la consideración de lago o de río, tiene la necesaria extensión y permanece inundado durante el tiempo suficiente para permitir el desarrollo de comunidades biológicas propias y diferentes de las de su entorno.
Inicio de Construcción de Obra: Se entiende por inicio de construcción, cualesquiera actividades que persigan modificar el medio físico existente, tales como la deforestación, movimiento de tierra, demolición, construcción y refacción, con el fin de ejecutar un proyecto en particular.
Parcelamiento Urbanístico: Son las subdivisiones o modificaciones de parcelas existentes. Las parcelas integradas serán consideradas como una
unidad a los efectos urbanísticos y sólo podrán subdividirse nuevamente a los fines de su utilización, siempre que no se incremente la intensidad de uso del suelo prevista en la norma.
Participación Ciudadana: Es un proceso en el cual la sociedad civil organizada forma parte activa consciente y creadora de las decisiones que afectan su entorno ambiental y social, en función del mejoramiento de su calidad de vida y de su sustentabilidad. Éste implica la incorporación activa en la dinámica del quehacer cotidiano - la elaboración de alternativas para la resolución de problemas de la comunidad - la motorización de proceso de información y sensibilización hacia el resto de la comunidad - el conocimiento y cumplimiento de los deberes y derechos de los ciudadanos - y el fortalecimiento de las formas organizativas como instrumento de participación.
Territorio Nacional: Es el espacio continental e insular, lacustre y fluvial, mar

Publicada en Gaceta Oficial Nº 37.285 de fecha 18 de septiembre de 2001
http://www.leyesvenezolanas.com


DECRETO PARA LA CREACION DEL PARQUE NACIONAL SIERRA DE LA CULATA






Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso
Parque Nacional “Sierra de la Culata”
REPÚBLICA DE VENEZUELA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DECRETO N° 670 DE 10 DE MAYO DE 1995
Gaceta Oficial 4907 (Extraordinaria) de 26 de mayo de 1995 De conformidad con lo dispuesto en los artículos 6º, 17 y 35 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio y en concordancia con lo establecido en el Decreto Nº 276 del 07 de junio de 1989, publicado en la Gaceta oficial de la República de Venezuela Nº 4.106 Extraordinario del 09 de junio de 1989, contentivo del Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales, en Consejo de Ministros,
Decreta:
El siguiente Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional “Sierra de la Culata”
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1. Este Decreto tiene por objeto establecer las directrices, políticas y lineamientos que conforman el Plan de Ordenamiento del Parque Nacional Sierra de La Culata, creado mediante el Decreto Nº 640 del 07 de diciembre de 1989 publicado en la gaceta oficial Nº 34.439 del 29 de marzo de 1990, así como los criterios para asignar los usos, la zonificación de los mismos y las normas que desarrollarán tales usos y regularán las actividades que puedan ser realizadas, tanto por el sector público como por el privado.
Artículo 2. La administración y manejo del Parque Nacional Sierra de La Culata estará a cargo del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), conforme a lo establecido en el Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales, con las particularidades que se estipulan en este Decreto.

Parágrafo Único: El control del Plan de Ordenamiento del Parque Nacional corresponde al Director General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), quien en ejercicio de sus facultades otorgará las aprobaciones y autorizaciones que, conforme a la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, se requieren para tomar decisiones o realizar actividades que involucren la ocupación del Parque Nacional o la utilización de alguno de sus recursos, pudiendo delegar tal control en el Director Regional correspondiente.
Artículo 3. La administración y manejo del Parque Nacional tendrá como objetivo principal, la protección y conservación de los recursos naturales y el equilibrio ecológico, en beneficio del interés colectivo de las generaciones actuales y futuras.
Como objetivos secundarios, se tenderá a proporcionar a la colectividad facilidades para la educación, investigación científica, recreación y turismo en forma ordenada y dentro de la política de conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, respetando las potencialidades y restricciones propias de cada uno de los espacios que conforman el Parque Nacional.
TITULO II
PLAN DE ORDENAMIENTO
CAPÍTULO I
DE LOS OBJETIVOS DEL PARQUE
Artículo 4. El objetivo fundamental del Parque Nacional es preservar y conservar muestras relevantes y representativas de los ecosistemas y paisajes de montaña de la porción central de la Cordillera de los Andes Venezolanos, específicamente su ramal occidental, mediante el cumplimiento de los siguientes objetivos específicos:
1. Conservar muestras representativas de todos los ecosistemas asociados al relieve montañoso presentes en el Parque Nacional, tales como: Desierto Periglaciar, Páramos, Selva Nublada, Bosques Montanos Estacionales, Bosques Húmedos y Muy Húmedos.
2. Conservar la biodiversidad y el equilibrio ecológico, garantizando la continuidad de los procesos evolutivos, las migraciones animales y el normal flujo de materia y energía entre los ecosistemas en él contenidos.
3. Proteger los rasgos geomorfológicos naturales, presentes en los ambientes andino y altiandino.
4. Preservar las formaciones boscosas de coloradito (Polylepis serícea) y los ambientes periglaciares de la alta montaña, que por su fragilidad son susceptibles a ser degradados por influencia antrópica.
5. Proteger y preservar los hábitat de especies de flora y fauna endémicas, poco comunes, vulnerables o en peligro de extinción.
6. Proteger especies vegetales y animales de importancia etnobiológica.
7. Conservar el reservorio genético silvestre.
8. Conservar los sitios, objetos y estructuras de nuestro patrimonio histórico cultural.
9. Conservar los paisajes naturales, genuinos representantes de la Región Andina Venezolana.
10. Controlar la erosión y la generación de sedimentos, a fin de proteger inversiones en áreas localizadas fuera del Parque Nacional.
11. Conservar todas sus cuencas hidrográficas y la cantidad, calidad y flujo de sus aguas, para garantizar el abastecimiento a importantes centros poblados de la región y la continuación y desarrollo de las actividades agrícolas e industriales en su zona de influencia, permitiendo así mantener la dinámica funcional de la región.
12. Recuperar áreas o recursos naturales degradados.
13. Brindar condiciones naturales óptimas para el desarrollo de investigaciones científicas.
14.Proporcionar medios y oportunidades para la educación de la colectividad, en especial la educación ambiental, a fin de desarrollar e incrementar la conciencia conservacionista de la población.
15. Ofrecer a la colectividad oportunidades para la recreación y el turismo, a través del fomento de actividades acordes con el mantenimiento de las condiciones naturales del Parque Nacional.
16. Contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de las áreas aledañas al Parque Nacional así como la de las poblaciones ubicadas en las zonas de Uso Especial con Características Histórico-Culturales y de Amortiguación, a través del flujo de recursos económicos generados por las actividades autorizadas a los habitantes y a los visitantes del Parque Nacional, en especial el ecoturismo.
17. Velar por el mantenimiento de la calidad ambiental de todos sus ecosistemas.
18. Contribuir al desarrollo regional a través del flujo de recursos y servicios que aporta el Parque Nacional a la dinámica funcional de la región y el país.
CAPÍTULO II
DE LOS OBJETIVOS DEL PLAN
Artículo 5. El objetivo del Plan de Ordenamiento del Parque Nacional Sierra de La Culata es presentar lineamientos y directrices para la ordenación y el desarrollo gradual y equilibrado del Parque Nacional, orientados hacia el cumplimiento de los objetivos de su creación, garantizando la conservación, de los recursos naturales y culturales allí contenidos, a través de la zonificación de usos y su reglamentación.
Artículo 6. El Plan de Ordenamiento se desarrollará a través de la instrumentación de programas de manejo formulados de acuerdo a los lineamientos de la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales y las particularidades del Parque, atendiendo a las directrices para su conservación y desarrollo integral con miras a garantizar la protección, investigación, educación, recreación y turismo ambientalmente concebidos.
CAPÍTULO III
DE LAS DIRECTRICES PARA LA PROTECCIÓN Y DESARROLLO INTEGRAL
Artículo 7. La protección integral del Parque Nacional se cumplirá dentro de la política de conservación, defensa y mejoramiento del ambiente y de los Recursos Naturales, como objetivo del más alto interés nacional y sujeta a las siguientes directrices:
1. Proteger y mantener las condiciones naturales en los ambientes prístinos o poco perturbados.
2. Restaurar los hábitat, comunidades y especies afectadas o degradadas por la acción antrópica.
3. Instrumentar en forma prioritaria Programas de Protección y de Información y Extensión, a fin de resguardar los valores naturales del Parque Nacional.
4. Difundir los valores sociales, científicos y recreativos presentes en el Parque Nacional, como figura jurídica que les establece un régimen de protección y administración especial.
5. Realizar el registro de Actividades Agropecuarias de los fundos existentes dentro del Parque Nacional, a los fines de supervisar y controlar la continuación temporal de tales actividades.
6. Normar la ganadería extensiva comunal practicada en los páramos del Parque Nacional hasta tanto se realicen los estudios técnicos que permitan determinar el impacto de tal actividad sobre los recursos naturales del Parque.
7. Establecer pautas para el control y la estabilización de usos con tradición dentro del Parque Nacional, minimizando sus efectos negativos sobre el ambiente y conduciéndolos dentro de una política de mejoramiento ambiental.
8. Desarrollar un programa tendente a establecer un mayor intercambio y flujo de información entre las comunidades establecidas dentro y en la periferia del Parque Nacional y los técnicos encargados de la administración y manejo del mismo, con el propósito de lograr una mayor participación ciudadana en la búsqueda de soluciones a los problemas que el Parque Nacional conforta.
9. Desarrollar actividades de seguimiento ambiental físico, de la fauna y de la vegetación.
10. Desarrollar programas interpretativos de los recursos y valores del Parque Nacional a fin de difundirlos a nivel local, nacional e internacional.
11.Acopiar y utilizar en forma organizada el conocimiento científico sobre los elementos, estructuras y procesos de los recursos físico bióticos, paleontológicos y arqueológicos y fomentar la participación activa de las universidades e instituciones, de reconocida solvencia científica, en los programas pertinentes.
12. Erradicar o reubicar los usos y actividades no cónsonos con los objetivos y la filosofía de manejo del Parque Nacional.
13. Diseñar las infraestructuras y organizar las actividades de prestación de servicios esenciales al público, de manera que se integren y mimeticen con el ambiente, procurando no causar impactos negativos.
14. Defender y mantener los valores arqueológicos, histórico-culturales y tradicionales de la región.
15. Satisfacer adecuadamente la demanda educativa, recreacional y turística de la colectividad, mediante el fomento del uso adecuado de los espacios y recursos del Parque Nacional.
16. Armonizar el interés social y económico de la población adyacente con los valores ambientales del Parque Nacional.
17. Sanear legalmente la superficie territorial que conforma el Parque Nacional mediante la realización de un Programa de Avalúos que permita asignar un orden de prioridad de saneamiento a cada fundo, en base al riesgo ambiental que los mismos imponen al Parque Nacional y a los objetivos de su zonificación.
18. Realizar estudios de la dinámica poblacional de las comunidades ubicadas dentro del Parque Nacional, a objeto de promover su desarrollo armónico y equilibrado respecto al Parque Nacional.
19. Establecer en el sector Pico El Águila, sitio donde convergen diferentes usos y actividades donde generan una situación de conflicto ambiental, una efectiva organización del espacio a fin de armonizarlos con los objetivos del Parque Nacional, determinando a su vez los plazos para la reubicación de aquellos usos que no sea posible adecuar.
20. Evaluar las áreas adyacentes al Parque Nacional con el fin de asegurar que no se interrumpan totalmente los flujos genéticos y de energía hacia los ecosistemas protegidos, permitiendo así una mayor protección de los recursos naturales, históricos y etnológicos en ellas contenidos.
CAPÍTULO IV
DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS, ESCÉNICOS, HISTÓRICO-CULTURALES Y SOCIO-ECONÓMICOS RELEVANTES
Artículo 8. Se consideran recursos biológicos de alta fragilidad y relevancia en el Parque Nacional Sierra de La Culata los siguientes:
a. Los Ambientes Desérticos Periglaciares.
b. Las formaciones de Páramo.
c. Las formaciones de Selva Nublada y Bosques Húmedos.
d. Las Comunidades de Coloradito (Polylepis serícea)
e. Las especies vegetales de valor etnobotánico.
f. Las especies biológicas consideradas raras, endémicas o de distribución restringida.
g. Las especies faunísticas consideradas vulnerables o en peligro de extinción, entre las cuales se cuentan el oso frontino (Tremarctos ornatus)
, el puma o león americano (Felis concolor), el tigre o jaguar (Phantera onca), el tapir o danta (Tapirus terrestris),
el zorro (Procyon cancrivorus), la lapa serranera (Agouti taczanowskii), la lapa (Agouti paca), el paují copete de piedra (Pauxi pauxi), el águila real (Geranoaetus melanoleucus), el condor de los Andes (Vultur gryphus), y el conejo de páramo (Silvilagus brasiiensis meridensis).
h. Las especies objeto de programas de reintroducción y repoblamiento, como el Cóndor de los Andes.
i. La fauna acuícola autóctona presente en ambientes hídricos no colonizados por las truchas (Salmo gairdnerii y Salvelinus fontinalis), así como otras especies que utilizan estos ambientes en alguna fase de su vida.
j. Las comunidades vegetales macro y microscópicas de los ambientes de laguna de páramo.
Parágrafo Único: Esta lista solamente refleja de manera parcial el conocimiento actual de los recursos biológicos del Parque Nacional, en la medida en que estudios pertinentes comprueben la existencia de otras especies, éstas pasarán a ser parte reconocida de su patrimonio.
Artículo 9. Los recursos escénicos de relevancia que caracterizan al Parque Nacional son:
a. Los ambientes de Desierto Periglaciar.
b. los paisajes producto del modelado glaciar del Cuaternario.
c. Los páramos en general, teniendo especial interés aquellos denominados: El Tambor, El Campanario, La Culata, Piedras Blancas, Siete Lagunas, Los Torres, El Escorial, La Estrella y Hato Viejo, con sus características particulares.
d. Las áreas ocupadas por vegetación natural inalterada o poco alterada.
e. Las lagunas, pantanos, turberas, cascadas y ríos del Parque Nacional.
f. Los ecotonos entre las distintas formaciones vegetales que el Parque Nacional contiene.
g. Las nevadas estacionales y sus áreas de ocurrencia eventual, donde tiene fácil acceso el público.
h. Las áreas de las cuencas altas de los ríos Capáz, Chirurí, Torondoy, Pocó y Buena Vista, desde donde se tiene una visión panorámica de la zona sur del Lago de Maracaibo.
Artículo 10. Los recursos histórico-culturales más importantes del Parque Nacional son:
a. Los restos de estructuras y piezas de valor arqueológico patrimonial de las culturas precolombinas que han estado presentes en el área.
b. Los rasgos y tipologías arquitectónicas tradicionales y las formas o modos de vida caracterizados por sistemas de producción y técnicas de cultivos tradicionales, que aún prevalecen en los sitios poblados dentro del Parque Nacional.
Artículo 11. Los recursos socio-económicos aprovechables dentro del Parque Nacional son:
a. Las diferentes artesanías tradicionales elaboradas por sus pobladores.
b. El transporte en bestias por las áreas permitidas.
c. El desarrollo de circuitos de recreación y turismo.
d. Las actividades agropecuarias, tradicionales no degradantes, desarrolladas por los habitantes del Parque Nacional.
e. Las posadas turísticas, enmarcadas dentro de la actividad agrícola tradicional.
CAPÍTULO V
DE LA ZONIFICACIÓN
Artículo 12. A los fines de su ordenación y manejo, el Parque Nacional ha sido objeto de una zonificación de usos, de acuerdo a la singularidad, fragilidad, valor de los recursos naturales de cada uno de los espacios que lo conforman y de los usos y actividades existentes para la fecha de su creación. Las zonas resultantes se corresponden con las definiciones establecidas en el Reglamento Parcial de la Ley
Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales, las cuales se enumeran a continuación:
I.ZONA DE PROTECCIÓN INTEGRAL (PI).
II.ZONA PRIMITIVA O SILVESTRE (P).
III. ZONA DE AMBIENTE NATURAL MANEJADO (ANM).
IV.ZONA DE RECUPERACIÓN NATURAL (RN).
V. ZONA DE RECREACIÓN (R).
VI.ZONA DE SERVICIOS (S).
VII.ZONA DE USO ESPECIAL CON CARACTERISTICAS HISTORICO-CULTURALES
(UECHC).
VIII. ZONA DE AMORTIGUACIÓN (A).
IX.ZONA HISTORICO-CULTURAL (HC).
X. ZONA DE USO ESPECIAL PARA INVESTIGACION (UEI).
Las zonas a que hace referencia el presente artículo han sido descritas siguiendo accidentes naturales, curvas de nivel, y la poligonal del Parque Nacional, tal como sigue a continuación:
I. ZONA DE PROTECCIÓN INTEGRAL (PI).
I.1. (Al noreste de Mérida). Partiendo de la estribación oeste de la Loma del Viento, a una altitud de 2.600 m.s.n.m., se asciende por dicha estribación hasta alcanzar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable noreste-este hasta interceptar el río Montalbán, se asciende luego por el curso del mencionado río hasta interceptar la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable este-noreste-norte-sureste-este, hasta alcanzar la quebrada La Vergara, se desciende luego por la mencionada quebrada hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional, se prosigue luego por la mencionada poligonal con dirección variable suroeste-oeste pasando por los botalones PNSC-172, PNSC-173, PNSC-174, hasta interceptar el botalón PNSC-175, a partir de este punto se continúa por la curva de nivel 2.600 m.s.n.m. con dirección variable suroeste-sureste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre la quebrada El Peñón y un afluente sin nombre de dicha quebrada, se desciende luego por esta divisoria hasta interceptar el botalón PNSC-176. Se
prosigue luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sur-suroeste pasando por el botalón PNSC-177, hasta interceptar la quebrada Milla, se asciende luego por esta quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 2.400 m.s.n.m., luego se continúa por dicha cota con dirección variable noroeste-suroeste hasta interceptar el botalón PNSC-180, de aquí se prosigue por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sur-suroeste pasando por el botalón PNSC-181, hasta alcanzar el botalón PNSC-182 a una altitud de 2.400 m.s.n.m. Se continúa luego por dicha curva de nivel con dirección variable noroeste-suroeste hasta interceptar el botalón PNSC-188, de aquí se asciende por la divisoria de aguas entre la quebrada La Portuguesa y un afluente sin nombre, por la margen derecha de la misma quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 2.600 m.s.n.m., se prosigue luego por esta cota con dirección variable noroeste-suroeste hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
I.2. (Páramo el Escorial). Partiendo del punto donde la divisoria de aguas entre la quebrada Las Bolsas y un afluente por la margen izquierda del río Mucujún, entre lo botalones PNSC-169 y PNSC-170, se asciende luego por esta divisoria hasta alcanzar la curva de nivel 3.800 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha cota con dirección variable sur-suroeste hasta cortar la divisoria de aguas entre los ríos Chama y Mucujún, se desciende luego por dicha divisoria de aguas hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional, se continúa luego por dicha poligonal con dirección variable noreste, pasando por los botalones PNSC-164, PNSC-165, PNSC-166, PNSC-167, PNSC-168 y PNSC-169, hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
I.3. (Al este de la población de Torondoy). A partir del botalón PNSC-44, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable este-noroeste-noreste-norte, pasando por los botalones PNSC-45, PNSC-46, PNSC-47, PNSC-48, PNSC-49, PNSC-50, PNSC-51, hasta interceptar la curva de nivel 2.000 m.s.n.m., entre dicho botalón y el PNSC-52, de allí, se continúa luego por dicha cota con dirección variable noroeste-norte-noreste hasta interceptar el botalón PNSC-58, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste hasta interceptar el botalón PNSC-59 ubicado a una altitud de 2.400 m.s.n.m., a partir de este punto se asciende por la divisoria de aguas entre la quebrada La Garrapata y el río Chirurí, continuándose luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar el botalón PNSC-61, se prosigue luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste hasta interceptar el botalón PNSC-63, a partir de este punto se desciende por la divisoria de aguas entre las quebradas El Molino y La Garrapata, hasta interceptar la curva de nivel 2.600 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable sur-sureste-suroeste hasta interceptar la quebrada El Molino, se asciende luego por dicha quebrada hasta cortar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., se prosigue luego por la mencionada cota con dirección variable noroeste-suroeste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre la quebrada Piedras Blancas y el río Mucumpate, se desciende luego por esta divisoria de aguas hasta interceptar el botalón PNSC-44, punto inicial de la presente descripción.
I.4. (Serranía de Capáz). Partiendo de la estribación oeste de la Fila El Palmar, en la curva de nivel 1.600 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable noreste-sureste-norte, hasta interceptar una quebrada afluente por la margen izquierda del Río Frío, se desciende luego por dicha quebrada hasta cortar la curva de nivel 1.400 m.s.n.m., se prosigue luego por la mencionada cota hasta alcanzar la divisoria de aguas entre río Río Frío y la quebrada El Charal, se asciende luego por esta divisoria de aguas hasta interceptar la curva de nivel 2.200 m.s.n.m., se continúa luego por esta cota con dirección variable noreste-sureste-sur-norte-este, hasta interceptar la quebrada Agua Blanca, se desciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 1.800 m.s.n.m., se continúa luego por la mencionada curva de nivel con dirección variable noreste-noroeste-norte hasta interceptar la quebrada La Loma, se asciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 2.200 m.s.n.m., se prosigue luego por la mencionada curva de nivel con dirección variable noroeste-norte-noreste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre dos afluentes sin nombre del río El Oso. Se desciende luego por dicha divisoria de aguas hasta interceptar la curva de nivel de 1.600 m.s.n.m., se prosigue luego con dirección variable sureste hasta interceptar la divisoria de aguas entre las quebradas Punta de Piedra y Agua Blanquita, se asciende luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar la curva de nivel 2.200 m.s.n.m., se prosigue luego por la citada cota con dirección variable este-sureste-noreste hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional. Se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste, pasando por los botalones PNSC-39, PNSC-40, PNSC-41, a partir de este punto se asciende por la divisoria de aguas entre dos quebradas sin nombre, afluentes del río Mucumamó, hasta interceptar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable suroeste-sur-noroeste, hasta alcanzar las divisoria de aguas entre el río San Pedro y el río Mucumamó, se asciende luego por esta divisoria de aguas hasta interceptar la curva de nivel 3.200 m.s.n.m., se continúa luego por esta curva de nivel con dirección variable suroeste-oeste-noroeste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre los ríos Tucaní y San Pedro, se asciende luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar el punto donde confluyen las divisoria de agua de los ríos Tucaní, San Pedro y Mucumamó. A partir de este punto se continúa por la divisoria de aguas entre los ríos Tucaní y Mucumamó, con dirección variable sur-suroeste, hasta alcanzar la divisoria de aguas entre los ríos Tucaní y Mucujún, a partir de este punto se continúa por esta divisoria de aguas con dirección variable suroeste hasta interceptar la divisoria de aguas entre los ríos San Antonio y Mucujún, se continúa luego con dirección variable suroeste hasta alcanzar el punto donde confluyen las divisorias de aguas entre los ríos: Río Frío, San Antonio y Las González, a partir de este punto se desciende por la divisoria de aguas entre dos quebradas afluentes del río Río Frío hasta interceptar la curva de nivel 3.800 m.s.n.m., continuándose luego por la mencionada cota con dirección variable suroeste-sur hasta alcanzar la divisoria de aguas entre los ríos Las González y Blanco. A partir de este punto se desciende por esta divisoria de aguas hasta interceptar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., se continúa luego por la mencionada curva de nivel con dirección variable norte-noreste hasta interceptar una quebrada sin nombre, afluente por la margen orográfica derecha del río Capáz, se asciende por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable noreste-norte hasta interceptar el punto donde confluyen las divisorias de aguas entre los ríos:
Guachizón, Limones y Ron, se continúa luego descendiendo por la divisoria de aguas entre los ríos Limones y Ron hasta interceptar la curva de nivel 2.400 m.s.n.m., se prosigue luego por esta cota con dirección variable suroeste hasta interceptar el botalón PNSC-203, ubicado en la quebrada El Diablo, luego se continúa aguas abajo por dicha quebrada hasta alcanzar la cota 1.600 m.s.n.m., continuándose luego por dicha curva de nivel con dirección variable noroeste-noreste-norte hasta interceptar el punto inicial de la presente descripción.
II. ZONA PRIMITIVA O SILVESTRE (P).
Forman parte de esta Zona todas aquellas áreas que no aparecen descritas como integrantes de las restantes zonas que, junto con esta, componen el Parque Nacional Sierra de La Culata.
III. ZONA DE AMBIENTE NATURAL MANEJADO (ANM).
III.1. (Los Háticos, al norte de Micuyes). Se comienza en el punto donde la divisoria de agua entre la quebrada La Sucia y La Fría corta la curva de nivel 3.100 m.s.n.m., se continúa por dicha curva de nivel, con dirección variable norte-noreste, hasta interceptar el curso de agua de la naciente derecha orográfica de la quebrada La Sucia, se desciende luego por dicho afluente hasta alcanzar la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., de allí se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable oeste-sur-oeste, hasta alcanzar la divisoria de agua entre las quebradas La Fría y La Sucia, ascendiendo por esta divisoria de aguas, hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.2. (Al norte de Cacute). A partir del punto donde se intercepta la quebrada Sinigüis con la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable sureste-noreste hasta alcanzar la quebrada Cacutica, se asciende luego por dicha quebrada hasta interceptar el botalón PNSC-155, de allí se continúa por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sur-suroeste-noreste-sur hasta alcanzar el botalón PNSC-157, ubicado sobre la quebrada Sinigüis en la cota 2.600 m.s.n.m., se asciende luego por dicha quebrada hasta el punto inicial de la presente descripción.
III.3. (Al norte de Mucurubá). Partiendo del punto donde la curva de nivel 3.600 m.s.n.m., corta la quebrada El Rincón, se continúa por esta curva de nivel con dirección variable noreste-norte-sureste hasta interceptar el botalón PNSC-149, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sur-suroeste-noroeste-oeste hasta interceptar el botalón PNSC-152, ubicado sobre la quebrada El Rincón a una altura de 3.400 m.s.n.m., se asciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.4. (Al norte de la Laguna de Mucubají). Partiendo del punto donde la curva de nivel de 4.000 m.s.n.m., intercepta la estribación mas al sur de la Peña Colorada, cortando el lindero del Parque Nacional entre los botalones PNSC-139 y PNSC-140, se continúa luego por dicha curva de nivel con dirección variable noreste hasta interceptar un afluente por la margen derecha de la quebrada El Gavilán. Se desciende luego por dicho afluente hasta interceptar la curva de nivel 3.400 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha curva de nivel con dirección variable sureste-noreste hasta interceptar la divisoria de aguas entre un afluente sin nombre de la quebrada El Gavilán y la quebrada Los Pinos. Se asciende luego por dicha divisoria hasta interceptar la curva de nivel 3.600 m.s.n.m., se continúa luego por dicha curva de nivel con dirección variable noreste-norte hasta interceptar la quebrada Los Pinos, se asciende luego por dicha quebrada hasta interceptar la curva de nivel 3.800 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha cota con dirección variable noreste hasta cortar un afluente sin nombre, por la margen izquierda de la quebrada Hato Viejo, se desciende luego por dicho afluente hasta interceptar el botalón PNSC-136, se prosigue luego por la
poligonal del Parque Nacional con dirección variable suroeste-oeste, pasando por los botalones PNSC-137, PNSC-138 y PNSC-139, hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.5. (Al oeste de Pueblo Llano). A partir del punto donde la divisoria de aguas entre las quebradas El Pueblo y La Capellanía corta la curva de nivel 3.600 m.s.n.m., se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable oeste-norte-noreste-este, hasta alcanzar la divisoria de aguas entre dos quebradas sin nombre afluentes por la margen izquierda de la quebrada La Capellanía, se desciende luego por esta divisoria hasta interceptar la poligonal de Parque Nacional. Se prosigue luego por dicha poligonal con dirección variable sur-suroeste, pasando por botalón PNSC-130, hasta interceptar botalón PNSC-131, ubicado en la divisoria de aguas entre las quebradas El Pueblo y La Capellanía, se asciende luego por dicha divisoria hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.6. (Al norte de Pueblo Llano, sector La Culata). Partiendo del punto donde confluyen las divisorias de aguas de las quebradas El Durí y El Boquerón y del río Pueblo Llano, se continúa por esta divisoria de aguas hasta alcanzar el punto donde confluyen las divisorias de aguas entre dos quebradas sin nombre, afluentes de la quebrada Tuñame, y el río Pueblo Llano, se asciende luego por dicha divisoria hasta interceptar la curva de nivel 3.400 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable suroeste hasta interceptar la divisoria de aguas entre la quebrada El Durí y un afluente intermitente sin nombre, por la margen izquierda de la quebrada Tuñame, se desciende luego por dicha divisoria hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional, luego se prosigue por dicha poligonal con dirección variable noreste-sureste-este hasta alcanzar la divisoria de aguas entre dos quebradas sin nombre, afluentes del río Pueblo Llano se asciende luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.7. (Al este de Timotes). Partiendo del punto donde la divisoria de aguas entre la quebrada El Muerto y un afluente sin nombre, por la margen izquierda de dicha quebrada, interceptan la poligonal del Parque Nacional entre los botalones PNSC-119 y PNSC-120, se continúa por dicha poligonal con dirección variable este-sureste-noreste, pasando por el botalón PNSC-120 hasta interceptar el botalón PNSC-121, desde este punto se asciende por la divisoria de aguas entre las quebradas Juan Martín y Durí hasta alcanzar la curva de nivel 3.400 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable sur-suroeste-oeste, hasta interceptar la divisoria de aguas entre la quebrada El Muerto y un afluente sin nombre, por la margen izquierda de la mencionada quebrada, se desciende luego por dicho afluente hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.8. (Al este de El Arbolito). A partir del punto donde la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., corta la poligonal del Parque Nacional entre los botalones PNSC-71 y PNSC-72, se continúa por dicha curva de nivel con dirección noreste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre las quebradas La Natosa y El Perol, se desciende luego por dicha divisoria hasta alcanzar la poligonal del Parque Nacional, siguiendo por dicha poligonal con dirección variable sureste-noreste, pasando por los botalones PNSC-97 y PNSC-98, hasta interceptar la curva de nivel 3.200 m.s.n.m., se continúa luego por esta cota con dirección variable norte hasta alcanzar la divisoria de aguas entre las quebradas El Fraile y la Quebrada Agua Blanca, se asciende luego por esta divisoria de aguas hasta interceptar la curva de nivel con dirección variable norte-oeste hasta interceptar el botalón PNSC-71, se prosigue luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable noroeste hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
III.9. (Al sur de San Cristóbal de Torondoy). A partir del botalón PNSC-59, se prosigue por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable noreste-
sureste-suroeste, pasando por el botalón PNSC-60 hasta interceptar el botalón PNSC-61, desde este último botalón se continúa por la divisoria de aguas entre la quebrada La Garrapata y el río Chirurí, luego se desciende por dicha divisoria hasta el botalón PNSC-59, punto de partida de esta descripción.
III.10. (Al este de la población de Torondoy). Desde el botalón PNSC-52, se continúa por el lindero del Parque Nacional con rumbo variable noroeste-norte-oeste-noreste-sureste-este, pasando por los botalones PNSC-54, PNSC-55, PNSC-56 y PNSC-57, hasta alcanzar el botalón PNSC-58, ubicado a 2.000 m.s.n.m.. Se continúa por dicha curva de nivel, con dirección variable oeste-suroeste-sur-sureste hasta interceptar la poligonal del Parque, entre los botalones PNSC-51 y PNSC-52, de allí se continúa por la poligonal del Parque, hacia el sur-oeste, hasta encontrar el punto inicial de la presente descripción.
III.11. (Al sur de la población de Torondoy). Partiendo del botalón PNSC-42, se prosigue por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste-sur hasta interceptar el botalón PNSC-43, de allí se asciende por la estribación este del cerro La Palma hasta interceptar la curva de nivel 3.200 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable este-sureste, hasta interceptar la quebrada Piedras Blancas, luego se asciende por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 3.600 m.s.n.m., luego se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable suroeste-sur-noreste hasta interceptar el camino que conduce desde El Banco a La Mucumpate, se continúa luego por dicho camino hasta interceptar la curva de nivel 3.200 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha cota con dirección variable noroeste-norte hasta cortar la estribación norte del cerro La Vieja, se desciende luego por dicha estribación hasta alcanzar el botalón PNSC-42, punto inicial de esta descripción.
III.12. (Cuenca de Tucaní). A partir del punto donde el río Tucaní corta la poligonal del Parque Nacional se sigua aguas arriba por dicho río hasta alcanzar el punto donde desemboca sobre la quebrada La Honda, luego se asciende por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 1.800 m.s.n.m., de allí se prosigue por dicha curva de nivel con dirección variable suroeste hasta alcanzar nuevamente la poligonal del Parque Nacional en el botalón PNSC-22, continuándose por la poligonal del Parque Nacional, con dirección variable noroeste hasta el punto inicial de la presente descripción.
III.13. (Al este de La Azulita). A partir del botalón PNSC-224, ubicado sobre la quebrada El Diablo, se asciende por dicha quebrada hasta interceptar la curva de nivel 1.200 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha cota con dirección variable suroeste-sur hasta interceptar un afluente por la margen derecha de la quebrada El Trigal, se desciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar la poligonal del Parque Nacional, se continúa luego por dicha poligonal con dirección variable norte-noreste, pasando por el botalón PNSC-223 hasta interceptar el botalón PNSC-224, punto inicial de la presente descripción.
III.14. (Al sureste de La Azulita). Partiendo del botalón PNSC-221, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable este-noreste hasta interceptar el botalón PNSC-222, ubicado sobre el río Capáz, luego se asciende por el mencionado río hasta interceptar el botalón PNSC-208, de este punto se continúa por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable suroeste hasta alcanzar el botalón PNSC-210, a partir de allí se continúa en línea recta con rumbo noroeste hasta interceptar el botalón PNSC-221, punto de partida de la presente descripción.
III.15. (Al noroeste de Jají). Comprende la carretera que conduce desde la comunidad Miraflores (ubicada al noroeste de Jají) a el sector El Olvido en la cuenca del río Capáz, su calzada, más una franja de veinte (20) metros a ambos lados de la vía.
III.16. (Cuenca del río Mucujún). A partir del punto donde la curva de nivel 3.200 m.s.n.m., corta la quebrada La Vergara, se continúa por esta cota con dirección variable noreste hasta interceptar la quebrada La Caña, luego se continúa aguas abajo por dicha quebrada hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional, siguiendo luego por dicha poligonal con dirección variable sur-suroeste pasando por los botalones PNSC-170 y PNSC-171 hasta interceptar la quebrada La Vergara, se asciende luego por dicha quebrada hasta el punto inicial de la presente descripción.
III.17. (Carretera que conduce de Pico El Águila a la población de Piñango). Una franja de veinte (20) metros a ambos lados y paralela a dicha carretera.
III.18. (Pico El Águila). La divisoria de aguas entre las cuencas de los ríos Chama y Santo domingo, circunscrita por la curva de nivel 4.040 m.s.n.m., la Carretera Trasandina al norte y la Peña Colorada al sur.
III.19. (Sector Mifafi). Una franja de diez (10) metros a ambos lados y paralela al camino carretero que comunica las cuencas altas de los ríos Chama y Torondoy (antigua carretera de Piñango), en el tramo que va desde el puesto de guardaparques de Mifafi hasta el último valle amplio donde se localiza el picacho conocido como el Domo, todo dentro de la cuenca del río Chama.
IV. ZONA DE RECUPERACION NATURAL (RN).
IV.1. (Al norte de la población de Tabay). A partir del punto donde la curva de nivel 2.600 m.s.n.m., corta la divisoria de aguas entre el río Mucujún y una quebrada sin nombre, afluente por la margen derecha del río Chama, se continúa luego por esta curva de nivel con dirección variable noreste hasta interceptar la quebrada La Fría, se desciende luego por esta quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 2.400 m.s.n.m., se prosigue luego por esta cota con dirección variable sureste-noreste-sur hasta interceptar la divisoria de aguas entre las quebradas La Sucia y La Virgen, se desciende luego por esta divisoria hasta interceptar el botalón PNSC-160. Se prosigue luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable suroeste-oeste pasando por los botalones PNSC-161, PNSC-162 y PNSC-163, hasta alcanzar la divisoria de aguas entre los ríos Mucujún y Chama, se asciende luego por esta divisoria de aguas hasta interceptar el punto de partida de la presente descripción.
IV.2. (Al noreste de la población de la Azulita). A partir del punto donde la quebrada El Baho corta la poligonal del Parque Nacional, entre los botalones PNSC-225 y PNSC-226, se prosigue aguas arriba por la quebrada El Baho hasta su intersección con la curva de nivel 1.400 m.s.n.m.. Luego se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable suroeste-sureste, hasta su intersección con la quebrada El Diablo. Posteriormente se prosigue aguas abajo por dicha quebrada hasta alcanzar el botalón PNSC-224, se continúa por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable noreste hasta llegar el punto inicial de la presente descripción.
V. ZONA DE RECREACIÓN (R).
V.1. (Laguna de Los Guaches). Desde el punto donde la carretera Trasandina corta la divisoria de aguas entre las cuencas de los ríos Motatán y Santo domingo, a una altitud aproximada de 3.930 m.s.n.m., se continúa por dicha carretera hacia el norte hasta encontrar el ramal carretero que conduce hasta la Laguna Los Guaches. Se asciende por dicha carretera hasta alcanzar la curva de nivel 3.920 m.s.n.m., continuándose luego por dicha curva de nivel hacia el noreste hasta alcanzar una quebrada intermitente, afluente del río Motatán, continuándose aguas arriba por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 4.000 m.s.n.m., luego se prosigue por esta curva de nivel con dirección variable sureste-suroeste hasta interceptar la estribación suroeste del Picacho El Gavilán, de allí se sigue en línea recta hacia el noroeste, hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
V.2. (La Culata). Comienza en el punto donde la poligonal del Parque intercepta el río Mucujún, se asciende por dicho río hasta alcanzar la curva de nivel 3.140 m.s.n.m., de allí se continúa por dicha curva de nivel con dirección variable sureste-suroeste, hasta alcanzar la divisoria de agua entre las quebradas La Barrosa y Las Bolsas, descendiendo luego por dicha divisoria de agua, hasta alcanzar la poligonal del Parque, de allí se continúa hacia el norte por dicha poligonal, hasta el punto inicial de la presente descripción.
VI. ZONA DE SERVICIOS (S).
VI.1. (Pico El Águila). A partir del punto donde la curva de nivel 4.100 m.s.n.m., corta el antiguo camino Apartaderos-Timotes, se continúa luego por dicho camino con dirección noreste, remontando la divisoria de aguas entre los ríos Chama y Motatán hasta alcanzar nuevamente la curva de nivel 4.100 m.s.n.m.. De aquí se continúa por dicha cota con dirección variable sureste-sur hasta alcanzar la estribación este del Alto de Timotes, se asciende luego por esta estribación hasta alcanzar la cota 4.200 m.s.n.m., se continúa luego por esta curva de nivel con dirección variable suroeste hasta alcanzar la estribación sureste del Alto de Timotes. De allí se continúa en línea recta hacia el suroeste hasta alcanzar la primera regresiva de la Carretera Trasandina, situada al noroeste del sitio donde esta ubicado el Monumento al Libertador en Pico El Águila, luego se prosigue por dicha carretera con dirección suroeste hasta el punto donde comienza la carretera Pico El Águila-Piñango, desde este punto se prosigue en línea recta con rumbo noroeste franco hasta alcanzar la curva de nivel 4.100 m.s.n.m., continuándose por esta con rumbo variable noreste-noreste hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
VI.2. (La Culata). Esta contenida dentro de la descripción de la Zona de Recreación La Culata.
VI.3. (Laguna de Los Guaches). Esta contenida dentro de la descripción de la Zona de recreación Laguna de Los Guaches.
VI.4. (Mifafi). Corresponde al área ocupada por la Estación Biológica Páramo de Mifafi.
VI.5. (Al norte de Las Cruces). Corresponde al área a ser ocupada por el Puesto de Guarda parque en el Páramo Las Palomas.
VI.6. (Puestos de Guarda parques). Se refiere, a todos aquellos sitios donde se construirán puestos de Guarda parques, los cuales pasaran a formar parte de esta zona, para uso exclusivo de actividades de apoyo a la guardería ambiental.
VII. ZONA DE USO ESPECIAL CON CARACTERÍSTICAS HISTORICO-CULTURALES (UEHC).
VII.1. (Cañada de Las González). A partir de la divisoria de aguas entre la quebrada Agua Clara y un afluente intermitente del río Las González, a una altitud de 3.400 m.s.n.m., se sigue por esta cota con dirección variable noreste-suroeste hasta interceptar la divisoria de aguas entre los ríos Montalbán y La González, se desciende por dicha divisoria de aguas hacia el sureste hasta alcanzar la cota 3.000 m.s.n.m.. Se continúa por dicha cota con dirección variable noreste-sureste hasta alcanzar divisoria de aguas entre la quebrada Agua Clara y un afluente intermitente sin nombre del río Las González, se prosigue por esta divisoria de aguas hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
VII.2. (Sector al norte de la población de Tabay). Partiendo del punto donde la quebrada La Fría corta la curva de nivel 2.700 m.s.n.m., se prosigue por esta cota con dirección variable sureste-noreste hasta interceptar la quebrada La Sucia. Se desciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 2.400 m.s.n.m., continuándose por esta curva de nivel con dirección variable sur-suroeste-noroeste hasta interceptar la quebrada La Fría, ascendiéndose luego por dicha quebrada hasta alcanzar el punto inicial de la presente descripción.
VII.3. (Al oeste de La Puerta). Partiendo del punto donde la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., intercepta la quebrada La Corva, se continúa por esta curva de nivel con dirección variable noreste-norte-sureste-este hasta interceptar la divisoria de aguas entre las quebradas San Rafael y El Quebradón. Se desciende luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., continuándose luego por dicha curva de nivel con dirección variable noreste hasta interceptar la poligonal de Parque Nacional, se continúa luego por dicha poligonal con dirección variable sureste-noreste-sur-suroeste pasando por los botalones PNSC-90, PNSC-91, PNSC-92, PNSC-93 y PNSC-94, hasta interceptar el camino carretero que conduce desde la población de La Puerta al Páramo de Las Siete Lagunas, luego se asciende por este camino hasta alcanzar la curva de nivel 3.400 m.s.n.m.. Se continúa luego por esta cota con dirección variable noreste-norte-suroeste-oeste hasta interceptar la quebrada La Corva, descendiéndose luego por dicha quebrada hasta interceptar el punto inicial de la presente descripción.
VII.4. (Al sur de la población de Palmira). A partir del botalón PNSC-75, se continúa por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste-Noreste pasando por el botalón PNSC-76 hasta alcanzar el botalón PNSC-77 ubicado sobre la curva de nivel 2.400 m.s.n.m.. Se continúa luego por dicha curva de nivel con dirección variable noreste hasta interceptar una quebrada sin nombre, afluente por la margen derecha del río Pocó. Se asciende luego por dicha quebrada hasta alcanzar la curva de nivel 3.400 m.s.n.m., se prosigue luego por dicha curva de nivel con dirección variable oeste-suroeste-noroeste, hasta alcanzar la poligonal del Parque Nacional. Desde este punto se continúa por dicha poligonal con dirección variable norte-noroeste hasta interceptar el punto inicial de la presente descripción.
VIII. ZONA DE AMORTIGUACION (A).
VIII.1. (Al oeste de Cacute). A partir del botalón PNSC-160 ubicado en la divisoria de aguas entre las quebradas La Virgen y La Sucia, se asciende luego por dicha divisoria de aguas hasta alcanzar la curva de nivel 2.800 m.s.n.m., se continúa luego por dicha cota con dirección variable noreste hasta interceptar el botalón PNSC-156, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sur-suroeste-noroeste-suroeste, pasando por los botalones PNSC-157, PNSC-158 y PNSC-159 hasta alcanzar el botalón PNSC-160, punto de partida de la presente descripción.
VIII.2. (Al sur de la población de Piñango). Partiendo del punto donde la poligonal del Parque Nacional corta la divisoria de aguas entre la quebrada El Becerro y el río Chirurí, entre los botalones PNSC-67 y PNSC-68, se continúa luego por la poligonal del Parque Nacional con dirección variable sureste-noreste, hasta alcanzar la divisoria de aguas entre el río Chirurí y una quebrada sin nombre, afluente por la margen derecha del río Chirurí. Se sube luego por esta divisoria hasta alcanzar la curva de nivel 3.900 m.s.n.m., se continúa luego por esta curva de nivel con dirección variable sureste-sur-noroeste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre la quebrada El Becerro y el río Chirurí, se desciende luego por dicha divisoria hasta interceptar el punto inicial de la presente descripción.
VIII.3. (Al oeste de Piñango). A partir del punto de la curva de nivel 2.600 m.s.n.m., corta la poligonal del Parque Nacional, entre los botalones PNSC-63 y PNSC-64, se prosigue por dicha poligonal pasando por el botalón PNSC-64 hasta alcanzar la curva de nivel 3.600 m.s.n.m.. Se continúa luego por la mencionada cota con dirección variable noroeste hasta alcanzar la divisoria de aguas entre las quebradas El Molino y El Portero. Se desciende luego por esta divisoria hasta interceptar la curva de nivel 3.000 m.s.n.m., se prosigue luego por esta curva de nivel con dirección variable suroeste hasta alcanzar la naciente de una quebrada sin nombre, afluente por la margen izquierda de la quebrada El Portero, se desciende luego por esta quebrada hasta interceptar la curva de nivel 2.600 m.s.n.m., prosiguiendo por dicha cota con dirección variable norte-noroeste-noreste, hasta interceptar el punto inicial de la presente descripción.
IX. ZONA HISTORICO-CULTURAL (HC).
Esta zona comprende todos los sitios donde se localicen yacimientos arqueológicos, cuya relevancia haya sido plenamente demostrada, avalada por informes técnicos y científicos.
X. ZONA DE USO ESPECIAL PARA INVESTIGACION (UEI).
X.1. (Monte Zerpa). Partiendo del botalón PNSC-180, ubicado sobre la curva de nivel 2.400 m.s.n.m., se prosigue por esta curva de nivel con dirección variable noreste-este hasta interceptar la quebrada Milla, se desciende luego por esta quebrada hasta interceptar la poligonal del Parque Nacional, se continúa luego por dicha poligonal con dirección variable sur-oeste-noroeste hasta alcanzar el botalón PNSC-180, punto inicial de la presente descripción.
X.2. (Mifafi). Todas aquellas áreas de la cuenca alta del río Chama, en la quebrada Mifafi, involucradas en el Proyecto Ambiental de Reintroducción del Cóndor de Los Andes.
Parágrafo Primero: Esta zonificación se ha realizado en base a los usos y actividades que de acuerdo a las características intrínsecas de cada área, pueden autorizarse o permitirse, por lo tanto habrá de adecuarse inmediatamente todo uso contrario que se verifique en cualquiera de ellas.
Parágrafo Segundo: Al realizarse estudios a mayor nivel de detalle, bajo la dirección del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), o por su iniciativa, algunas de las zonas de Uso especial, de Amortiguación o Histórico-cultural aquí descritas, podrán subzonificarse. Esa subzonificación prevalecerá siempre y cuando sean usos con mayor jerarquía de protección que los ya asignados, ajustándose y corrigiéndose al efectuar la revisión de este Plan.
Parágrafo Tercero: Los ambientes colonizados por bosques de coloradito (Polylepis sericea), así como los ambientes caracterizados por la presencia de humedales de montaña y turberas, son por sí mismos Zonas de Protección Integral, independientemente de la zona en que se ubiquen.
Parágrafo Cuarto: Los ambientes acuáticos donde no se hayan introducido especies de trucha u otras especies exóticas, se consideran igualmente Zona de Protección Integral.
Artículo 13. Para una mejor aplicación de este Decreto, las zonas descritas en este Capítulo serán demarcadas e identificadas con las siglas correspondientes, en el mapa de zonificación que reproducirá y editará el Servicio Autónomo de Geografía y Cartografía Nacional (SAGECAN), el cual se pondrá a disposición del público en las oficinas del mencionado Servicio Autónomo y en las del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
CAPÍTULO VI
DE LOS PROGRAMAS DE ADMINISTRACIÓN Y MANEJO
Artículo 14. La instrumentación del Plan de Ordenamiento se estructurará mediante programas y subprogramas los cuales constituirán una serie ordenada de acciones o actividades diseñadas para hacer cumplir los objetivos del Parque Nacional y formulados de conformidad con los lineamientos y directrices que aquí se establecen.
Artículo 15. Los programas básicos y los correspondientes subprogramas, para la administración y manejo del Parque Nacional son lo siguientes:
1. PROGRAMA DE PROTECCIÓN.
1.1. Guardería y Vigilancia: Involucra todas aquellas actividades rutinarias y especiales de vigilancia, así como las coordinaciones necesarias para una efectiva operatividad con las Fuerzas Armadas de Cooperación y el Ministerio de Ambiente y de los recursos Naturales Renovables.
1.2. Censos y Avalúos: Abarca las actividades de seguimiento a los pobladores y ocupantes del Parque Nacional, la realización de censos prediales, catastro y la práctica de avalúos para el saneamiento legal de tierras y bienhechurías en aquellos sectores prioritarios o de usos y actividades incompatibles con el Parque Nacional.
1.3. Puestos de Guardaparques y Afines: Consiste en el establecimiento adecuado, la dotación y el mantenimiento de la infraestructura de apoyo a la vigilancia y resguardo del Parque Nacional.
1.4. Caminos y Accesos: Concierne el mantenimiento de vías de acceso tanto para labores de vigilancia como para excursionismo.
1.5. Alinderamiento: Consiste en la materialización, construcción, mantenimiento y densificación de los botalones que demarquen en el terreno los linderos del Parque Nacional, así como de los límites entre las zonas de uso del mismo.
1.6. Incendios y Rescate: Comprende la dotación, mantenimiento y operatividad de instalaciones y equipos para la prevención y combate de incendios de vegetación y de la infraestructura de cortafuegos e hidrantes; la coordinación y formación del personal y de los grupos voluntarios que colaboran con esta actividad de excursionismo y la infraestructura para las operaciones de rescate, búsqueda y salvamento.
2. PROGRAMA DE MANEJO DE RECURSOS Y USO PÚBLICO.
2.1. Reforestación y Restauración de Hábitats: Involucra todas aquellas actividades tendentes al logro de dicho objetivo, así como de la infraestructura necesaria para ello.
2.2. Actividades Agropecuarias: Está dirigido a sistematizar el registro de actividades agropecuarias, así como la aplicación de actividades de extensión conservacionista hacia los productores agropecuarios.
2.3. Actividades Pesqueras: Consiste en el registro y control permanente de las actividades de la pesca deportiva de la trucha.
2.4. Recreación y Visitantes: Involucra aquellas actividades tendentes a establecer en forma adecuada la infraestructura de uso recreacional y parareceptiva. Incluye su construcción, dotación y mantenimiento, así como el seguimiento y registro permanente de los visitantes del Parque Nacional.
2.5. Vida Silvestre: Trata de la coordinación y ejecución de las actividades relacionadas con el seguimiento, manejo y conservación de especies silvestres, así como el control y erradicación de especies exóticas.
2.6. Investigación: Agrupa las actividades de coordinación para la realización y promoción de las investigaciones científicas.
3. PROGRAMA DE INFORMACIÓN Y EXTENSIÓN.
3.1 Relaciones con la comunidad: Consiste en la aplicación de una política de educación ambiental e información dirigida a las comunidades ubicadas dentro y en el entorno del Parque Nacional, principalmente hacia la población escolar, mediante la realización de charlas, eventos especiales, visitas guiadas, etc.
3.2. Señalización: Radica en la aplicación del sistema de señalización, incluyendo el diseño, construcción, mantenimiento y reposición de señales, letreros, avisos, etc.
3.3. Información al público y relaciones Interinstitucionales: Se refiere al establecimiento de centros de información, elaboración de carteleras, folletos, mapas y demás medios para el logro de una efectiva política de relación con los medios de comunicación social. Involucra igualmente la gestión y tramitación de donaciones y convenios de cooperación.
3.4. Voluntariado: Está dirigido a promover la formación de grupos conservacionistas de apoyo al Parque Nacional, guarda parques ad honorem y
demás iniciativas de voluntariado.
3.5. Capacitación: Abarca la realización de talleres, jornadas, seminarios, cursos de actualización y de mejoramiento técnico del personal.
Parágrafo Único: La Superintendencia del Parque Nacional elaborará e instrumentará los programas y subprogramas de acuerdo a las particularidades del Parque Nacional Sierra de La Culata; en todo caso, el Programa de Protección con sus respectivos subprogramas será objeto de diseño y aplicación prioritaria, en el término de un (1) año a partir de la publicación de este Decreto.
Artículo 16. La Superintendencia del Parque Nacional presentará al Director Regional y al Director General Sectorial de Parques Nacionales, con suficiente antelación al comienzo de cada ejercicio económico para su revisión y aprobación, un Plan Operativo Anual en el que se incluirán las previsiones de inversión y desarrollo, en concordancia con los programas y demás medidas previstas en el presente Plan de Ordenamiento. Dicho plan deberá definir para cada programa, objetivos particulares desglosados en actividades específicas, al igual que estrategias para su logro, estimaciones de los recursos económicos y personal requerido y cronograma de ejecución, todo lo cual debe estar referido en términos cuantificables y evaluables.
Artículo 17. Los programas concernientes a la integridad física de los visitantes y el orden público, estarán a cargo de la Guardia Nacional y del Cuerpo Civil de Guardaparques y demás funcionarios adscritos al Parque Nacional Sierra de La Culata.
Parágrafo Único: Los programas a los cuales se refiere este artículo, deberán elaborarse en función de las directrices y lineamientos generales establecidos para la conservación, defensa y mejoramiento de los recursos naturales del Parque Nacional, previa opinión favorable del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
CAPÍTULO VII
DE LA SEÑALIZACIÓN
Artículo 18. El sistema de señalización a ser utilizado en el Parque Nacional debe ajustarse a las directrices impartidas por la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto nacional de Parques (INPARQUES). En todo caso se deberán utilizar materiales de tipo rústico, cónsonos con el ambiente; los mensajes deberán ser directos, sencillos, visibles y de tipo institucional, dirigidos a promocionar los valores del Parque Nacional.
Parágrafo Primero: Toda señalización existente que no se adapte a lo pautado en este artículo, debe ser retirada o adecuada a lo aquí especificado en un plazo no mayor de tres (3) meses, a partir de la fecha de publicación de este Decreto.
Artículo 19. Aquellas instituciones de carácter público o privado que promuevan programas de señalización o información, podrán incorporar su emblema en los elementos utilizados de acuerdo a la normativa interna del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) y contar con el aval del mismo.
Artículo 20. Dentro de algunas zonas, de acuerdo a lo establecido en el presente Decreto, podrá permitirse la promoción y oferta de bienes y servicios privados locales, a través de avisos ajustados al sistema de señalización utilizado en el Parque Nacional.
CAPÍTULO VIII
DE LOS SERVICIOS AL PÚBLICO
Artículo 21. Los servicios que deban prestarse a los usuarios, dentro de los objetivos de su creación y de acuerdo a lo establecido en este Decreto, son aquellos vinculados a los usos asignados y a las actividades permitidas, entre ellos:
apoyo a la investigación científica, a la educación ambiental, a la recreación y al turismo, a través de instalaciones como centros de información y atención al usuario, de acampamiento, refugios para montañistas, instalaciones sanitarias, y establecimientos para expendio de alimentos y venta de artesanías locales.
Artículo 22. Los servicios al público podrán ser prestados directamente por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), o bajo el régimen de autorizaciones y contratos.
CAPÍTULO IX
DEL RÉGIMEN DE EXPROPIACIÓN
Artículo 23. La expropiación de terrenos y bienhechurías de propiedad privada ubicados dentro del Parque Nacional solo procederá cuando se cumplan los extremos establecidos en la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, es decir que como consecuencia de la zonificación establecida en este Plan, no puedan adecuarse a ella o se produzca un daño cierto, efectivo, individualizado, actual, técnica y económicamente cuantificable.
Parágrafo Primero: La determinación del justiprecio se hará en todos los casos en función del uso actual, es decir, el uso que legalmente se esté realizando a la fecha de publicación de este Decreto.
Parágrafo Segundo: En caso que se compruebe la existencia de bienhechurías instaladas en violación al régimen de tierras baldías, sin permiso o autorización de la autoridad competente, las mismas deberán ser removidas sin que esto cause derecho de reclamación alguna.
Artículo 24. Todos lo bienes de propiedad privada o de uso particular legalmente amparados, ubicados dentro de las áreas zonificadas como Zona de Recreación, Zona de servicios y Zona de Recuperación Natural, dedicados a usos o actividades incompatibles con los asignados en este Decreto, deberán ajustarse a las regulaciones aquí establecidas. Si ello no fuere posible, se procederá a su adquisición ó expropiación dentro de un plazo de cinco (5) años, contados a partir de la publicación de este Decreto y de conformidad con las previsiones de la Ley Forestal de Suelos y de Aguas, de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio y de la Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Política o Social, en concordancia con la respectiva priorización de expropiación que se determine en base al censo de ocupantes correspondiente.
Artículo 25. El orden de prioridad para acometer el proceso de expropiación y adquisición, en función del saneamiento del Parque Nacional, se establecerá en base a los siguientes criterios:
1. La prioridad de conservación que asigne la Zonificación a las distintas áreas del Parque Nacional.
2. El censo de ocupantes del Parque Nacional.
3. El nivel de deterioro o degradación de los recursos naturales renovables que genere cada uso y actividad.
4. Cualquier otra disposición sobre la materia contenida en este Decreto y en el ordenamiento legal.
CAPÍTULO X
DE LAS BASES ECONÓMICAS DEL PLAN
Artículo 26. El Ejecutivo Nacional proveerá recursos al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), para el manejo del Parque Nacional Sierra de La Culata, la cual debe contemplar los gastos de inversión, mantenimiento y de personal para cumplir con los requerimientos y previsiones de este Plan.
Artículo 27. Los organismos nacionales, empresas del Estado y demás entes de carácter público, así como las personas e instituciones privadas que poseen instalaciones y realicen actividades dentro del Parque Nacional y aquellas que perciban beneficios del aprovechamiento de sus recursos, podrán contribuir con el adecuado manejo y conservación del mismo, y en tal sentido tomarán las correspondientes previsiones presupuestarias y coordinarán con el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), las transferencias económicas necesarias.
Parágrafo Único: Se exceptúan de esta obligación a los pobladores tradicionales y propietarios de fundos establecidos dentro del Parque Nacional.
Artículo 28. Los recursos económicos que generen las diversas actividades, tarifas o concesiones relacionadas con el Parque Nacional, serán utilizadas, para desarrollar los programas de manejo y consolidar la infraestructura de apoyo del Parque Nacional Sierra de La Culata.
CAPÍTULO XI
DE LA INFLUENCIA NACIONAL Y REGIONAL
Artículo 29. Dentro del proceso de Ordenación del Territorio, el Parque Nacional Sierra de La Culata ofrece la protección jurídica necesaria para sus ecosistemas representativos, algunos de los cuales son únicos en el país. Además, en el contexto regional, es fuente de innumerables beneficios para las poblaciones que lo rodean, expresados principalmente en el abastecimiento de agua para consumo humano y desarrollos agrícolas, industriales e hidroeléctricos, elementos motrices fundamentales del proceso de desarrollo de la Región Andina y de la zona Sur del Lago de Maracaibo.
Artículo 30. Dada su condición montañosa, el Parque Nacional sierra de La Culata presenta características paisajísticas únicas que, preservadas en el espacio y en el tiempo, representan un alto potencial para el fomento y promoción de las actividades educativas, investigativas, recreacionales y turísticas en el Ramal Occidental de Los Andes Venezolanos, lo cual incide favorablemente en la economía regional.
Artículo 31. Dado el estado actual de conservación de sus ambientes, el Parque Nacional Sierra de La Culata es refugio de innumerables especies biológicas, muchas de las cuales se encuentran en peligro de extinción, constituyendo un banco de germoplasma de importancia estratégica nacional e internacional.
TITULO III
DEL REGLAMENTO DE USO
CAPÍTULO I
DE LOS USOS Y ACTIVIDADES RESTRINGIDOS
Artículo 32. Dentro del Parque Nacional Sierra de La Culata sólo se podrán desarrollar los usos y ejecutar las actividades conformes con la zonificación establecida en el Título anterior, sujeto a las condiciones que a continuación se indican y a las especificaciones que se establezcan en la correspondiente autorización o aprobación que, según el caso, sea otorgada al efecto. La zonificación establecida en el Plan de Ordenamiento, se desarrollará dentro de las condiciones generales aquí señaladas y mediante la ejecución de las siguientes actividades:
I. ZONA DE PROTECCION INTEGRAL. En ella se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación científica.
b. Las instalaciones de carácter temporal que puedan ser utilizadas como apoyo a la actividad científica y a las funciones de guardería ambiental. Dichas instalaciones no deben causar impacto sobre el ambiente ni generar daños a los recursos que se están protegiendo.
c. La vigilancia y la guardería ambiental.
II. ZONA PRIMITIVA O SILVESTRE. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación científica, de educación ambiental limitada a la observación e interpretación de los procesos y fenómenos naturales y de guardería ambiental.
b. La pesca de trucha deportiva y de subsistencia en los cuerpos de agua seleccionados por la Superintendencia del Parque Nacional.
c. El excursionismo y la escalada a través de los senderos y rutas señaladas a tal efecto.
d. La circulación de bestias a través de los caminos y senderos tradicionales que a tal efecto determine la Superintendencia del Parque Nacional, excepto para los habitantes legales del Parque Nacional, siempre que se sujeten a lo establecido en el presente Decreto.
e. La instalación de señalización informativa, educativa, y la demarcación de rutas y sitios para acampar.
III. ZONA DE AMBIENTE NATURAL MANEJADO. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de educación ambiental, interpretación, investigación científica y seguimiento ambiental.
b. Las actividades de guardería ambiental.
c. La recreación en forma pasiva (Caminatas guiadas y el excursionismo en pequeños grupos).
d. Competencias organizadas de pesca de truchas.
e. La construcción de instalaciones en los sitios de recreación establecidos, tales como sanitarios rústicos, carteles informativos y educativos, elementos de señalización, puestos de guardaparques, refugios, facilidades para la instalación de carpas, miradores y merenderos campestres.
f. El tránsito de vehículos automotores por las carreteras ya existentes para el momento de la declaratoria del Parque Nacional y señaladas por la
Superintendencia del Parque Nacional.
g. Las actividades inherentes al desarrollo de programas conservacionistas para la recuperación y restauración de la fauna, y para el mejoramiento de la calidad del agua.
IV. ZONA DE RECUPERACION NATURAL. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación y de guardería ambiental.
b. Las actividades inherentes al desarrollo de programas conservacionistas para la recuperación y restauración del suelo, de la flora y de la fauna, y para el mejoramiento de la calidad del agua.
c. Las actividades para la reintroducción de especies de flora y fauna autóctonas, técnicamente avaladas, donde la recuperación no pueda ser lograda naturalmente.
V. ZONA DE RECREACION. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de recreación al aire libre.
b. Las actividades de educación ambiental y de investigación.
c. La construcción de infraestructura rústica necesaria para la ejecución de actividades de recreación, turismo y guardería ambiental, tales como centro de visitantes, refugios, áreas de acampamiento, kioscos, miradores, rutas autoguiadas, cafetines, restaurantes, sanitarios, ventas de artesanías locales, puestos de guardaparques.
d. El acondicionamiento mínimo necesario para la recreación en los siguientes sitios: La Culata, Chorrera de Las González, Laguna de Los Guaches.
e. La pesca deportiva.
f. Las actividades de guardería ambiental.
VI. ZONA DE SERVICIOS. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de educación, recreación y turismo ambientalmente concebidos.
b. Las obras de utilidad pública que no sean técnicamente ubicables fuera del
Parque Nacional.
c. La adecuación de instalaciones existentes o de usos no conformes, y la construcción de instalaciones y dotaciones apropiadas para la prestación de servicios al público, tales como: cafeterías, campamentos, miradores, laboratorios de investigación ambiental, la exposición y venta de artesanías elaboradas por los habitantes del Parque Nacional o de su área de influencia inmediata y puestos de guardaparques, de conformidad con las normas y condiciones que se señalen en la correspondiente autorización.
d. La construcción de instalaciones rústicas de apoyo o conexas a los servicios arriba señalados.
e. Las actividades de investigación científica y las de guardería ambiental.
VII. ZONA DE USO ESPECIAL CON CARACTERISTICAS HISTORICO-CULTURALES.
En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación científica, educación ambiental, recreación y el turismo ecológico condicionado por la respectiva autorización.
b. La construcción, remodelación y ampliación de las viviendas de los pobladores que tengan su domicilio legal y permanente dentro del Parque Nacional, sujeta a los respectivos estudios socio-económicos y técnicos.
c. La construcción de posadas turísticas con tipología arquitectónica andina, expendios de víveres, talleres artesanales (molinos, fábricas de adobe y de tejas, etc), sujeta al respectivo estudio socio-económico y técnico que demuestre su factibilidad.
d. La dotación de servicios públicos.
e. Las instalaciones para el desarrollo de la investigación científica.
f. La continuación de las actividades agrícolas y pecuarias, incluyendo la truchicultura comunitaria, basadas en el concepto de desarrollo sustentable.
g. El aprovechamiento turístico-recreacional de la actividad agrícola tradicional y sus procesos (agroturismo).
h. Las actividades agrícolas en sitios de pendiente menor al treinta por ciento (30%), o que en el lapso de un (1) año a partir del momento de publicación del presente Decreto, hayan incorporado técnicas de cultivo y otras de conservación de suelos que garanticen su estabilidad.
i. La prospección de áreas con fines arqueológicos o paleontológicos.
VIII. ZONA HISTORICO-CULTURAL. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación y guardería ambiental.
b. La interpretación guiada de los valores históricos y culturales presentes en el área.
c. La construcción de instalaciones rústicas de apoyo a las actividades permitidas.
d. El acampamiento en las áreas señaladas para tal fin.
e. La prospección de áreas con fines arqueológicos o paleontológicos.
IX. ZONA DE AMORTIGUACIÓN. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de recuperación de áreas degradadas.
b. La utilización de la actividad agrícola y sus procesos con fines turístico-recreacionales (agroturismo) y la construcción de posadas turísticas rústicas, como edificaciones de apoyo.
c. Las actividades agrícolas en sitios de pendiente menor al treinta por ciento (30%) y aquellas localizadas en áreas con pendiente superior sujetas al empleo de obras de conservación de suelos y técnicas de cultivo que garanticen su estabilidad, las cuales deberán ser ejecutadas en el plazo de un (1) año a partir de la fecha de publicación de este Decreto.
X. ZONA DE USO ESPECIAL PARA INVESTIGACIÓN. En ella sólo se podrán aprobar o autorizar:
a. Las actividades de investigación científica, monitoreo ambiental y aquellas que tengan como objetivo la reintroducción y repoblamiento de especies autóctonas.
b. Las actividades de vigilancia y guardería ambiental.
c. La construcción de infraestructura de apoyo a las actividades permitidas.
Parágrafo Único: Los usos y actividades señalados en el presente artículo, están sujetos a la obtención de la respectiva autorización, correspondiendo a la Superintendencia del Parque Nacional velar por el estricto acatamiento de las condiciones específicas que se impongan en ellas.
Artículo 33. Cuando los resultados del seguimiento ambiental determinen un impacto negativo en una determinada área, el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), podrá ordenar una disminución de la actividad, del volumen de visitantes o el cese temporal de las mismas, a fin de lograr su recuperación.
Artículo 34. La realización de fotografías, videos y filmaciones de carácter comercial están restringidos a los sectores que indique la Superintendencia del Parque Nacional, así como a las condiciones que establezca la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) en
la respectiva autorización.
Artículo 35. Los usos asignados y las actividades permitidas para cada zona, en este Capítulo, han sido determinados en base a las características intrínsecas. Por lo tanto, habrá de erradicarse todo uso o actividad no conforme que se verifique dentro de cada una de ellas, de acuerdo a lo establecido en este Decreto y en el ordenamiento legal.
Artículo 36. Para la utilización racional de las zonas de Uso Especial, Histórico-Cultural, de Amortiguación o de Servicios, el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), elaborará Planes Especiales de Ordenamiento y esquemas locales de planificación físico-espacial, según corresponda, en un plazo no mayor de dos (2) años a partir de la publicación de este Decreto, solicitando para ello apoyo técnico y haciendo las consultas pertinentes a los organismos oficiales e instituciones nacionales, regionales y locales competentes, así como a las comunidades campesinas involucradas.
Parágrafo Primero: El Plan Especial de Ordenamiento correspondiente a la Zona de Servicios Pico El Águila será objeto de atención prioritaria con el fin de dar solución a los conflictos presentes, regulando los usos y actividades que sean compatibles con los objetivos de manejo y administración de la zona. Hasta tanto dicho Plan sea ubicado, el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) se abstendrá de otorgar nuevas autorizaciones para la ocupación del área y para la ejecución de actividades.
Parágrafo Segundo: En estos planes se determinarán las áreas de producción agrícola y pecuaria permisibles dentro del Parque Nacional, como parte del desarrollo de las actividades propias de las comunidades que habitan en él y se
tomarán las previsiones necesarias para el manejo racional de los recursos naturales que sean afectados por dichas actividades.
Parágrafo Tercero: Hasta tanto se elaboren los indicados planes, la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), o la instancia en la que se delegue esta responsabilidad otorgará las autorizaciones y aprobaciones para la ocupación o ejecución de actividades dentro de dichas zonas, a excepción de la Zona de Servicios Pico El Águila, sujetándose a las condiciones establecidas en este Decreto.
CAPÍTULO II
DE LOS USOS Y ACTIVIDADES PROHIBIDOS
Artículo 37. Son usos y actividades prohibidas dentro del Parque Nacional Sierra de La Culata los siguientes:
1. La agricultura en general, la cría comercial de animales domésticos, la agroforestería, actividades agro-silvo-pastoriles y la acuicultura comercial, con
las excepciones establecidas en este Decreto.
2. La construcción de cualquier tipo de planta de generación eléctrica de talla industrial.
3. La construcción de diques marginales en cursos de agua y obras hidráulicas similares, salvo para los servicios y administración del Parque Nacional y para la ejecución de las actividades permitidas a sus pobladores.
4. Las plantaciones forestales de cualquier tipo, así como la introducción de plantas exóticas, a excepción de la siembra de hierbas y arbustos ornamentales en jardines.
5. La experimentación y manipulación de los recursos naturales renovables con fines de aprovechamiento comercial.
6. Cualquier tipo de establecimiento comercial, con las excepciones que se establezcan en este Decreto
7. La instalación de vallas y cualquier tipo de anuncio publicitario, comercial o de propaganda partidista.
8. Las industrias no artesanales.
9. Los desarrollos urbanísticos y asentamientos humanos, salvo las comunidades autóctonas ya existentes.
10. La cacería deportiva y la pesca comercial.
11. El vertido directo de contaminantes de cualquier tipo a los cursos de aguas, a excepción de lo dispuesto en la Sección VI del Capítulo II de este Decreto.
12. Las talas, deforestaciones y movimientos de tierra. Sólo podrán autorizarse las requeridas para la construcción de obras públicas permisibles a condición de que se demuestre que no existe otra alternativa de localización y las instalaciones para la administración del Parque Nacional, así como las destinadas a la recreación y al turismo, indicadas en este Decreto.
13.Cualquier tipo de aprovechamiento o extracción de productos forestales o vegetales en general, con las siguientes excepciones:
a). Los destinados a la construcción de instalaciones propias del Parque Nacional.
b). Los requeridos a los fines de investigación, de acuerdo a lo que se estipule en el respectivo permiso o autorización.
c). Los necesarios para la construcción de viviendas de las comunidades tradicionales asentadas en el Parque Nacional.
14. La práctica y competencias deportivas con gran concurrencia de público y participantes y la recreación masiva.
15. Abandonar, arrojar o depositar basura y otros residuos sólidos, excepto en los recipientes o sitios previstos para ello. De no existir éstos, o encontrarse llenos, el usuario deberá trasladar sus desechos fuera del Parque Nacional.
16. El dragado en los cuerpos de agua y la alteración de los mismos.
17. La extracción y alteración de recursos y objetos arqueológicos de las distintas zonas de interés histórico-cultural, salvo cuando se trate de investigaciones arqueológicas debidamente justificadas y autorizadas y que redunden en beneficio del acervo histórico-cultural del país.
18. El porte de armas de fuego, a menos que las mismas sean portadas por personas en cumplimiento de funciones de guardería ambiental.
19. El uso de biocidas no biodegradables y el pastoreo de caprinos, en todo el área del Parque Nacional Sierra de La Culata.
20. La utilización comercial de la expresión “Parque Nacional Sierra de La Culata”, o derivaciones de la misma.
21. El uso de imágenes fotográficas, fílmicas y de video que puedan identificar la figura del Parque Nacional, así como sus hitos geográficos principales, con la venta o promoción de bebidas alcohólicas, cigarrillos y cualquier otro producto o actividad que contradiga los usos y actividades permitidas en un Parque Nacional.
22. La construcción de nuevas obras de infraestructura tales como líneas de transmisión eléctrica, de telecomunicaciones, ductos y oleoductos, carreteras o caminos carreteros, ni la prolongación de los ya existentes, sólo se autorizará el mantenimiento de estos últimos por métodos manuales, exceptuando las Zonas de Servicios y Zonas de Uso Especial con Características Histórico-Culturales.
23. El uso de botes en las lagunas.
24. Cualquier otro uso o actividad que por sus características atente contra los fines de protección y manejo del área.
CAPÍTULO III
DEL RÉGIMEN ESPECIAL PARA LA EJECUCIÓN DE ALGUNAS
ACTIVIDADES
Sección I
Del Acceso al Parque
Artículo 38. Los visitantes del Parque Nacional deberán solicitar un permiso de acceso y cancelar la tarifa correspondiente, cuyo monto determinará el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), y será dada a conocer públicamente mediante avisos ubicados en el Parque, en lugares accesibles al público.
Artículo 39. En los principales sitios de acceso al Parque Nacional se ubicarán puestos de control, a cargo de un funcionario autorizado por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), quien expedirá los permisos de acceso que no correspondan a otras autoridades del Parque Nacional y llevará un libro de registro de los visitantes, en el cual se asentará: identificación de los visitantes, tipo de permiso otorgado y tarifa cancelada si fuera el caso, medio de transporte utilizado para el acceso, fecha y hora de entrada y de salida, itinerario previsto, motivo y objeto de la visita y cualquier otra información que sea pertinente para garantizar la vigilancia y control efectivos en beneficio de la seguridad, tanto del visitante como del Parque Nacional.
Parágrafo Único: Estos permisos podrán igualmente ser expedidos en la Superintendencia del Parque Nacional Sierra de La Culata, quedando el visitante en la obligación de reportarse a los puestos de control para ser registrado en el libro
correspondiente.
Artículo 40. El acceso de vehículos cuando se trate de áreas restringidas a la libre circulación y según sea su uso, se sujetará a las siguientes regulaciones:
1. Vehículos Particulares: Su conductor deberá inscribirse en los libros que llevarán los funcionarios del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), ubicados en los sitios de acceso, dejando constancia de los datos que le sean requeridos y obtener la correspondiente autorización.
2. Vehículos destinados al transporte de turistas: Para poder operar, sus propietarios deberán suscribir con el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), un contrato para la prestación del servicio y estar debidamente identificados.
3. Vehículos de los ocupantes legales: Los residentes de las cuencas altas de los ríos Las González, Chama, Momboy, Pocó, Chirurí y Torondoy, así como aquellos poseedores de derechos o propiedades legalmente demostradas y que realicen algún tipo de actividad permitida en los sectores mencionados, deberán efectuar el respectivo registro de sus vehículos ante la Superintendencia del Parque Nacional, donde se le dotará de un distintivo especial para el vehículo otorgado por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
4. Vehículos propiedad del Instituto Nacional de Parques: Sólo podrán circular en cumplimiento de funciones oficiales de protección, manejo y vigilancia, y deberán estar dotados de la correspondiente identificación.
Sección II
De la Circulación Dentro del Parque
Artículo 41. La circulación vehicular, a excepción de las carreteras nacionales, estará sujeta a la obtención del correspondiente permiso otorgado por la Superintendencia del Parque Nacional u otro funcionario autorizado y deberá cumplir con todas las disposiciones contenidas en este Decreto.
Artículo 42. Queda prohibido hacer recorridos en motocicleta por los caminos de recuas o peatonales del Parque Nacional, así como por el camino carretero que comunica a las cuencas altas de los ríos Chama (Sector Mifafi) y Torondoy (Páramo Los Romero, Palo Hueco), y por el camino carretero que conduce a la cuenca alta del río Las González desde el sector denominado Piedras Blancas.
Artículo 43. La circulación peatonal de todos los usuarios del Parque Nacional, estará sujeta a la previa obtención del respectivo permiso otorgado por la Superintendencia del Parque Nacional o funcionarios autorizados para ello y al cumplimiento de las siguientes normas:
1. Respetar el derecho a la privacidad de los demás visitantes y la de los pobladores del Parque Nacional.
2. Mantenerse dentro de los senderos establecidos.
3. Acampar sólo en los sitios señalados para tal fin.
4. Respetar la señalización.
5. Usar en todo momento las instalaciones y servicios que el Parque Nacional brinde, de manera tal que no ocasionen daños o perjuicios a los mismos.
6. Acatar en todo momento las recomendaciones de las autoridades del Parque Nacional.
7. Sacar del Parque Nacional todos los desechos sólidos que resulten de sus actividades.
8. No perturbar la fauna, causar daños a la vegetación, ni maltratar, pintar o marcar los elementos naturales del Parque Nacional ni las infraestructuras de servicio.
Artículo 44. La circulación de bestias estará sujeta, además de todo lo señalado en el artículo anterior, a las siguientes normas:
1. Se practicará sólo en los tradicionales caminos de herradura.
2. Cuando se preste como servicio público a turistas y excursionistas, estará sujeto al régimen de contratación que determine el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), con las especificaciones que en cada caso se establezcan.
3. Cada grupo de cuatro (4) bestias de monta o carga debe ir acompañado de un (1) arriero o guía.
4. Debe guardarse una distancia prudencial entre cada grupo de bestias, a fin de impedir una excesiva concentración en los sitios de observación.
Artículo 45. Los caminos que atraviesan la Zona de Protección Integral serán utilizados única y exclusivamente como vías de tránsito por ella; éstos son: La Hechicera-Páramo de Los Conejos-El Charal; La Hechicera-Páramo de Los Conejos-La Azulita; Manzano Alto-Cañada de Las González; La Pedregosa-Cañada de Las González; Alto de Tucaní-Llano Rucio-Santa Apolonia y Monterrey-Cabaña de Los Curas.
Artículo 46. La circulación aérea dentro del Parque Nacional, hasta un techo de quinientos (500) metros sobre el nivel de la superficie, sólo será autorizado para aeronaves involucradas en labores de guardería ambiental, seguimiento ambiental, investigación científica y labores de búsqueda y salvamento. Para todos los demás casos, el vuelo de aeronaves sobre el Parque Nacional habrá de sujetarse a lo dispuesto en el Reglamento de la Ley de Aeronáutica Civil, en lo referente a vuelos sobre áreas pobladas o restringidas.
Artículo 47. El aterrizaje de aeronaves, a excepción de emergencias comprobables, sólo podrá realizarse previa autorización del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) y con fines de investigación científica, vigilancia y guardería ambiental, búsqueda y salvamento.
Sección III
De Las Actividades Recreacionales y Turísticas
Artículo 48. Las actividades de recreación y turismo que pueden ser realizadas dentro del Parque Nacional, con sujeción a la zonificación establecida, son aquellas que abarcan desde las puramente contemplativas hasta las que implican el esfuerzo físico individual y el uso de medios y equipos para deporte y esparcimiento, tales como: caminatas, uso de áreas para merendar y acampar, deportes de montaña (Andinismo y excursionismo), turismo naturalista, observación de aves, pesca deportiva y otros que determine el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
Parágrafo Primero: Las condiciones para la ejecución de las actividades señaladas en el presente artículo, se estipularán en la correspondiente autorización o permiso, según el caso, que expida el Instituto Nacional de Parques.
Parágrafo Segundo: El Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), podrá autorizar competencias deportivas (Clásicos de pesca de truchas, caminatas de montaña), siempre que sean compatibles con los fines del Parque Nacional. La autorización respectiva contendrá las normas a las que habrán de sujetarse dichas competencias, así como también determinará los sitios que puedan ser utilizados para tal fin.
Parágrafo Tercero: Se prohíbe el uso de botes en las lagunas del Parque Nacional.
Artículo 49. Las actividades de pesca de trucha y de montañismo se desarrollarán con sujeción a los lineamientos siguientes:
1. Pesca de truchas en ríos y lagunas del Parque Nacional:
a. Los sitos de pesca serán autorizados por la Superintendencia del Parque Nacional y aparecerán en el reverso del permiso expedido.
b. Los pescadores deberán contar con la autorización del Ministerio de Agricultura y Cría y acatar las normas que impone este Ministerio, en cuanto a temporada de pesca, horario, técnicas, tamaño y cantidad de los ejemplares, así como todas aquellas que fije la Superintendencia del Parque Nacional.
c. El producto de la pesca no podrá ser comercializado en ningún caso.
d. Queda prohibido la siembra de truchas en los cuerpos de agua ubicados en la Zona de Protección Integral, restringiéndose a aquellos donde hubiera existido a la fecha de la declaratoria del Parque.
2. Actividades de excursionismo, campismo y andinismo:
a. El número de personas máximo y mínimo, por grupo, será determinado por la Superintendencia del Parque Nacional, dependiendo del sitio a visitar y de los estudios de capacidad de carga que se realicen.
b. Los menores de edad deberán presentar autorización por escrito de su representante legal, acompañada de fotocopia de la Cédula del mismo y sólo podrán practicar el excursionismo o andinismo como acompañantes de grupos liderizados por mayores de edad.
c. Los escaladores deberán estar provistos de cuerda y casco, independientemente de los demás implementos necesarios para la actividad.
d. Los campamentos deben ubicarse única y exclusivamente en los sitios señalados para tal fin, exceptuando los casos de emergencia.
e. El uso de bicicletas estará restringido exclusivamente a los caminos carreteros.
Artículo 50. La ordenación, desarrollo y administración de las áreas recreativas y turísticas se realizará dentro de los siguientes lineamientos:
a. Planificación del aprovechamiento a través de un esquema puntual de ordenación físico- espacial.
b. Dotación de los servicios necesarios.
c. Determinación de la capacidad de carga y control del número máximo de personas que puedan concurrir simultáneamente.
Artículo 51. A los efectos de este Decreto, se entiende por campamento turístico el acondicionamiento de terrenos para la instalación de carpas o tiendas de campaña, de acuerdo a las normas que se establezcan en la aprobación del proyecto y en la autorización correspondiente.
Artículo 52. Los operadores turísticos y guías independientes que pretendan operar dentro del Parque Nacional, deberán solicitar autorización ante la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), y sujetarse a lo establecido en el Capítulo V de este Decreto, relativo a autorizaciones o concesiones, e inscribirse en el Registro Nacional de Operadores Turísticos, en la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
Parágrafo Único: La inscripción en el Registro al que se refiere este artículo no exonera a los operadores y a los guías independientes de cumplir con cualquier otro registro que exijan los organismos competentes en la materia.
Artículo 53. Los guías turísticos independientes o pertenecientes a operadoras turísticas, a fin de obtener el certificado que los acredite para ejercer actividades dentro del Parque Nacional, deberán contar con un entrenamiento que será prestado directamente por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), o bajo su supervisión, por instituciones especializadas y debidamente registradas en el organismo rector de la materia.
Parágrafo Único: La aprobación del entrenamiento a que se refiere este artículo, no les exonera de cualquier otro requisito exigido por otro organismo oficial para la realización de actividades turísticas.
Sección IV
De La Investigación
Artículo 54. Las expediciones, exploraciones y demás actividades de investigación científica en el Parque Nacional, estarán sujetas a las regularidades y limitaciones que para cada caso establezca el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), en autorización expedida para tal fin.
Artículo 55. Toda actividad de investigación científica a ser realizada por investigadores extranjeros no asociados a instituciones nacionales o al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), deberá tener la conformidad previa del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT).
Parágrafo Único: El Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), suministrará a los interesados el instructivo interno contentivo de las normas que regirán los programas de investigación.
Artículo 56. Los investigadores permisados están en la obligación de enviar al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), copia de los resultados parciales y finales de todos los trabajos publicados o inéditos, preferiblemente en idioma español, referidos a la investigación realizada en el Parque Nacional.
Parágrafo Único: Los investigadores extranjeros, previo a su salida del país, entregarán al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), un reporte preliminar de sus actividades y de los resultados obtenidos.
Artículo 57. Las muestras botánicas y zoológicas deberán ser depositadas en las colecciones oficiales o institucionales designadas a tal fin en la autorización emitida por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
Artículo 58. No se podrán realizar investigaciones que impliquen la colección de especies de fauna en situación de amenaza, vulnerabilidad o extinción.
Artículo 59. El Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), podrá solicitar al investigador el entrenamiento de alguno de sus funcionarios en las técnicas de investigación que está utilizando, a objeto de adiestrarlo en la realización de trabajos similares o de diseñar trabajos de seguimiento ambiental. Igualmente, el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), en los casos que considere pertinentes, designará personal técnico para acompañar a los investigadores en las actividades de campo.
Artículo 60. En las zonas de alta afluencia de visitantes, los investigadores y las áreas de investigación deberán estar debidamente identificados.
Artículo 61. Los temas de investigación que se consideran prioritarios para el Parque Nacional Sierra de La Culata son:
1. Caracterización y cartografiado, a escalas con la mayor resolución posible de:
a. Parámetros físico-geográficos básicos, tales como: geología, geomorfología, hidrología y clima.
b. Cobertura, asociaciones, formaciones y comunidades vegetales y su funcionamiento.
c. Uso de la tierra y sistemas de producción.
d. Áreas y sitios arqueológicos.
2. Descripción del funcionamiento y seguimiento de los procesos referidos a:
a. Sistemas ecológicos naturales.
b. Sistemas de producción de los pobladores ubicados en el Parque Nacional y en su área de influencia.
c. Impacto ambiental de las actividades de los usuarios en el Parque Nacional.
3. Información básica y tecnología aplicada al mejoramiento de los criterios de diseño espacial de áreas protegidas y de recuperación o restauración de recursos y comunidades degradadas.
4. Determinación y seguimiento del estado de las poblaciones de los siguientes grupos de especies:
a. Aquellas consideradas vulnerables, amenazadas y en peligro de extinción, según los criterios globalmente aceptados.
b. Aquellas consideradas fundamentales para la gestión de conservación, por ser:
b.1. Indicadoras del estado de vitalidad o conservación de los ecosistemas o comunidades.
b.2. Especies emblemáticas o representativas para la promoción de la conciencia conservacionista.
b.3. Especies endémicas, colonizan tez y migratorias.
http://64.233.169.104/search?q=cache:VK-IPoY4ScoJ:ecosig.ivic.ve/parques/035/pn-pdf-poru035.pdf+caminos+de+la+azulita+al+paramo+de+los+conejos&hl=es&ct=clnk&cd=9&gl=ve

Ley Orgánica del Poder Público Municipal sancionada el 17 de mayo de 2005
El Artículo 254 corresponde al capítulo I "De los principios de la participación" del título VI "De la Participación Protagónica en la gestión local"
En 1997, el gobernador del Estado Mérida decretó oficialmente al oso frontino como unos de los símbolos ambientales regionales.
ABRAE
Plan de Ordenamiento de un ABRAE
Es un Instrumento creado por mandato de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio (1983), para la planificación de carácter espacial, en el cual se establecen objetivos, directrices y lineamientos, para la administración del área, así como la definición de unidades de ordenamiento y la orientación para la asignación de usos y actividades.
Planes de Ordenamiento, Manejo y Reglamentos de Uso (POMRU)
DECRETOS DE GOBERNACIONES

Decreto que finaliza con la firma del Gobernador del estado Mérida y el secretario general del Ejecutivo en la entidad, Jorge Cegarra; decreto publicado en Gaceta Oficial del Estado Mérida el 14 de marzo de 2005, bajo el número 044, en el que se establece la prohibición de distintas actividades en zonas protectoras de ríos y quebradas, entre otras áreas que conformen el territorio de la entidad



ORDENANZAS MUNICIPALES
DOS DECRETOS MUNICIPALES Y TRES NACIONALES EN TORNO AL RÍO ALBARREGAS.
14. El 23 de febrero de 1970, el Concejo Municipal del Distrito Libertador, bajo la Presidencia del Dr.
Reinaldo Chalbaud Zerpa, resuelve establecer zona de protección a las márgenes de los ríos Albarregas, Milla, Chama y Mucujún "que será destinada única y exclusivamente a áreas de reforestación, con miras a la construcción de Parques Municipales".
En agosto de 1973, el Presidente de la República en Consejo de Ministros decreta zona protectora de suelos, bosques y aguas, la porción de la cuenca del Albarregas al norte de la ciudad al considerar que sus recursos naturales "deben ser ordenados y manejados de acuerdo con sus características ecológicas, y su relevante importancia paisajística y de conservación ambiental del área metropolitana de Mérida"; y que "dadas las características topográficas especiales de la región, el establecimiento de una zona protectora de suelos, bosques y aguas contribuye al mejor ordenamiento urbanístico de la ciudad...así como al adecuado uso de sus valores naturales y dota a la misma de sitios apropiados para la recreación y la investigación científica". El área decretada abarca sectores tanto del Distrito Libertador como del Distrito Campo Elías, al igual que los decretos sucesivos nacionales, de 1979 y 1982, y Municipal, 1979.
16. En julio de 1979, el Presidente de la República en Consejo de Ministros decreta al sector urbano del río Albarregas como área crítica con prioridad de tratamiento, al considerarse "que algunos sectores del área de protección están afectados por desarrollos habitacionales, que ocasionarán a corto plazo un daño irreparable para el área"; y "que la cuenca del río Albarregas requiere un régimen especial conforme a los correspondientes planes de manejo, ordenación y protección elaborados por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables" (MARNR).
17. Dos meses después, en septiembre de 1979, el Concejo Municipal del Distrito Libertador, bajo la Presidencia del Dr. Jesús Rondón Nucete crea el "Parque del Río Albarregas" dentro de los límites del área crítica con prioridad de tratamiento, cuya área será preferiblemente destinada a zonas verdes y de recreación. En el Decreto se crea una Comisión presidida por el Gobernador, e integrada por los Presidentes de los Concejos Municipales de los Distritos Libertador y Campo Elías, el presidente de la Corporación de Los Andes, el Rector de la Universidad de Los Andes, los Presidentes de la Cámara de Comercio e Industria del Estado Mérida, de la Cámara de la Construcción e Urbanismo, de la Federación de Trabajadores del Estado Mérida y de la Federación de Centros Universitarios.
18. En junio de 1982, el Presidente de la República en Consejo de Ministros decreta "área de recreación a campo abierto o de uso intensivo" un inmueble de aproximadamente 612,38 Has., para construir un Parque Recreacional que llevará por nombre Parque Metropolitano Albarregas, "para fines de ornamentación, embellecimiento, saneamiento ambiental, esparcimiento y bienestar de la población". El área coincide con parte de los límites del decreto de 1979, y en algunos sectores los amplía. El articulo 3º determina: "Efectúense las negociaciones y expropiaciones totales o parciales según los casos, del terreno y demás bienes, comprendidas dentro del área señalada...y que sean necesarios para la construcción de la obra en referencia".
Ordenanzas que rije el manejo y depósito de los residuos sólidos
ANTECEDENTES
EVALUACIÓN DE LOS CAMBIOS OCURRIDOS EN LA COBERTURA/USO DE LA TIERRA DEL PARQUE NACIONAL SIERRA DE LA CULATA. MÉRIDA-VENEZUELA. PERÍODO 1988-2003. Angnes Aldana* y Joaquín Bosque Sendra ** *Universidad de los Andes, Mérida-Venezuela. angnest@hotmail.com**Universidad de Alcalá, Madrid-España. joaquin.bosque@uah.es

Aún cuando es ampliamente reconocida la importancia de los estudios dinámicos o temporales para la toma de decisiones, en Venezuela se desconoce la magnitud, configuración y distribución de los cambios espaciales operados en áreas específicas como los 43 parques nacionales creados hasta el presente, los cuales son manejados y controlados por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) con base en los Planes de Ordenamiento, Manejo y Reglamentos de Uso (POMRU) establecidos en cada caso. En procura de la gestión y administración óptima de los parques nacionales, el estado venezolano ha reglamentado por decreto, la revisión quinquenal de los POMRU para su evaluación y reformulación (Venezuela Poder Ejecutivo, 1989). Sin embargo, a nivel nacional el proceso de revisión no se ha llevado a cabo, generándose un atraso en el cumplimiento de las pautas establecidas en la legislación (Sulbarán, 1995). Tal es el caso del área en estudio, es decir el Parque Nacional Sierra de La Culata. De acuerdo con las evaluaciones establecidas por diversos autores, con el objeto de determinar la efectividad de manejo de los parques nacionales venezolanos (Blanco y Gabaldón, 1992; FUDENA, 2001), el Parque Nacional Sierra de la Culata, es calificado como el menos afectado, con menos problemas y menores niveles de riesgo. No obstante otros autores (Escalona y Castillo, 2002; Rangel, 2001; Dugarte y Rojas, 2003) han registrado procesos de deforestación sobre sectores boscosos de la vertiente norte del parque, correspondientes con las cuencas de los ríos: Frío, Playa Grande, Tucaní y Torondoy. Por otra parte, los habitantes que han residido en el parque desde antes de su declaratoria como área protegida, han presionado a la administración del parque para reclamar los derechos de usufructo que ellos consideran ancestrales sobre las tierras que ocupan (Reyesy López, 1992). A esto se suma la ocupación ilegal de nuevos colonos compuestos por inmigrantes colombianos y venezolanos, así como también, la presión ejercida por aquellos pobladores ubicados en las inmediaciones externas a la poligonal del parque, quienes al no tener regulaciones estrictas sobre el uso de la tierra, tienden a agotar por sobre explotación los recursos disponibles, procediendo luego a demandar los recursos del parque (Sulbarán,1995). Ante el escenario precedente, se inició una investigación para establecer el estado de la realidad del Parque Nacional Sierra de la Culata (período 1988-2003), mediante el uso de los Sistemas de Información Geográfica Idrisi y ArcView, con el fin de aportar datos para la reformulación del Plan de Ordenación, Manejo y Reglamento de Uso de esta área protegida y para la toma de decisiones en procura del mantenimiento y protección de la diversidad biológica.
http://64.233.169.104/search?q=cache:q2ybQmDvgDMJ:www.geogra.uah.es

RESERVAS DE BIOSFERA
Objetivos
• Propiciar el desarrollo de la investigación científica y el monitoreo tanto en medios alterados como inalterados.
•Participar en la red internacional de intercambio de información ecológica.
•Proteger los ecosistemas, la variedad y el flujo genético.
•Proveer oportunidades a la educación especializada e instrumentar programas de evaluación ambiental en las comunidades.
•Fomentar, mantener y controlar los patrones de uso de la tierra y las actividades económicas compatibles.
Fuente: Artículos 15 y 16 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio. 1983.
1) Áreas de Manejo Integral de Recursos Naturales
a) Zonas de Reserva para la Construcción de Presas y Embalses
b) Costas Marinas de Aguas Profundas
c) Hábitat Acuáticos Especiales para Explotación o Uso Intensivo controlado
d) Áreas Torrentes y Marítimas con Alto Potencial Energético y Minero
e) Zonas de Aprovechamiento Agrícola
f) Planicies Inundables
2) Área Rural de Desarrollo Integral
3) Áreas de Protección y Recuperación Ambiental
4) Sitios de Patrimonio Histórico – Cultural o Arqueológicos
5) Reserva Nacionales Hidráulicas
6) Áreas de Protección de Obra Pública
7) Áreas Criticas con Prioridad de Tratamiento
8) Áreas Boscosas
9) Reservas de Biosfera
10) Áreas de Fronteras (Zonas de Seguridad Fronteriza)
1) Parques Nacionales
2) Zonas Protectoras
3) Reservas Forestales
4) Áreas Especiales de
Seguridad y Defensa
(Zonas de Seguridad)
5) Reservas de Fauna
Silvestre
6) Refugios de Fauna
Silvestre
7) Santuarios de Fauna
Silvestre
8) Monumentos Naturales
9) Zonas de Interés Turístico
Artículo 16
Artículo 15

PROCEDIMIENTO PARA LA ELABORACION Y APROBACION DE UN P.O.R.U.
Programas operativos y Reglamento de Uso
Anteproyecto de Decreto P.O.R.U.
Consulta Publica
Proyecto de Decreto PORU
Aprobación Institucional
Aprobación Ejecutivo Nacional en
Consejo de Ministros
Decisión de realizar el Plan
• El Contexto Nacional-Estadal
• Antecedentes técnico – administrativo
• Objetivos
Bases del Plan
Diagnóstico
• Condiciones físico-biológicos
• Condiciones sociales, económicas y culturales
• Prob-restric. / Recursos-potencialidades
Definición objetivos específicos
Definición unidades de Ordenamiento
http://64.233.169.104/search?q=cache:E_s2ThQ9O1oJ:www.ipieca.org/activities/biodiversity/downloads/workshops/nov_04/Spanish/07-Daniel_Novoa_(MARN)_879KB.pdf+definicion+de+abraes&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=ve


La Gestión de la Biodiversidad: Areas Protegidas y Areas Vulnerables

IV SIMPOSIO INTERNACIONAL DE DESARROLLO SUSTENTABLE COMPOSICION CULTURAL DE LA REGION ANDINA VENEZOLANA Y SU RELACION CON LA VALORACION SOCIAL DE SU BIODIVERSIDAD
Jaime Grimaldo y Ismaira Contreras

El valor social y cultural de la biodiversidad andina venezolana se fundamenta, en primer lugar en sus características biofísicas excepcionales y particulares y en segundo lugar en la forma como la sociedad andina ha valorado a su ambiente natural a lo largo de las diferentes etapas históricas de ocupación del territorio andino y uso de los recursos naturales. Las características BioEcológicas de la Cordillera Andina Venezolana son excepcionales, tanto por sus Valores de Uso, como por sus Valores de no Uso (Opción y Existencia). Estos valores, se manifiestan en la práctica a través de la conducta de las personas, usuarios y no usuarios, que de acuerdo a sus preferencias, elección, necesidades, decisiones, utilidad económica, educación y cultura, otorgan y expresan un valor al entorno natural andino. En tal sentido, el presente trabajo tiene por objetivo fundamental, identificar la relación entre el proceso histórico de la composición cultural andina venezolana y las formas como esa sociedad ha venido otorgando valor social a su ambiente natural andino, en general, y a la biodiversidad, en particular. Es innegable que la calidad de la composición cultural desarrollada por la sociedad andina venezolana, ha propiciado la consolidación de una cultura ecológica satisfactoria, que a su vez, ha inducido a un alto grado de valoración social de la biodiversidad en comparación con otras regiones del país. Sin embargo, aun falta mucho por hacer dentro de un proceso efectivo e integral de Gestión Ambiental Regional.
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES). Universidad de Los Andes. Grupo de Investigación sobre Agricultura Gerencia y Ambiente (GISAGA). Apartado postal 552 Mérida 5101
grimaldo@ula.ve / ismaira@ ula.ve
La composición cultural de la sociedad andina venezolana y su relación con la conservación y valoración de su biodiversidad, se fundamenta en un proceso lento a lo largo de las diferentes etapas históricas y socioeconómicas de ocupación del territorio y uso de sus recursos naturales. En tal sentido, el estudio, análisis e interpretación de esta relación, se organizó en tres etapas:
1. Prehispánica, Hispánica y Colonial.
2. Independencia, Republicana y Restauradora.
3. Reciente (1936 - 1999)
Las dos primeras etapas, tienen un carácter histórico, documental y la tercera, conjuntamente con el estudio, análisis e interpretación de dicha relación, contempla una propuesta de solución con el propósito de que sea discutida y si es posible materializada en el futuro.
La identificación precisa y clara de estas relaciones políticas, económicas, sociales y ambientales, permiten, planificar, diseñar y formular una necesaria política ambiental viable y efectiva que oriente soluciones urgentes para la Conservación y Gestión de la Biodiversidad de los Andes Venezolanos.
I. PERIODO PREHISPANICO, HISPANICO Y COLONIAL
La Cultura Andina durante el Período Prehispánico, se sustentó en los principios de la Cultura Timoto Cuica. Las comunidades aborígenes guardan gran respeto por sus vínculos sanguíneos y a través de ellos garantizaban su reproducción y su cultura.
Concebían formas plurales de amor y paternidad, la organización familiar era de carácter matrilineal.
La cerámica fue una actividad generalizada en Los Andes, cada región presentaba su especificidad en cuanto a la técnica, calidad y motivación.
Los arqueólogos han establecido que la cultura de Los Andes, se desarrolló entre los años 300 y 1500 de nuestra Era. Los complejos culturales de mayor significación para esa época, fueron los de Santa Ana, localizado en las cuevas cercanas a Miquinbú, La Ermita, Miranday, Carache y el Complejo Betijoque en el Estado Trujillo y Mucuchíes y Mocao Alto en Mérida.
La propiedad y la producción tenían carácter comunitario dentro de una organización social, carente de antagonismos internos y divisiones clasistas. En parte del tiempo libre, ciertos miembros de la comunidad indígena podían dedicarse de manera permanente a la interpretación de los fenómenos de la naturaleza o a la hechicería.
La educación aborigen estaba diseñada para la vida y por medio de la vida. Era igual para todos sus miembros y la recibían directamente de la comunidad durante las relaciones cotidianas. Durante los dos primeros años, los niños colgaban de la espalda de su madre natural y así tenían la oportunidad de ver, oír y observar todo lo que ocurría a su alrededor. Cuando comenzaban a caminar, acompañaban a los adultos en los trabajos agrícolas, ritos y demás actividades sociales. En consecuencia, se educaba participando y crecían con todas las cualidades y defectos de la comunidad.
Mas adelante, la educación aborigen Timoto Cuica se institucionalizó cuando algunos miembros de la comunidad, empezaron a diferenciarse, al requerirse una preparación especial para practicar la hechicería y para explicar las fuerzas y fenómenos de la naturaleza (sequías, eclipses, salud, alimentación, presagios, ritos, etc.).
La concepción del mundo y la percepción de su cultura, se correspondía con el nivel de desarrollo social que habían logrado. El pensamiento mágico de aquellas comunidades, eran rasgos propios de una cultura que practicaba la agricultura estable o sedentaria en la región.
El culto a Chía (la luna), fue desplazado por el culto a Chés o Zué (el Sol). La interpretación del ciclo solar les permitió a los Timoto Cuicas, descubrir las estaciones climáticas, los períodos de lluvia, de frío, de sequía, etc. La agricultura andina, estuvo vinculada estrechamente al desplazamiento del Sol. Los Timoto Cuicas, como pueblo agricultor, se consideraban hijos del Sol.
La expresión de los sentimientos y las creencias de los Timoto Cuicas, eran su música, sus cantos y sus danzas. Sus cantos eran monótonos y tristes y estaban dedicados a las siembras y cosechas, actividades curativas y acciones de guerra o de trabajo. El conjunto musical estaba formado por flautas de cañas, chiríneas, tambores redondos y maracas.
La Conquista, provocó un salto violento y progresivo en la evolución social y cultural de la Cordillera Andina. El español introdujo en Los Andes un definido concepto de propiedad individual y nuevas relaciones de explotación humana y agrícola.
Durante el lapso de la Conquista, Colonia e Independencia, Los Andes Venezolanos, recibieron corrientes hispanizantes que tenían su centro cultural en Santa Fe de Bogotá.
Desde el punto de vista lingüístico, los 138 grupos indígenas, descritos por Tulio Febres Cordero en la Región Andina que iba desde Táchira, Mérida hasta Trujillo, incluyendo Barinas y Apure, constituían cada un de ellos una nación diferenciada con territorios y dialectos propios. En consecuencia, según historiadores y sociólogos, los andes venezolanos constituían en tiempos prehispánicos un verdadero nudo de gran riqueza cultural.
En la cultura hispánica, durante la Conquista y la Colonización, en los andes venezolanos, se estableció el idioma castellano, sin embargo la formación dialectal fue distinta porque fueron las corrientes migratorias las que conquistaron la región.
Durante el proceso de colonización la administración de los pueblos indígenas, estaba regida por cabildos integrados por caciques y mandones. La explotación de las tierras continuaba siendo colectiva, pero el carácter comunitario de la producción como rasgo cultural fue eliminado. Las extensas comarcas cordilleranas, especialmente sus valles y mesetas, fueron objeto de repartimientos y a un conjunto de tributos.
Las primeras viviendas de los pobladores españoles, fueron muy semejantes a la de los TimotoCuicas en cuanto a los materiales de construcción. A partir de 1579, los más prominentes españoles de la región, hicieron desaparecer los techos de paja y los pisos de tierra, sustituyéndolos por tejas y ladrillos respectivamente y es así como surgen las famosas “Casas Coloniales“, que en la actualidad, constituyen verdaderas reliquias arquitectónicas de la cultura andina.
Con el establecimiento y desarrollo de las fincas rurales durante la Colonia, los cultivos se diversificaron mediante la combinación de agricultura Timoto Cuica y Europea. Así mismo, la sociedad colonial, fundamentada en el sistema de propiedad privada, estructuró un sistema comercial local y de exportaciones.
La presión ejercida sobre los indígenas para imponerle un nuevo régimen social, económico y religioso, provocó reacciones que culminaron posteriormente en actos de rebelión. No obstante, los Timoto Cuicas, en la soledad de los campos y a escondidas de los españoles, continuaban practicando sus ritos y creencias.
Las poblaciones andinas, en cuanto a la ideología y cultura colonial, orientaron todas sus manifestaciones culturales de carácter espiritual y artístico hacia el ámbito religioso. En cuanto al proceso de aprendizaje la sociedad andina lo realizaba a través del hogar y especialmente de la madre, se trataba de una educación espontánea.

II. PERIODO INDEPENDENCIA, REPUBLICA Y REVOLUCION RESTAURADORA

En los diversos períodos de la Independencia, se marcó la huella Ambiental Bolivariana. El conocimiento vivencial de la geografía latinoamericana, le permitió a Bolívar palpar y tener conciencia de la necesaria armonía que debía existir entre el hombre y la naturaleza, así como de la conservación de los recursos naturales. En tal sentido, entre 1825 y 1829, el Libertador formuló seis decretos conservacionistas y de política ambiental. De esta manera se sembró en el país un espíritu proteccionista de la naturaleza, impulsando a Venezuela como pionera en materia ambiental, e irradiando al resto de los países bolivarianos una visión integral de la Independencia.
El pensamiento conservacionista de Bolívar y sus decretos ambientales, fueron creando una cultura ecológica muy arraigada que permaneció durante la sociedad republicana y se mantiene vigente en la actualidad. Esta herencia cultural, constituyó la base de un Ordenamiento Jurídico Nacional, dirigido en los primeros momentos de la Independencia a la regulación de los bosques nacionales como patrimonio de la sociedad venezolana.
En el período que va desde la Independencia hasta la Revolución Restauradora, la composición y desarrollo de la cultura andina, giro en torno a dos eventos de gran trascendencia: la fiebre de la Caficultura, las guerras civiles y hechos políticos, que concluyeron en la conformación de la República de Venezuela. En consecuencia, puede afirmarse que en estos períodos, dos tipos de cultura se consolidaron en la Cordillera: una cultura agrícola y una cultura política.
La consolidación de la cultura agrícola, fue el producto de una cultura agraria que venía desarrollándose desde los períodos Pre-hispánico, Hispánico y Colonial. La relación de esta cultura con la valoración social de la naturaleza fue muy estrecha y vivencial. La riqueza socio-económica de Los Andes, dependía exclusivamente de la producción agrícola y fundamentalmente del café, su tráfico y su comercio.
Por su parte, la cultura política iniciada, desarrollada y consolidada durante ésta época, fue muy positiva para el desarrollo intelectual, literario, artístico, etc, pero muy negativa en cuanto a la conservación y uso de la naturaleza.
Fue sólo durante la segunda mitad de la Revolución Restauradora, cuando comienza a reconstruirse la cultura agraria de Los Andes. Sin embargo, a partir de 1971, la región de Los Andes comienza a sentir la influencia de la nueva cultura petrolera y en consecuencia, la agricultura de Los Andes comienza a declinar, debido a la pérdida de jornaleros atraídos por las áreas petroleras y centros industriales de las principales ciudades del país. Las haciendas cafetaleras se fragmentaron físicamente y su explotación se diversificó en arrendamientos y medianeros, creándose un desmejoramiento progresivo de la producción agrícola en general.
Entre 1920 y 1936, debido a la consolidación de la economía minero exportadora, se da un desarraigo de la población rural andina y una alteración de los rasgos esenciales de la cultura agrícola tradicional.
III. ETAPA RECIENTE (1936 1999)
Es innegable que la calidad de la composición cultural desarrollada por la sociedad andina (durante el período 1936 œ 1999), ha propiciado la consolidación de una cultura ecológica satisfactoria, que a su vez ha inducido un grado de valoración social de la biodiversidad muy alto en comparación con otras sociedades regionales del país.
El valor social y cultural de la biodiversidad andina se fundamenta en primer lugar, en las características biofísicas excepcionales y particulares de la cordillera y en segundo lugar, en una relación directamente proporcional al valor que otorgan los diferentes estratos sociales, de acuerdo a las preferencias, intereses y función de utilidad que la biodiversidad satisface, directa o indirectamente.
La notable diversidad físico, natural y la especial biodiversidad existente en la región andina, dan origen igualmente a una diversidad de valores sociales y culturales del ambiente integral de la región. En tal sentido y en virtud de que un gran porcentaje del territorio de la región de los andes, está protegido jurídicamente por un sistema de áreas naturales bajo régimen de administración especial, el valor social de la biodiversidad andina debe responder, en esencia, a los siguientes objetivos socio - ambientales:
a. Conservación de la naturaleza y habitats relevantes y/o frágiles.
b. Oportunidades para la investigación científica.
c. Protección a zonas silvestres de relevancia biogeográficas.
d. Material genético para su uso en medicinas y para el mejoramiento de cultivos y animales domésticos.
e. Producción de agua potable, aire limpio y otros requerimientos vitales para la vida.
f. Perpetuación de los valores escénicos.
g. Mantenimiento de servicios ambientales.
h. Conservación de cuencas hidrográficas.
i. Conservación y perpetuación de lugares y objetos del patrimonio cultural andino.
j. Espacios singulares para el desarrollo de programas de educación ambiental y el fomento de la recreación y el turismo.
k. Sustentabilidad de recursos derivados de ecosistema naturales, manteniendo los atributos culturales y tradicionales de la región.
l. Contribución a la economía local y nacional especialmente a través del turismo.
La región de Los Andes posee las condiciones, recursos, potencialidades y logros, que exige un desarrollo sustentable dentro de un esquema de competitividad a largo plazo.
Esta competitividad, desde el punto de vista regional, debe entenderse en un sentido más amplio, que el meramente económico y enmarcado en un proceso continuo de búsqueda y desarrollo de las capacidades de crecimiento económico y desarrollo sociocultural.
La competitividad de los sectores económicos de la región, es indefectiblemente dependiente del factor ambiental. Particularmente, la sustentabilidad del sector agrícola y turístico solo será posible con la protección y desarrollo ambiental de la región.
La finalidad básica del estudio consistió en organizar y sistematizar las propuestas y estrategias que conduzcan a largo plazo, a un cambio de la economía tradicional del estado Mérida, en una economía sustentada en sectores competitivos y en función de sus potencialidades ecológicas.
El proyecto señalado busca incorporar, articular y armonizar el crecimiento material, el desarrollo social y la preservación del medio ambiente (desarrollo sustentable).
El éxito del plan estratégico Mérida 2020, extensivo a los otros estados de la Región, requiere necesariamente del desarrollo de un plan de conservación de la biodiversidad andina. Mantener la resistencia ecológica de la ecorregión, para que pueda responder a los impactos derivados del desarrollo socioeconómico, debe pasar por la conservación de la biodiversidad representativa, mediante el sostenimiento indefinido de los procesos ecológicos vitales y el mantenimiento de las poblaciones de especies de la cordillera andina venezolana.
En consecuencia, la Región de Los Andes requiere de la formulación y materialización de un Plan Rector Estratégico de Desarrollo Integral a largo plazo. Dicho plan debe fundamentarse en el reordenamiento de su territorio y en una política ambiental regional, que atienda en primer lugar los límites que impone la sustentabilidad ecológica regional y en segundo lugar que esté integrada a los procesos sociales, económicos y políticos del desarrollo regional.
Uno de los objetivos fundamentales del Plan Estratégico, debe ser la materialización de los valores sociales de la biodiversidad andina, a través de las siguientes estrategias ambientales y socioeconómicas:

Consolidación dentro del esquema de sustentabilidad ecológica, del páramo venezolano como elemento vital en la Estrategia Agroalimentaria Regional y Nacional.

Conservación de las características tradicionales de los centros poblados de la región en armonía con el paisaje y con las características socioculturales autóctonas.

Compatibilización de las relaciones funcionales entre la agricultura andina y el turismo.

Conservación de cuencas hidrográficas y desarrollo de empresas de gestión del recurso agua.

Valorización ambiental, social y económica, del sistema regional del Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAES), como base de preservación de la biodiversidad, la agricultura andina y el turismo.

Conservación, fomento y desarrollo del poblamiento y la agroeconomía de los valles altos andinos, en función de la producción agroalimentaria, agricultura orgánica, cultura autóctona y desarrollo del ecoturismo.

Fortalecimiento de las áreas cafetaleras de la región, dentro de un esquema de sustentabilidad ecológica.


Consolidación del sector cultural, científico y tecnológico de Los Andes, orientado a dar respuesta a los retos de sustentabilidad ecológica, calidad de vida, seguridad agroalimentaria, ordenación urbanística, solidaridad social y transformación competitiva de la economía regional.
El éxito de un Plan de Conservación de la Biodiversidad Regional, depende del respaldo institucional de una Política Ambiental especifica para la región de Los Andes, que sea el producto de la suma de políticas ambientales estadales, diseñadas y formuladas con base en las realidades socioeconómicas, que surgen de dinámicos procesos de ocupación poblacional y del uso del territorio andino y de sus recursos naturales.
La materialización de estas políticas ambientales estadales y regionales, depende de una gestión ambiental moderna, que rescate la autoridad de la base institucional y legal, capaz de enfrentar intereses económicos y políticos subalternos que han venido causando la pérdida de la biodiversidad andina. Así mismo, el proceso de gestión, debe garantizar la incorporación y participación efectiva de la sociedad civil andina en las decisiones y acciones ambientales, como condición fundamental de respeto para el aprovechamiento, conservación y fomento de la biodiversidad y sus valores sociales y culturales.
http://64.233.169.104/search?q=cache:7t2HProLxEUJ:hoeger.com.ve/ama/pdf/sesion-biodiversidad-03.pdf+los+caminos+del+paramo+meride%C3%B1o&hl=es&ct=clnk&cd=156&gl=ve

El concepto de innovación social designa nuevas formas organizacionales y prácticas sociales que contribuyen al mejoramiento de una situación o dan una respuesta inédita a una necesidad colectiva. Este concepto suscita un interés creciente, así como el de capital social, con él que guarda relación. Pues un aspecto importante de la innovación social reside en la generación de relaciones de cooperación entre diversos actores, a diferencia del enfoque tradicional, que hacía de la inversión (privada y pública), y de la planificación estatal los elementos fundamentales del desarrollo de un territorio. En el concepto de innovación social está presente la alianza entre diversos actores a nivel local, existiendo, de este modo, un vínculo entre innovación social y desarrollo local. En el concepto de desarrollo local, el territorio ya no es visto como un simple espacio físico, receptor de inversiones de capital, sino como un lugar de vida de una comunidad, y una construcción social, resultado de las acciones y representaciones de los actores locales. Estos constituyen “recursos institucionales” para el desarrollo, por su capacidad de tomar iniciativas, de construir organizaciones y redes, y de contribuir a la capacitación y al empoderamiento de la población. Se ha puesto en evidencia que la eficacia de las acciones económicas muchas veces es condicionada por las relaciones de proximidad y de pertenencia al espacio local, y por el capital social. Desde finales de la década 1980, se ha difundido un nuevo enfoque del desarrollo, que ya no se confunde con un simple crecimiento económico, sino que integra dimensiones sociales, (bienestar e igualdad social), ambientales (calidad ambiental y sostenibilidad), políticas (democracia, participación) y culturales (defensa de la identidad y del patrimonio), dimensiones fundamentales en la definición del concepto de desarrollo sustentable (Mendez, 2002).
El objetivo de este artículo es ilustrar los conceptos de innovación social y desarrollo local mediante el análisis de un caso: el del Municipio Rangel del estado Mérida, donde se ha iniciado una dinámica de desarrollo local a partir de una red de organizaciones sociales. En una primera parte se resumen las diferentes problemáticas presentes en el proceso de modernización de este territorio. Luego se presentan los actores locales y las iniciativas que han implementado en la búsqueda de bienestar colectivo. En una tercera parte se formula un marco de análisis de los procesos existentes en el municipio Rangel, a partir de los conceptos de innovación social y desarrollo local. El trabajo constituye una primera aproximación, que forma parte de un proyecto de investigación en curso.
1. Una problemática múltiple: agrícola, económica, social, ambiental
El municipio Rangel del estado Mérida, como otros ubicados en los valles altos andinos, se ha incorporado de manera rápida a una agricultura comercial de altos rendimientos. En respuesta a una demanda urbana que crecía en forma acelerada a partir de la década 1960, se produjo una disminución drástica de la agricultura de subsistencia, el abandono del policultivo y la difusión de una agricultura comercial, convirtiéndose en uno de los espacios de mayor modernización agraria en la producción de papas y hortalizas (Wettstein, 1996). Nuevas variedades de papa, importadas de países como Canadá y Holanda, sustituyen las variedades tradicionales de la papa andina
1 el trigo y los demás rubros de subsistencia como la arveja. También se empiezan a producir hortalizas antes desconocidas en la región y ajenas a los hábitos alimentarios locales. Estos cultivos nuevos exigían la adopción de nuevas tecnologías, introducidas por inmigrantes europeos y que se difundieron rápidamente entre los agricultores locales. El Estado creó organismos de investigación y asistencia técnica para apoyar este desarrollo, en particular la Estación Experimental de Mucuchies para la papa, fundada a inicios de la década 1960. Con la bonanza petrolera de los años setenta, el Estado también construyó vías de comunicación e instalaciones de riego por aspersión, factores que dieron un gran impulso al proceso de modernización de la producción agrícola en la región.
Paralela a la intensificación de la agricultura, se produjo una expansión de la superficie bajo explotación, hasta utilizar todo el espacio disponible. La frontera agrícola se extendió hacia zonas de mayor altura, más frágiles y menos productivas. Se fueron eliminando los bosques y los períodos de descanso de la tierra, con importantes efectos ambientales:
debilitamiento de los suelos, desestructuración de los procesos regenerativos de la fertilidad de los suelos y de la recuperación de los ecosistemas (Romero, 2003). La difusion del uso de insumos agroquimicos sin conocimientos de las condiciones agroecologicas y sin una asistencia técnica adecuada llevó a un consumo excesivo de insumos químicos de todo tipo (Velasquez, 2001), fomentado por una política de subsidios del Estado a estos productos. Las plagas y enfermedades, en una agricultura monovarietal, se reciclan y se hacen residuales. Se produce una intoxicación de agrosistemas y personas. La agricultura “transhumante”, según la expresión de un productor local para designar el arrendamiento de tierras por parte de agricultores venidos de otras regiones, y en particular de Colombia, para producir los rubros de mayor demanda y mayores precios, ha contribuido de manera importante a la degradación ambiental. Este sistema intensivo estaría en el umbral del colapso, de no tomarse medidas urgentes (Romero, 2003).
Desde el punto de vista social, el auge de la agricultura comercial ha enriquecido a varios agricultores, pero no ha llevado a un incremento significativo en los ingresos en la mayoría de los habitantes, ni a una mejoría de la calidad de vida en estas comunidades. Se han mantenido altas tasas de pobreza, analfabetismo y malnutrición, y “la salud de los habitantes se ha deteriorado como consecuencia de la contaminación del agua, del suelo y de la atmósfera debido al uso indiscriminado de productos altamente tóxicos” (Llambi y Arias, 1997, p. 26).
2. Una dinámica asociativa local
Varios procesos organizativos se han venido desarrollando en el municipio desde la década 1970. A través de diversos tipos de organizaciones (cooperativas, comités de riego, asociaciones civiles comunitarias, ONGs u organizaciones de desarrollo social), se han incrementado las capacidades de los habitantes para formular propuestas de desarrollo que combinan objetivos económicos, sociales y ambientales. Las organizaciones pertenecen a diferentes generaciones, y contextos de emergencia. En la década de los sesenta, se desarrolló un proceso de promoción de las cooperativas, en esta región como en otras zonas del país.
En los años setenta y principios de los ochenta se forman los centros de educación popular y los comités de riego. Luego, a partir de los años noventa, emerge la problemática ambiental que imprime un nuevo dinamismo a la vida asociativa del municipio, y surgen varias organizaciones que combinan objetivos económicos, sociales y ambientales.
2.1. Cooperativas, comités de riego y centros de educación popular
En la década de los sesenta, actividades de promoción realizadas por sacerdotes católicos llevaron a la formación de tres cooperativas de agricultores en la región de los valles altos de los Andes
La comercialización de la producción de sus socios agricultores, que había sido el objetivo principal de estas cooperativas, no ha sido sustentable en el tiempo, y sólo se ha conservado como actividad la venta de insumos agrícolas. El fracaso de la comercialización está ligado a varios factores: bajo nivel educativo y de cultura empresarial en los socios y directivos, ausencia de organismos de asesoría a las empresas cooperativas. Otro factor ha sido la creación por el gobierno nacional del programa de Centros de Acopio, a finales de la década 1970, a través del cual el Estado financiaba la infraestructura para el acopio de hortalizas, y compraba las cosechas a precios fijados por la Corporación de Mercadeo Agrícola. Esta política, que se ejecutó utilizando a las cooperativas existentes (sus terrenos e instalaciones, su personal y membresía), generó una situación de dependencia de las cooperativas frente al Estado, y cuando la experiencia de la Corporación Venezolana de Mercadeo y el Programa de Centros de Acopio fracasaron, a principios de la década 1980, por prácticas de corrupción y mala administración, las cooperativas de productores agrícolas no pudieron reorganizar la actividad comercializadora.
Hoy la Cooperativa La Parameña, en Mucuchies, con 296 socios – tiene como actividades la venta de insumos agrícolas y el ahorro y crédito.
Los Comités de Riego
En la década de los setenta, el sector público (Corpoandes y el Ministerio de Agricultura y Cría-MAC) construyó sistemas de riego por aspersión en los valles altos de los Andes; estas infraestructuras contribuyeron de manera importante a la intensificación de la agricultura en la región, al permitir la producción continua durante todo el ano; se incrementaron los rendimientos agrícolas y se frenó el éxodo de la población de estas regiones hacia las ciudades. http://64.233.169.104/search?q=cache:NpDNs_6o5a4J:www.yorku.ca/hdrnet/images/uploaded/RICHER_05.pdf+las+abrae+en+la+sierra+de+la+culata+merida&hl=es&ct=clnk&cd=16&gl=ve


EVALUACIÓN DE LOS CAMBIOS OCURRIDOS EN LA COBERTURA/USO DE LA TIERRA DEL PARQUE NACIONAL SIERRA DE LA CULATA.
MÉRIDA-VENEZUELA. PERÍODO 1988-2003.
Angnes Aldana* y Joaquín Bosque Sendra **
*Universidad de los Andes, Mérida-Venezuela.
angnest@hotmail.com
**Universidad de Alcalá, Madrid-España.
joaquin.bosque@uah.es
INTRODUCCIÓN
Aún cuando es ampliamente reconocida la importancia de los estudios dinámicos o temporales para la toma de decisiones, en Venezuela se desconoce la magnitud, configuración y distribución de los cambios espaciales operados en áreas específicas como los 43 parques nacionales creados hasta el presente, los cuales son manejados y controlados por el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) con base en los Planes de Ordenamiento, Manejo y Reglamentos de Uso (POMRU) establecidos en cada caso.
En procura de la gestión y administración óptima de los parques nacionales, el estado venezolano ha reglamentado por decreto, la revisión quinquenal de los POMRU para su evaluación y reformulación (Venezuela Poder Ejecutivo, 1989). Sin embargo, a nivel nacional el proceso de revisión no se ha llevado a cabo, generándose un atraso en el cumplimiento de las pautas establecidas en la legislación (Sulbarán, 1995). Tal es el caso del área en estudio, es decir el Parque Nacional Sierra de La Culata.
De acuerdo con las evaluaciones establecidas por diversos autores, con el objeto de determinar la efectividad de manejo de los parques nacionales venezolanos (Blanco y Gabaldón, 1992; FUDENA, 2001), el Parque Nacional Sierra de la Culata, es calificado como el menos afectado, con menos problemas y menores niveles de riesgo. No obstante otros autores (Escalona y Castillo, 2002; Rangel, 2001; Dugarte y Rojas, 2003) han registrado procesos de deforestación sobre sectores boscosos de la vertiente norte del parque, correspondientes con las cuencas de los ríos: Frío, Playa Grande, Tucaní y Torondoy.
Por otra parte, los habitantes que han residido en el parque desde antes de su declaratoria como área protegida, han presionado a la administración del parque para reclamar los derechos de usufructo que ellos consideran ancestrales sobre las tierras que ocupan (Reyes y López, 1992).
A esto se suma la ocupación ilegal de nuevos colonos compuestos por inmigrantes colombianos y venezolanos, así como también, la presión ejercida por aquellos pobladores ubicados en las inmediaciones externas a la poligonal del parque, quienes al no tener regulaciones estrictas sobre el uso de la tierra, tienden a agotar por sobre explotación los recursos disponibles, procediendo luego a demandar los recursos del parque (Sulbarán, 1995).
Ante el escenario precedente, se inició una investigación para establecer el estado de la realidad del Parque Nacional Sierra de la Culata (período 1988-2003), mediante el uso de los Sistemas de Información Geográfica Idrisi y ArcView, con el fin de aportar datos para la reformulación del Plan de Ordenación, Manejo y Reglamento de Uso de esta área protegida y para la toma de decisiones en procura del mantenimiento y protección de la diversidad biológica.
METODOLOGÍA
La evaluación de los cambios en la cobertura/uso de la tierra, forma parte del proceso de valoración de la efectividad de manejo de una área protegida, en tanto que se establece el estado de la realidad de la misma (ACIUCN, 1999; Vreugdenhil et al, 2003) al determinar las pérdidas de los recursos vegetales y animales, el patrón de distribución, los factores causales, los procesos conducentes de la acción humana y los efectos generados (Luque, 2000; FAO, 2001; Halffter et al, 2001). Datos estos generalmente requeridos en los planes de manejo implementados para garantizar el mantenimiento de la biodiversidad y la minimización y control de las amenazas y presiones (Hockings, 2003; Jamison, 2003), ejercidos sobre los espacios protegidos.
Enmarcado en estos aspectos, se realizó la evaluación de los cambios en la cobertura/uso de la tierra del Parque Nacional Sierra de la Culata, incluyéndose en el presente trabajo los resultados concernientes con la persistencia y los cambios detectados y el patrón de distribución de los mismos. Parámetros estos que fueron estimados bajo ambiente SIG en dos etapas:
1.-Detectando los cambios ocurridos en la cobertura/uso de la tierra del parque, mediante el uso del módulo GIS Analysis y la función change crosstab del SIG Idrisi, aplicados sobre los mapas de cobertura/uso de la tierra de los años 1988 y 2003, los cuales fueron generados de la interpretación de imágenes Landsat, en una fase previa a los resultados presentados en este aparte.
2.-Determinando el estado de la realidad del parque, en términos de:
• La persistencia y los cambios estimados con base en los datos obtenidos en la primera etapa, bajo las formulaciones planteadas por Pontius et al (2004), a las que se le implementaron algunas modificaciones para obtener un balance equilibrado.
• Las conversiones ocurridas en la cobertura/uso de la tierra y su verificación con el valor intrínseco de las transiciones entre categorías establecidas por Pontius et al (2004).
• El patrón espacio-temporal de los cambios detectados, mediante el análisis de la cartografía elaborada y las observaciones de campo.

http://64.233.169.104/search?q=cache:Hf3itEdeDv0J:webdelprofesor.ula.ve/ciencias/lico/Libros/Visitanmerida/Chiguara.pdf+caminos+desde+la+sierra+de+la+culata+hacia+el+lago+de+maracaibo+en+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=24&gl=ve

Estado actual del conocimiento del problema:
La perdida de la biodiversidad como consecuencia de los procesos de fragmentación y sustitución de los ecosistemas naturales (en particular de zonas tropicales) por áreas destinadas a algún uso antrópico, es una problemática bien conocidas por todos. Según Kaimowitz and Angelsen citado por Guariguata y Ostertag, 2002, a nivel de país el aumento de las tasas de transformación o deforestación de los ecosistemas naturales se relaciona con el incremento demográfico, pero, a nivel regional, otros factores como la construcción de carreteras, la puesta en marcha de programas de colonización, distancia a mercados, políticas macroeconómicas, entre otros, influyen además en el acrecentamiento del problema.
Los Andes venezolanos es una de las regiones de mayor diversidad natural del país (La Marca y Soriano, en prensa); pero es además una zona en la cual las actividades antrópicas han aumentado paulatinamente sus presiones sobre el ambiente, ocasionando sobre los sistemas vegetales transformaciones a tasas aceleradas, modificándose los patrones del paisaje de montaña.
La conservación de los ecosistemas o unidades de vegetación de la región de Los Andes, reviste de gran importancia, ya que, son el albergue de gran variedad de especies animales y vegetales (entre estas, especies endémicas de la región andina).
Otra razón que motivan la conservación de estos ecosistemas, es el hecho de que unidades boscosas como La Selva Nublada según Ataroff and Rada (2000) juegan un papel muy importante en el ciclo hidrológico, además Saunders et al (1991) citado por Kattan (2002), exponen que la conservación de ecosistemas boscosos evita o disminuye los procesos de escorrentía superficial, procesos de erosión, eventos de sequía pronunciada y crecimiento repentino de los cursos de agua. Tricart (1972), manifiesta que preservar estas unidades vegetación permiten mantener el suministro de agua al sistema de aguas subterráneas de la zona del Sur del Lago, permitiendo disminuir considerablemente el efecto de las sequías y garantizar así una reserva mayor de agua a bajo costo.
Con la necesidad de conocer y cartografiar los tipos de vegetación de la región andina, Mora (1986), elaboró una investigación con el uso de imágenes satelitales para identificar los tipos de cobertura de en vertiente Norte de los Andes Venezolanos.
La Cuenca del Río Capaz (anteriormente denominada del río Capazón) posee varios proyectos, entre estos un inventario y diagnostico de los recursos naturales elaborado por Duque, (1985) ; además se han elaborado varias propuestas para la conservación de esta cuenca, entre estos los aportados por Fernández, (1983) ; Osorio y Andrade (1984) ; entre otros y ensayos para el desarrollo agropecuario de la cuenca por Aguilar y Zambrano (1974).
Los estudios referentes a la cuenca de río Torondoy son contados estando más relacionado con esta investigación el aportado por Moreno y Ruiz (1988) proyecto referido a proposiciones conservacionistas para la zona alta de dicha cuenca. Con respecto a la Cuenca del Río Chirurí no se ha encontrado información alguna.

http://64.233.169.104/search?q=cache:kz7ZMtrpFqQJ:webdelprofesor.ula.ve/ciencias/eulogio/investigacion/Proyecto%2520CDCHT%2520F%25201238.pdf+geografia+humana+en+la+sierra+de+la+culata+en+merida&hl=es&ct=clnk&cd=14&gl=ve
MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA. GOBERNACIÓN DEL ESTADO MÉRIDA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA CIENCIA LA TECNOLOGÍA DEL ESTADO MÉRIDA. RED DE APRENDIZAJE EN AGROECOLOGÍA
Diagnóstico Preliminar
La Red de Aprendizaje en Agroecología surge como respuesta, a partir de la frecuente aparición, en los diferentes diagnósticos realizados por FUNDACITE Mérida durante los ańos 2002 y 2004, de problemas relacionados con el uso de pesticidas y fertilizantes de origen industrial, comúnmente denominados agroquímicos.
Desde el punto de vista ambiental y sin restar importancia a los impactos que en el contexto de salud pública y agroalimentación tiene esta problemática, surge el deterioro de recursos (suelo, agua, aire) como consecuencia más evidente, lo que convierte el tema en objeto de análisis por parte de FUNDACITE Mérida. En el territorio del estado Mérida, esto reviste características particulares cuando consideramos zonas productoras cercanas a ecosistemas que incluso se encuentran bajo régimen de protección, como es el caso de los Parques Nacionales Sierra Nevada y La Culata. Las consecuencias de la problemática que intentamos describir, están relacionadas incluso con los efectos que conlleva el deterioro de importantes cuencas hidrográficas, que se consideran contribuyentes directas de uno de los ecosistemas de mayor riesgo e importancia para el país; nos referimos al Lago de Maracaibo.
Justificación
La intervención del sector ciencia y tecnología en la propuesta de soluciones a la problemática expuesta, está sustentada en al análisis que debemos hacer de los orígenes del modelo agro productivo que prevalece en las zonas a las que hacemos referencia, y que no es más que un esquema de producción basado en lo que se conoce como agricultura convencional entendida desde la óptica de: “un modelo de agricultura moderna de avanzada (Revolución verde), que ha centrado su estudio en las plantas y animales, despojados de su identidad como seres vivos, sino constituyéndose en máquinas las cuales deben responder únicamente a fines productivos.” (Freddy Espinoza Colque, ENTORNO: Ecología, Medio Ambiente y Desarrollo. Diciembre Ańo 2 N° 2, Bolivia). Esta problemática puede ser interpretada entonces, como la consecuencia inmediata del modelo de agricultura propuesto y desarrollado a partir de la llamada revolución verde ó agricultura convencional.
En contraposición a esta visión, surge la agro ecología como un modelo que propone desarrollar la producción agrícola sobre principios de respeto al entorno y a los elementos que se involucran en el proceso, es decir suelo, aire, agua, plantas, animales y hombre en su rol de productor. Otra definición de agro ecología hace referencia a un “concepto agrícola que no sólo se centra en la producción, sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema productivo.” (Motserrat Daban, “La agricultura sostenible, mucho más que una tendencia”, Ecotropia, 16/12/04­Tomado de http://www.ecotropia.com/d1031204.htm ).
La Agroecología podría ser definida igualmente como una disciplina que proporciona los principios ecológicos básicos para estudiar, diseńar y administrar agro ecosistemas alternativos que afectan no sólo a los aspectos ecológico­ambientales de la crisis de la agricultura convencional moderna, sino también a los aspectos económicos, sociales y culturales . (Altieri, 1995 citado en www.itacab.org/gate/eventos/organico/ponencias/Avances en promoción Agroecologica desde RAE.doc.)
En el caso del productor, se privilegia además sus valores culturales y el conocimiento ancestral sobre el sistema productivo que igualmente ha sido desplazado por la llamada “revolución verde”. El componente científico­ tecnológico se hace presente a través de esta visión holística y respetuosa del entorno, en la que se impulsa la sabiduría popular y se involucra al productor no sólo como elemento pasivo, sino como participante activo del proceso de generación y transferencia de conocimiento y tecnológica.
Siendo los productores agrícolas del Estado, los principales afectados directos de esta problemática, encontramos que una acción de respuesta desde el sector ciencia y tecnología, es perfectamente posible desde el modelo propuesto por la Agroecología. Este análisis nos conduce a señalar que la respuesta igualmente debe atender a la necesidad de motivar un cambio conductual, que se refleje en el sistema agro productivo y lo que es más importante en su manera de relacionarse con el entorno, en definitiva, en su modo de vida.

Durante el ańo 2005, a través de los Talleres de Manejo Agro ecológico de Suelos como primera acción del mecanismo en determinados espacios locales, es posible observar realidades que afianzan la percepción de la gravedad que representa el problema, pero también de la creciente inquietud y motivación por sumarse a cambios en los esquemas de producción agrícola. Igualmente, se logran identificar mecanismos de vinculación efectiva tanto con mecanismos internos de FUNDACITE como con acciones desarrolladas por otras instituciones.
Por estas razones, es necesario esquematizar un horizonte para la acción institucional en el corto y mediano plazo, que responda a las expectativas y propuestas expresadas en los diferentes espacios de validación e intercambio, que han sido dispuestos con este fin.
Conceptualización:
Partiendo del análisis expuesto anteriormente, podemos afirmar que, tratándose de la necesaria motivación a un cambio de conducta, es necesario un proceso de aprendizaje, no sólo por parte de los productores en un rol activo, sino también de las instituciones y los actores comprometidos con la transformación de un modelo económico y social, bajo el cual esta estructurado el sistema agro productivo en el país.
En FUNDACITE Mérida, las Redes de Aprendizaje han sido definidas como mecanismos de gestión en Ciencia y Tecnología, que tienen su origen en un diagnóstico que permite la detección de un problema local, cuya solución es susceptible de ser abordada a través de un proceso de aprendizaje colectivo, con impacto tanto en la comunidad como en las instituciones locales, y a la vez, prepara a los actores locales para la formulación y ejecución de proyectos con perspectiva holística en relación al tema que ocupa a la red.
En consecuencia, la Red de Aprendizaje en Agroecología es el mecanismo propuesto por FUNDACITE Mérida como respuesta a la problemática ocasionada por un modelo de producción agrícola no sostenible ecológicamente, evidenciado en el uso indiscriminado de agroquímicos con el consecuente deterioro de los recursos ambientales y la subestimación del conocimiento ancestral del productor. Proponemos a través de la red, involucrar a los actores (productores e instituciones) en un proceso de aprendizaje mutuo basado en conocimientos, técnicas y tecnologías conducentes a garantizar una producción agrícola respetuosa del entorno ambiental y cultural. Este proceso de aprendizaje se apoya en experiencias prácticas, que permitan aplicar el conocimiento alcanzado mutuamente, además de evaluar y demostrar avances palpables en la transformación del modelo de producción agrícola como
elemento motivador e integrador para nuevos actores.
http://64.233.169.104/search?q=cache:hLrbqRY0C_QJ:www.fundacite-merida.gob.ve/drupal/files/PlandeAccionAgroecolog%C3%ADaDefinitivo.pdf+aspectos+humanos+en+la+sierra+de+la+culata+en+merida&hl=es&ct=clnk&cd=23&gl=ve

Políticas en las Relaciones Sociales Comunitarias de INPARQUES-Mérida
Politics in the social comunitary relations of INPARQUES-Mérida Rebeca Pérez Arriaga*
* Universidad de Los Andes, Postgrado Ecología Tropical, Mérida-Venezuela. E-mail: nutnun@hotmail.com
Resumen
La figura de Parque Nacional plantea una normativa de uso y manejo de un espacio que se considera especial por sus condiciones naturales y escénicas particulares. Un parque nacional, de forma ideal, debería ser una porción del territorio exenta de población humana debido a los fines implícitos en esa figura jurídica. Ahora bien, la situación particular de presentar un parque asentamientos humanos plantea el estrechar vínculos de comunicación permanentes entre esas comunidades y los funcionarios representantes del parque.
El objetivo de este trabajo es reflexionar acerca de la manera en que el Instituto Nacional de Parques Mérida (INPARQUES) a interaccionado con comunidades que se hallan asentadas en los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de la Culata y, cómo ese comportamiento bidireccional puede estar afectando las reglamentaciones y políticas del Instituto Nacional de Parques.
Rev. Geog. Venez. Vol 41(1) 2000, 47-61
Recibido: octubre, 1999 / Aceptado: enero, 2000
Introducción
El Estado Mérida posee cuatro Parques Nacionales (Sierra Nevada, Sierra de la Culata, Páramo El Batallón y La Negra y Tapo Caparo) que en su conjunto abarcan un importante porcentaje del territorio del estado y que garantiza la preservación a perpetuidad de ecosistemas únicos.
Por ese motivo, se ve con preocupación que muchas de las políticas del Ejecutivo del Estado Mérida se contraponen a los fines de los Parques Nacionales, anteponiendo intereses particulares a los ambientales. Las autoridades estatales han apoyado la intervención y manipulación de entes locales (alcaldías) en áreas correspondientes a parques nacionales sobrepasando la injerencia legal que posee INPARQUES como órgano administrador de las mencionadas zonas, violando los reglamentos de uso y manejo de las áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE).
Esta situación conduce a la manipulación política de las comunidades asentadas en los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de la Culata, propiciando actitudes negativas contra el Instituto Nacional de Parques Mérida (INPARQUES) representado por sus funcionarios, lo cual contribuye a fracturar la vinculación entre ellos.
La manipulación política de que son objeto los pobladores es, en parte, consecuencia del poco contacto vivencial que los funcionarios de INPARQUES R. Pérez Arriaga han mantenido con las comunidades. Esta situación tiene que ver con la forma de asumir cómo se plantean las relaciones o vínculos entre los funcionarios públicos y la población autóctona que vive dentro de los Parques, asentados en las zonas de Uso Poblacional Autóctono, Amortiguación y Uso Especial.
De aquí se desprende la presencia de dos situaciones distintas, aunque conectadas, en relación con las políticas de INPARQUES y las comunidades de los parques nacionales: una, referida al tipo de vínculos entre funcionarios y las comunidades y, otra ligada a las políticas del Ejecutivo del Estado Mérida en relación con las ABRAE. En este trabajo nos concentramos en el primer problema.
Una óptica desde las comunidades
Los funcionarios de INPARQUES han mantenido una actitud frente a su relación con los pobladores de los Parques que parece limitarse a la inspección y puesta en práctica de la reglamentación de los Planes de Ordenamiento y Manejo de los Parques.
Es notorio el poco contacto que mantienen los funcionarios INPARQUES en las comunidades, con algunas excepciones, que vaya más allá de una inspección. Ello es expresado por campesinos de algunas zonas de los Parques como Gavidia, el Páramo de los Conejos, Apure o El Banco y observado por esta autora, específicamente en el
Páramo de Gavidia.
Esta situación lleva a pensar que algunos técnicos no manejan de forma adecuada, desconocen o, en su defecto, malinterpretan los reglamentos contemplados en los planes de manejo de los Parques. Ello, entonces, genera malentendidos entre los funcionarios y las comunidades.
Por otra parte, no puede ni debe obviarse que algunos campesinos no actúan correctamente debido a manipulaciones políticas, desconocimiento de los reglamentos, mal interpretaciones o intereses y situaciones particulares.
Así mismo, es cierto que cada día quedan menos poblaciones que utilizan una agricultura tradicional, la cual se está perdiendo paulatinamente con la introducción de nuevas tecnologías que muchas veces no son las más adecuadas a los fines conservacionistas de los Parques, entrando en conflicto, entonces, las comunidades con INPARQUES. Pero esto se debe también, en parte, a que no ha existido una labor de extensión de INPARQUES ni otras instituciones que, a través de grupos de investigadores, realizan estudios dentro de los parques como la Universidad de Los Andes.
No obstante, es necesario aclarar que se deben diferenciar dos aspectos referentes a las ABRAE y las comunidades autóctonas:
1. El propósito u objetivo que se persigue mediante la declaración de Políticas en las relaciones sociales comunitarias..., 47-61 las ABRAE, que a su vez conduce a la fijación de restricciones y reglamentaciones en que quedan incursas las poblaciones asentadas dentro de estas áreas.
2. Una vez planteada una situación en la cual no se puede recurrir a la expropiación debido a la permanencia ancestral de la población, qué criterios deberían tomarse para que los usos de la población se puedan ajustar a la normativa legal.
Algunos autores confunden estos dos aspectos, planteando posiciones críticas hacia INPARQUES.
Con relación al primer aspecto, cabe señalar que las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) fueron concebidas fundamentalmente para la protección y preservación de ecosistemas naturales de relevancia y, en segundo término para la preservación del patrimonio histórico cultural. Por ello, las áreas afectadas por esta figura jurídica, en este caso los Parques Nacionales, preferentemente no deberían incluir zonas pobladas a menos que por razones de las mismas condiciones naturales no se pueda evitar.
De allí que, los usos y actividades de las poblaciones incluidas dentro de los Parques como zonas de Uso Poblacional Autóctono, Amortiguación y Uso Especial estén sujetas a una
reglamentación.
De acuerdo con Gondelles (1992), las ABRAE “son espacios geográficos, sitiosy elementos del medio con características biofísicos singulares u otras cualidades y potencialidades en lo sociocultural que ameriten recibir del Estado una protección efectiva y permanente bajo un régimen de administración “sui generis” que garantice la integridad física sin mermar sus valores, mediante una utilización acorde con esos objetivos y una protección y manejo adecuados a esas características.
El aprovechamiento de estas riquezas es racional cuando no desvirtúa los objetivos de conservación y defensa, y el manejo es adecuado cuando asegura lo anterior; el régimen administrativo de estos espacios y los recursos naturales se denomina especial porque en ellos se prohiben, restringen y controlan (subrayado del autor) expresamente ciertos usos y actividades humanas, y porque las que son permisibles están sujetas a normas reglamentarias legales (subrayado del autor) que las autoridades deben hacer cumplir.
Es importante señalar que Gondelles resalta la diferencia conceptual que hay entre lo biofísico y sociocultural, debido a que en Venezuela las ABRAE incluyen las áreas designadas con fines específicos de protección de la naturaleza (parques
nacionales y reservas de fauna) según la Ley Forestal de Suelos y Aguas y las que corresponden a objetivos de producción y otros (las reservas forestales, lotes boscosos, zonas de aprovechamiento agrícola, zonas de interés turístico, áreas especiales de seguridad y defensa y áreas rurales de desarrollo integrado) previsto en la Ley para la Ordenación del R. Pérez Arriaga Territorio. Aclarando que, aunque las últimas son importantes para el desarrollo económico no tienen la relevancia ecológica como aquellos con características biofísicas singulares que deben recibir, prioritariamente, protección especial a perpetuidad dentro de las ABRAE.
Dentro de las ABRAE figuran los Parques Nacionales, que según la Convención de Washington son regiones establecidas para la protección y conservación de las bellezas escénicas naturales y de la flora y fauna de importancia nacional, de las que el público puede disfrutar al ser puestas bajo la vigilancia oficial. Según Gondelles (1992), “son áreas naturales relativamente extensas que encierran muestras representativas excepcionales de la naturaleza y paisajes singulares no enteramente modificados por acción antrópica. Ellas se declaran como Parque Nacional en primer lugar(subrayado del autor) con fines de protección de esos valores, y en segundo lugar con fines de recreación, educación, investigación y aprovechamiento turístico. De esta forma, no se permite en los Parques Nacionales la explotación extractiva de sus recursos naturales con fines comerciales ni la intromisión de usos no conformes como el urbanístico, industrial, militar y agropecuario; en este último caso, salvo en casos excepcionales como el de comunidades indígenas residentes y, temporalmente, el de residentes con derechos de propiedad legítimos”.
Como puede verse, dentro de los objetivos de creación de los Parques Nacionales no está contemplada incluir áreas pobladas porque lo que se pretende es conservar y preservar, fundamentalmente, ecosistemas naturales como queda claro en el parágrafo primero, art. 6 del Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales (Decreto 276) y en las disposiciones generales (art.3) de los Planes de Ordenamiento y Reglamento de Uso de los Parques Sierra de la Culata y Sierra Nevada. Así mismo, en el art. 7 del Decreto 276 se indica que, incluso previa evaluación catastral se abstenga el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR) de incluir dentro del Parque áreas donde exista propiedad privada bajo uso o explotación incompatible con los fines del Parque, con excepción de la presencia de condiciones naturales, histórico–culturales o paleontológicas que lo requieran. De allí que, en el art. 12 del Decreto 276 se prohiba como uso los cultivos agrícolas en general.
En el art. 25 del citado Decreto se señala la afectación, con la declaratoria de Parque, en áreas ocupadas quedando sujetas su período de permanencia en el Plan de Ordenación y Manejo. Pero, en el parágrafo único se indica que los propietarios de cultivos compatibles con los fines del Parque y establecidos con anterioridad a la declaratoria del mismo, podrán permanecer en él mientras se ajusten a las condiciones que el caso establezca.
A este respecto Molinillo (1992) menciona que, INPARQUES, basado en la concepción proteccionista de los recursos naturales, en el art. 2 del Decreto 276 deja fuera de los usos permitidos las actividades humanas, prohibiendo la realización de actividades agrícolas (art. 12 del mencionado Decreto). No obstante, permite de acuerdo con el art. 35 que aquellas poblaciones autóctonas con más de 50 años asentadas dentro de los Parques pueden permanecer allí, quedando como un área de uso poblacional autóctono y, las decisiones de sí sus actividades contribuyen o no a mejorar el medio natural queda a criterio de INPARQUES.
Igualmente, señala este autor que en el Decreto 276 queda reflejado que las prácticas agrícolas no son bien vistas al considerarlas contrarias a los fines de los Parques y sólo pueden continuar temporalmente sin permitirse abrir nuevas zonas de cultivos y potreros. Pero en realidad, como se precisó anteriormente, desde el punto de vista legal y filosófico esta crítica no es válida.
Esto lleva a pensar que el problema radica no en la concepción de los Parques Nacionales sino cuando dentro de un Parque quedan ubicadas poblaciones autóctonas y sometidas a las restricciones como las normas las ABRAE, lo cual está incurso en el segundo aspecto planteado relacionado a las ABRAE y poblaciones autóctonas.
Políticas en las relaciones sociales comunitarias...,
Como se ha planteado, existe un problema en el modo de concebir por parte de los funcionarios de INPARQUES la forma de entablar el diálogo con los habitantes de los Parques.
Esta falta de concertación entre las comunidades y los funcionarios de INPARQUES, ha provocado algunas situaciones que resultan en prejuicio de los pobladores de los Parques con un posterior efecto sobre la situación de los Parques. A partir del momento en que se incluyen asentamientos dentro de algunos Parques Nacionales, dejando de lado las circunstancias que impusieron tal situación, ellos no pueden concebirse como un conjunto de elementos naturales aislados de la actividad ycompenetración del hombre con su medio.
El caso de los parques Sierra de la Culata y Sierra Nevada
En algunas comunidades asentadas en los Parques Nacionales Sierra de la Culata y Sierra Nevada se detectan ciertas situaciones que nos permiten ampliar el panorama de las reflexiones planteadas. Los aspectos que aquí se desean indicar son algunas situaciones que se observan como generalizadas y que, de una forma u otra, han contribuido a mantener un ambiente conflictivo en las relaciones entre las comunidades e INPARQUES.
Estas situaciones se refieren a la falta de comprensión y diálogo acerca de las aspiraciones de las comunidades, la R. Pérez Arriaga presencia de la ganadería extensiva como actividad complementaria importante en los sistemas agrícolas de los páramos, la falta de difusión o educación ambiental de INPARQUES hacia las comunidades así como una verdadera difusión en la comprensión de los reglamentos de manejo y uso de los Parques entre las comunidades.
1. En primer lugar cabe mencionar que las expectativas de vida del poblador son poco valoradas o, en algunos casos, no comprendidas. Esas expectativas no son reflexionadas mediante un diálogo entre los funcionarios y la comunidad a fin de encontrar una salida viable, en la cual se equilibren las aspiraciones de la población y los objetivos de los Parques.
Por otra parte, se desconoce parte de la situación social y cultural de las comunidades así como sus necesidades cambiantes, que obviamente se ven influenciadas por la cultura urbana foránea.
Este vacío se presenta porque en teoría NPARQUES se propone mejorar la calidad de vida de los habitantes de las Zonas de Uso Poblacional Autóctono, Amortiguación y Uso Especial (art. 5 del
Decreto 276; Art. 4, numeral 16 de los Planes de Ordenamiento y Reglamento de Uso de los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de la Culata (De Robert, 1993) y realizar estudios de dinámica de la población para promover un desarrollo armónico y equilibrado con respecto al Parque (art. 6, parágrafo 19 del Plan de Ordenamiento del Parque Nacional Sierra Nevada; y art. 7, parágrafo 18 del Plan de Ordenamiento del Parque Nacional Sierra de la Culata) pero en la praxis ello no se ha ejecutado.
Ahora bien, como no se han integrado y compartido vivencias entre los pobladores y funcionarios se desconocen o, en otros casos, no se valora el conocimiento teórico y práctico que poseen los campesinos de su medio.
Como lo plantea Toledo (1991), los ejércitos ilustrados de la civilización contemporánea llegaron siempre a los escenarios rurales para enseñar, educar, mejorar, tecnificar, desarrollar, integrar o modernizar respecto al manejo de los recursos naturales; pero casi todos olvidaron el hecho de que los productores campesinos y sus familias son actores sociales capaces de generar y transmitir conocimientos, de acumular experiencias, de inventar, innovar y experimentar, y en fin de hacer cultura durante su eterna tarea de extraerle bienes a la naturaleza.
Se desconoce o poco se valora el hecho de que mediante la observación, experimentación y memoria colectiva los campesinos conocen los mecanismos y funciones de los elementos y factores ambientales, lo cual les ha permitido seleccionar adecuadamente los sitios para el cultivo de acuerdo a las condiciones del suelo (humedad, propiedades físicas del suelo y fertilidad), posición geomorfológica y preservación de la vegetación natural.
Así como plantearse tipos de manejo adecuados a las condiciones ambientales, por ejemplo manejo del ciclo agrícola y pastoril según el ciclo climático. Retomando a Toledo (1991), es cierto que la ciencia contemporánea ha avanzado muy poco en la comprensión y el análisis de la manera de cómo la sabiduría campesina, concreta y particular, actúa en las mentes de millones de productores y sobretodo la forma en que les sirve de medio intelectual para el manejo de la naturaleza. Debido a que se aborda el estudio de los saberes tradicionales separándolos de sus significados prácticos, se enfatiza en el estudio de partes de esa sabiduría obviando la comprensión holística. Existe una concentración exclusiva en el examen de la porción objetiva de sus sabidurías, olvidándose de que en el corpus campesino los conocimientos objetivos se hallan amalgamados con otras dimensiones más subjetivas del pensamiento como son las creencias y las percepciones.
La producción campesina tradicional está basada, fundamentalmente, en los intercambios con la naturaleza más que en los intercambios social es, por ello, los campesinos adoptan una estrategia general que mantiene y maximiza la variedad de productos a lo largo del año y de la vida. Para ello las unidades de producción campesina manipulan su espacio natural a fin de favorecer la heterogeneidad espacial y la diversidadbiológica y genética. Esta estrategia de Políticas en las relaciones sociales comunitarias..., uso múltiple permite manejar distintas unidades ecogeográficas, como producto de ello se usa más una unidad ecogeográfica, se integran y combinan diferentes prácticas productivas, el reciclaje de materiales, energía, agua y desechos, la diversificación de los productos obtenidos de los ecosistemas y un uso que favorece la conservación de los recursos (Toledo, 1991).
Si bien es cierto que la producción campesina tradicional, dentro y fuera de los Parques, es cada vez más escasa tendiendo a ser más tecnificada (mediante el uso de maquinaria, fertilizantes entre otros) y monoproductora, los campesinos mantienen esos conocimientos y sabidurías planteados por Toledo que les permite mantener la heterogeneidad espacial y un uso, tal vez menos extenso y variado, de las unidades ecogeográficas dentro de los Parques Nacionales.
2. Un caso particular es el relativo a la presencia de la ganadería en los Parques, la cual es extensiva en la mayoría de los páramos altos ubicados dentro de los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de la Culata (Andrade, 1993).
INPARQUES plantea una normativa para restringir y, si es posible, eliminar este uso de los parques, pero ello plantea una controversia con los campesinos pues esta es una práctica enraizada en su cultura a partir de la introducción del ganado por los españoles en América del Sur.
R. Pérez Arriaga En el caso del Parque Nacional Sierra Nevada, el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del mismo (1993) en el art. 6, numeral 7 menciona someter a la ganadería extensiva practicada en los Páramos del Parque a una normativa especial mientras se resuelve armónicamente y de manera definitiva ese problema (subrayado del autor).
Por otra parte, en el art. 67 se señala que esa normativa especial tiene por objeto lograr su óptimo manejo conservacionista o su gradual eliminación para lograr el mínimo impacto negativo que pudiera generar a los recursos esa actividad. Mientras, en el Plan de Ordenación y Reglamento de Uso del Parque Sierra de la Culata (1995) se menciona en el art. 7 numeral 6 que se norma la ganadería extensiva mientras se realicen estudios técnicos que puedan determinar el impacto negativo de la actividad sobre los recursos naturales del Parques.
Por otra parte, en los art. 11 numeral d y 10 numeral e de los Planes de Ordenación y Manejo de los Parques Sierra de la Culata y Sierra Nevada respectivamente se mencionan como recursos aprovechables dentro del Parque Nacional las actividades agropecuarias tradicionales no degradantes. Mientras en los Reglamentos de Usos de los mencionados Parques, en el Capítulo I referido a los Usos Permitidos (art. 30 numerales VI y VII correspondientes a las zonas de Uso Especial y Amortiguación y Uso Poblacional Autóctono de Reglamento del Parque Sierra Nevada y, art. 32
numeral VII del Reglamento del Parque Sierra de la Culata) se expone que se permite la continuación de las actividades agrícolas y pecuarias existentes incluyendo la truchicultura comunitaria y aquellas actividades basadas en el concepto de desarrollo rural sustentable.
Se observa una incoherencia en los Planes de Ordenamiento y Reglamento de Uso de los Parques Sierra Nevada y Culata porque si bien se permite la continuación de las actividades agrícolas y pecuarias con criterios de sustentabilidad, la ganadería extensiva es considerada como un problema.
También algunas disposiciones legales son contradictorios porque en los Planes de Ordenamiento señalados se menciona, (art. 4, numeral 16, art. 6 numeral 19 y art. 7 numeral 18 de los Planes de Ordenamiento de los Parques Sierra Nevada y Sierra de la Culata) la promoción del mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores –lo cual incluye las actividades realizadas por los campesinos en el sistema agropastoril– así como la realización de estudios de dinámica poblacional para promover su desarrollo económico y equilibrado respecto al Parque, lo cual no parece haberse efectuado hasta el presente.
En los art. 9 y 10 de estos Planes se menciona dentro de los recursos histórico–culturales más importantes de los Parques Sierra Nevada y Sierra de la Culata las formas o modos de vida imperantes en los pueblos y caseríos presentes en el Parque y, aquí entraría como una parte cultural el manejo de la ganadería extensiva.
Por otra parte, INPARQUES no ha efectuado estudios técnicos que avalen un posible impacto negativo sobre el ecosistema, como lo señala Molinillo (1992) INPARQUES al momento de realizar la reglamentación –el anteproyecto– no contaba con investigaciones serias que avalaran tales medidas. Aunado a ello no se tiene conocimiento de que INPARQUES halla evaluado el valor económico y cultural que esta actividad representa para las comunidades asentadas en los Parques Sierra Nevada y Sierra de la Culata.
No obstante, debe indicarse que posterior a las consultas públicas se ha flexibilizado el manejo previo dado, en el Anteproyecto del Plan de Ordenación, a la actividad pastoril. En relación con este tema particular, no se pretende asumir una posición a favor o en contra de la ganadería extensiva en páramos de los Parques sino plantear la necesidad de efectuar estudios ecológicos y agronómicos serios que permitan argumentar a INPARQUES una posible erradicación de esa actividad considerando su valor cultural e histórico para las comunidades que la ejercen y, que a su vez permitan solventar disputas entre ambos dando paso a una negociación fluida y justa entre las partes interesadas.
Por ello es sano indicar que si bien en los Andes Merideños no existía una Políticas en las relaciones sociales comunitarias...,cultura pastoril como en los Andes Centrales por carecer de las condiciones y ganado autóctono, luego de la introducción del ganado bovino, equino, mular y ovino, fundamentalmente del bovino como instrumento tecnológico para la implementación de la estructura agraria mediterránea (Monasterios, 1980) debió producirse una transformación del paisaje.
No obstante, esos ecosistemas, posiblemente alterados por el impacto de la carga animal, son los que ahora se pretender proteger bajo la figura de Parque Nacional y no aquellos ecosistemas anteriores a la conquista española, los cuales nunca conocimos.
También es importante mencionar la argumentación planteada por De Robert (1993) al señalar que la ganadería extensiva ha sido presentada como uno de los factores de degradación más importantes. No obstante, esta autora indica que faltaría por demostrar que la carga ganadera actual de los páramos está correlacionada significativamente con degradaciones ambientales. Paul y Nauman citados por De Robert (1993), encontraron al comparar una parcela pastoreada con una no pastoreada, mayores evidencias de erosión pero también mayor riqueza específica de vegetación como resultado positivo desde el punto de vista conservacionista en la parcela pastoreada.
No se puede afirmar que la ganadería extensiva perjudica la vegetación natural en términos de pisoteo como impacto negativo sobre el suelo y vegetación R. Pérez Arriaga cuando no se tienen estudios serios que así lo señalen. Por otra parte, habría que evaluar cuál puede ser el impacto positivo a fin de poder sopesarlo con el negativo en caso de existir.
En este sentido, cabe señalar que los campesinos, en base a sus experiencias, indican que los desechos de los animales sirven de abono a las parcelas que estando incorporadas al sistema agrícola se hallan en descanso –fase de sucesión.
También se conoce a través de fuentes orales que, hace algunos años atrás, en los alrededores de las casas existían áreas denominadas–arredores las cuales eran especie de huertas familiares donde se amarraban los animales por sectores en las noches a fin de abonar el terreno para su posterior uso en el cultivo de papa por un período de dos años.
Además, las especies vegetales como Espeletia schutlzi, Hypericum sp., Orthosantus, Polylepis sericeae entre otras especies del arbustal rosetal y rosetal arbustal no son tan aceptables ni preferenciales desde el punto de vista forrajero ni poseen una calidad alimenticia óptima con relación a los pastos naturales (gramíneas), pastizales tipo césped y cultivos de avena y forrajes como para ser consumidas frecuentemente, siendo sólo ramoneadas en la época seca cuando hay déficit de pastos.
A ello cabe agregar que el ganado puede servir de dispersor de semillas colaborando con la diseminación de la vegetación.
3. El campesino conoce la importancia de reservar sus recursos, cuidar el agua y sus lagunas - como elemento natural y mítico importante -, los suelos –fuente de su sustento – y, la vegetación - fuente de leña y medicina -. La falta de difusión por parte de INPARQUES sobre el papel que juegan los Parques en la preservación de los ecosistemas y como reservorio importantísimo del recurso hídrico a ser usado para uso consuntivo aguas abajo, ha provocado que el poblador vea la figura de Parque y a sus funcionarios como un elemento restrictivo de sus actividades y modo de vida. Ello, en muchos, ha sido contraproducente para los fines de los Parques.
Un ejemplo es la reducción del período de descanso de la tierra, lo cual no permite la recuperación óptima del suelo. La vegetación secundaria al tener más de 10 años en sucesión, según información oral, pasa a ser considerada por INPARQUES como vegetación natural y no –como es– parte del sistema de producción agrícola. De esta forma se incluyen estas parcelas como una nueva zona de cultivo lo cual está prohibido de
acuerdo al Decreto 276.
A este respecto De Robert (1993) indica que los campesinos manejan sus tierras con la técnica del barbecho en la cual después de varios años de cultivo, las parcelas se dejan en descanso hasta que recuperan la vegetación natural para garantizar el éxito de las próximas siembras. Después de este ciclo de regeneración, la fisonomía y composición de la vegetación natural es muy parecida a las de las tierras que nunca fueron cultivadas y esa parcela puede ser considerada como “nueva área” por los técnicos de”INPARQUES y, como potencialmente cultivable por los campesinos que la hayan sembrado en el pasado.
De aquí que, el término “nuevas áreas” citado en el art. 26 del Decreto 276 pueda ser objeto de confusiones y generar conflictos entre las autoridades de INPARQUES y los campesinos. Esta situación es reflejo del desconocimiento de los técnicos de los Parques, como lo señala Molinillo (1992), “de la dinámica del uso de la tierra que trata de adecuarse a los contextos económicos y sociales cambiantes, y a las prácticas agrícolas para los tradicionales cultivos de papa y trigo en los que se efectúan ciclos alternativos de cultivos y abandono de las parcelas a la sucesión–regeneración” y, por otra parte, de la falta de diálogo entre los campesinos y los técnicos de los Parques.
De Robert (1993) indica que, para evitar problemas ocasionados por la tala de parcelas regeneradas (caso del Páramo de Apure) y posiblemente vistas como “áreas nuevas” por el personal de INPARQUES, algunos campesinos confiesan haber vuelto a sembrar antes del tiempo que a ellos les hubiera parecido necesario para una recuperación suficiente de las potencialidades del suelo.
Políticas en las relaciones sociales comunitarias...,
Caso similar sucede en el Páramo de Gavidia –información oral– donde se presenta una reducción del descanso motivado a las prohibiciones de INPARQUES. En ese caso, como lo reseña De Robert (1993), las leyes del Parque incentivan a los campesinos a acortar los ciclos de regeneración que garantizan una mejor conservación de las tierras cultivadas.
Aquí hay que señalar que en el caso de Apure como puede darse también en la Cañada de las González donde todavía existe una agricultura tradicional, básicamente de subsistencia, el recorte del tiempo de descanso se debe a los motivos planteados. En el caso de otras comunidades –se incluye allí al poblado de Gavidia– donde la agricultura es más intensiva y cuentan con la introducción de sistemas de riego con fines de aumentar la productividad, la reducción del período de descanso agrícola puede ser provocada, aunado al problema expuesto, por las mismas características tecnológicas de sus sistemas agrícolas.
Otro ejemplo, en el Páramo de Gavidia donde algunas personas mencionan que antes no podían cultivar mucho en las áreas bajas –de deposición– porque el Instituto de Parques no lo permitía por la posible contaminación de la quebrada. Allí algunos pobladores señalan saber muy bien que no deben cultivar cerca del río sino dejar unos cuantos metros de distancia porque deben cuidar sus aguas. R. Pérez Arriaga
4. El principal contacto que tiene INPARQUES con las comunidades a fin de conocer sus inquietudes y poner en conocimiento a éstos de los reglamentos y normativas de los Parques es a través de las Consultas Públicas –que deben efectuarse cada 5 años– y, cuya duración es de un período de 2 a 3 días.
Con un cierto tiempo de anterioridad son entregados el Decreto 276 y el Anteproyecto del Plan de Ordenamiento y Manejo del Parque a los pobladores para que sean leídos y discutidos en sus comunidades a fin de llevar sus propuestas, posteriormente, a la Consulta Pública. Pero esto realmente no es efectivo como mecanismo de divulgación con fines de que el campesino entienda el significado del reglamento y los objetivos que se persiguen con la figura de Parque Nacional. Lo que se logra, mediante la opinión de los interesados, es modificar, en caso de ser pertinente, la zonificación y algunos aspectos de la ordenación y manejo del Parque en discusión.
Reflexiones finales
Los conflictos planteados que están fracturando el equilibrio que debería haber entre la conservación y protección del medio como objetivo primordial de los Parques Nacionales y la permanencia de población autóctona en los Parques preocupa por cuanto pone en peligro, a mediano y largo plazo, la integridad de los Parques como figura jurídica cuando intereses gubernamentales totalmente desligados de un criterio de preservación y ética ambiental utilizan esos conflictos para sus propios intereses.
De allí que, INPARQUES como institución encargada de contribuir a la preservación del ambiente a través de la administración de los Parques Nacionales y otras ABRAES debe plantearse seriamente una revisión acerca de las políticas y mecanismos para la interacción y monitoreo de las comunidades asentadas en los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de la Culata.
Considero que INPARQUES debe volcarse hacia las comunidades con una visión integral e integradora acerca del papel que juegan estos asentamientos en el mantenimiento de los ecosistemas que se desean preservar a través de la figura de Parque Nacional. A su vez se debe considerar que las comunidades demandan el derecho a tener una calidad de vida óptima de acuerdo a una cosmovisión particular imbricada en todo un sistema de creencias y modos de vida culturales que los conectan con su medio. Ello no deja a un lado, obviamente, que los sistemas de valores de la urbe irrumpen en estas comunidades campesinas, viciando su mundo y nuevas aspiraciones creadas por un sistema socio-político ideoló-gicamente materialista.
Es hacia este sistema cultural que INPARQUES debe apuntalar sus estudios, mediante la asistencia de especialistas en antropología y geografía.
INPARQUES y las comunidades tienen que abrirse a un proceso autogestionario en el cual las comunidades liderizen los procesos sociales en la búsqueda de sus propios horizontes dentro del contexto ambiental especial del cual forman parte, los Parques Nacionales. En este ámbito INPARQUES debe ser tanto punto de apoyo de las comunidades para la orientación en la toma de decisiones de las comunidades como ente administrador y regulador de las normativas de los Parques.
INPARQUES tiene que plantearse el mantenimiento de una conexión más periódica y profunda con las comunidades para poder conocer e intercambiar conocimientos acerca del manejo del medio y modos de producción. Basados en los conocimientos que posee el campesino que pueden contrastarse con los llamados científicos, se debe proponer, como lo indica Toledo (1991), una verdadera investigación participativa en la cual se conjuguen los conocimientos derivados de la ciencia contemporánea y la sabiduría encerrada en los productores y sus comunidades. Con ello, los principales conceptos abstractos de carácter general de la ciencia contemporánea se confrontan y se hacen realidad en esas ciencias de lo concreto (Levi–Strauss citado por Toledo, 1991) y lo particular, por medio de las cuales las culturas rurales llevan a cabo con éxito sus propios juegos de supervivencia (Toledo, 1991).
Políticas en las relaciones sociales comunitarias...,
Dentro de este contexto, INPARQUES debe ser defensor y propiciador del mantenimiento del acervo histórico y cultural de los pobladores de los Parques. Se debe tener especial interés en preservar los caminos reales y de indios, cuevas y sitios sagradas así como colaborar mediante la divulgación escrita y oral de los cuentos y leyendas míticas de sus pobladores como mecanismo para conservar y difundir a las actuales y nuevas generaciones el patrimonio cultural allí presente.
En los casos especiales como los planteados en este ensayo, no solo los ecosistemas prístinos y recursos hídricos necesitan ser preservados sino también nuestras tradiciones y cultura porque si no se corre el riesgo de acelerar elproceso “erosivo” de pérdida de valores y patrones culturales, careciendo las próximas generaciones de un pasado y de raíces culturales, facilitando así el camino de la transculturización e implantación de modelos culturales ajenos al nuestro.
http://64.233.169.104/search?q=cache:RWoDnqzEm1UJ:www.saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300001067/4%26term_termino_2%3De:/alexandr/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/revistageografica/vol41num1/articulo41-1-3.pdf+educaci%C3%B3n+en+la+sierra+la+culata+merida&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=ve
La perdida de la biodiversidad como consecuencia de los procesos de fragmentación y sustitución de los ecosistemas naturales (en particular de zonas tropicales) por áreas destinadas a algún uso antrópico, es una problemática bien conocidas por todos. Según Kaimowitz and Angelsen citado por Guariguata y Ostertag, 2002, a nivel de país el aumento de las tasas de transformación o deforestación de los ecosistemas naturales se relaciona con el incremento demográfico, pero, a nivel regional, otros factores como la construcción de carreteras, la puesta en marcha de programas de colonización, distancia a mercados, políticas macroeconómicas, entre otros, influyen además en el acrecentamiento del problema.
Los Andes venezolanos es una de las regiones de mayor diversidad natural del país (La Marca y Soriano, en prensa); pero es además una zona en la cual las actividades antrópicas han aumentado paulatinamente sus presiones sobre el ambiente, ocasionando sobre los sistemas vegetales transformaciones a tasas aceleradas, modificándose los patrones del paisaje de montaña.
La conservación de los ecosistemas o unidades de vegetación de la región de Los Andes, reviste de gran importancia, ya que, son el albergue de gran variedad de especies animales y vegetales (entre estas, especies endémicas de la región andina).
Otra razón que motivan la conservación de estos ecosistemas, es el hecho de que unidades boscosas como La Selva Nublada según Ataroff and Rada (2000) juegan un papel muy importante en el ciclo hidrológico, además Saunders et al (1991) citado por Kattan (2002), exponen que la conservación de ecosistemas boscosos evita o disminuye los procesos de escorrentía superficial, procesos de erosión, eventos de sequía pronunciada y crecimiento repentino de los cursos de agua. Tricart (1972), manifiesta que preservar estas unidades vegetación permiten mantener el suministro de agua al sistema de aguas subterráneas de la zona del Sur del Lago, permitiendo disminuir considerablemente el efecto de las sequías y garantizar así una reserva mayor de agua a bajo costo.
Con la necesidad de conocer y cartografiar los tipos de vegetación de la región andina, Mora (1986), elaboró una investigación con el uso de imágenes satelitales para identificar los tipos de cobertura de en vertiente Norte de los Andes Venezolanos.
La Cuenca del Río Capaz (anteriormente denominada del río Capazón) posee varios proyectos, entre estos un inventario y diagnostico de los recursos naturales elaborado por Duque, (1985) ; además se han elaborado varias propuestas para la conservación de esta cuenca, entre estos los aportados por Fernández, (1983) ; Osorio y Andrade (1984) ; entre otros y ensayos para el desarrollo agropecuario de la cuenca por Aguilar y Zambrano (1974).

http://64.233.169.104/search?q=cache:kz7ZMtrpFqQJ:webdelprofesor.ula.ve/ciencias/eulogio/investigacion/Proyecto%2520CDCHT%2520F%25201238.pdf+actividades+humanas+en+la+sierra+la+culata+merida&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=ve
Desde el año 1997, el Programa Andes Tropicales (PAT) ha venido consolidando una inovadora Red de Servicios Comunitarios en Turismo Rural. Esta Red involucra comunidades y familias rurales de los Andes venezolanos que viven dentro o en las adyacencias de dos importantes Parques Nacionales.
Para establecer esta Red, el PAT ha desarrollado herramientas específicas para la capacitación y financiación de sus grupos beneficiarios. En este contexto, cabe mencionar la inovadora línea de Crédito Verde, la cual corresponde a un fondo de crédito especial para la trasferencia y consolidación de actividades productivas social y ecologicamente sostenible.
En el marco de la primera fase de trabajo (1997-2000), la Red ha incorporado 47 microempresas familiares agrupadas en la primera asociación civil campesina dedicada al turismo rural de base comunitaria. Esta asociación llamada ASOBAP (Asociación de Baquianos y Posaderos del Páramo) ofrece hoy en día servicios comunitarios en alojamiento (pequeñas posadas), alimentación, guíatura, y otros servicios especiales.
Esta alternativa de ingresos ha generado sensibles mejoras en las condiciones de vida de los pobladores, en particular a nivel de los jóvenes "marginalizados" del sistema agrícola tradicional por falta de tierras disponibles.
Por otro lado, el turismo receptivo familiar valora mucho el papel de la mujer y aumenta significativo su participación en la economía familiar. La Red canaliza de forma estable un flujo anual de turistas evaluado en 200 pernoctas. El imgreso generado por esta actividad es gestionado directamente a nivel de la asociación. El PAT apoya en la comercialización y capacitación de la asociación.
Operadores turísticos especializados a nivel nacional e internacional envian turistas al proyecto.
Los Parques Nacionales Sierra La Culata y Sierra Nevada se ubican en el núcleo central de los Andes de Venezuela. Estas áreas protegidas encierran una importnate biodiversidad con alto nivel de endemismo. Suman un área de más de medio millón de hectáreas la cual "encierra" un área de uso agropecuario sometida a muchas presiones de expansión.
La historia de la gestión de estas áreas protegidas ha sido marcada por procesos represivos hacia las comunidades las cuales han desarrollado una significativa antipatía hacia los parques y sus gestores oficiales.
Hoy en día, las mentalidades de la administración de los parques se han abierto a una mejor compenetración con las comunidades y esta oportunidad ha sido aprovechada por el PAT para apoyar el proceso de integración de las áreas protegidas en el proceso de desarrollo comunitario.
Para el PAT, el turismo rural de base comunitaria ha sido una herramienta muy poderosa para reestablecer un sentimiento de pertenencia comunitaria hacia los parques.
Así, considerando que el valor de la biodiversidad local debe ofrecer beneficios económicos tangibles para las comunidades, la estrategia del PAT es convertir a las áreas protegidas en un capital de trabajo para los pobladores locales y asegurar un efecto retorno en términos de protección y cuidado.
A través de desarrollo de pequeños negocios, las 22 comunidades en las cuales el PAT labora están sacando un beneficio directo de la calidad ambiental de los parques. La asociación ASOBAP ha sido capacitada para mantener reglas y respeto ante los reglamentos de los parques. La administración de estos está muy vinculada al proyecto y los indicadores de éxito del proyecto del PAT son, entre otros, los convenios logrados entre la asociación y la administración de los parques para la "concesión" de rutas turísticas de manejo comunitario.
En este contexto, es evidente que esta actividad tiene efectos significativos en términos de conservación de la biodiversidad y de los servicios ambientales incluidos dentro de las áreas protegidas.
Para el PAT, el objetivo es hacer de la conservación una actividad socioeconomicamente viable. El PAT tiene 15 años de experiencia en la región de los Andes de Venezuela y ha desarrollado varias líneas de acción (agricultura, ganadería, actividades alternativas, manejo de desechos, microcrédito con el Crédito Verde, cartografía digital y SIG). En este contexto, desde el año 1997, ha consolidado su línea de turismo rural en respuesta a las expectivas de las comunidades.
Lo más importante del proyecto es el funcionamiento autónomo de la ASOBAP la cual se encarga de la consolidación del proyecto, de la supervisión del funcionamiento de los proyectos microempresariales, de la vigilancia de la calidad de los servicios y del seguimiento del respeto de normas y reglamentos.
El flujo turístico permite mantener un flujo de fondos dirigido a la consolidación y expansión de la iniciativa a nivel regional. El PAT prevé apoyar fuertemente este proceso hasta el año 2005 a nivel de tres estados andinos.
El proyecto ha tenido mucha acogida a nivel de las instituciones públicas las cuales han colaborado con la iniciativa.
Aparte de la novedosa herramienta de Crédito Verde, cabe mencionar que el PAT ha desarrollado también un sistema de cartografía digital y SIG especializado sobre el tema del turismo. Con esta herramienta, generamos inventarios sobre recursos turísticos, elementos de enlace, sectorización de uso de PN, y generación de mapas de carencia en términos de servicios. Esta información permite generar los planes de desarrollo turístico a nivel municipal y facilitan la generación de material de promoción (mapas temáticos, guías, etc.) El PAT ha esteblecido relaciones muy cercanas con los grupos beneficiarios y en particular los Comités de Riego los cuales representan unas de las únicas organizaciones comunitarias funcionales.
Luego de consolidar sus relaciones con las comunidades y sus grupos organizados, el PAT se orientó hacia las instituciones municipales y luego estadales para la consolidación de un proyecto regional.
Paralelamente, el PAT ha desarrollado relaciones con instituciones similares en otros países andinos para establecer una red de intercambios sobre el tema del desarrollo rural y del turismo comunitario. Hoy en día esta Red es una realidad e involucra instituciones de Ecuador (Ecociencia, Fundación Esquel, Fundación Natura y Proyecto Páramo), de Colombia (Instituto Humboldt, WWF Ecoregión Andes del Norte) y en Venezuela (Universidad de los Andes - ICAE, Asociación de Montañas Andinas - AMA, WCS - Venezuela). http://64.233.169.104/search?q=cache:28tmbhtZBF8J:www.equatorinitiative.net/files/2002-0401_Nom_FundacionProgramaAndesTropicales_Venezuela.doc+comunidades+que+habitan+en+la+sierra+la+culata+merida&hl=es&ct=clnk&cd=2&gl=ve
MERIDA, Venezuela, sep (IPS) - La sonrisa de Irene Sánchez es tan copiosa como el chocolate hirviente que reparte entre los huéspedes de su posada El Trigal, a 3.380 metros de altitud, en los Andes venezolanos. ”Siempre quise tener una microempresa, y por eso acepté apenas me propusieron el programa”, comenta al periodista que la visita. El no gubernamental y ambientalista Programa Andes Tropicales ha esparcido 11 ”mucuposadas” en los páramos de Mérida (noroeste de Venezuela): albergues en casitas de campesinos ”que tienen carencias materiales pero viven en un paisaje paradisíaco”, explica el biólogo belga que dirige la iniciativa, Yves Lesenfants. ”Mucu” es ”lugar” en la lengua de los ya extinguidos indígenas timotocuicas que habitaron estas frías comarcas. Poblados y parajes conservan nombres como Mucuchíes, Mucubají o Mucurubá, y, como un sello de marca, réplicas del programa en el sudeste venezolano y en la frontera entre Argentina y Bolivia también se llamarán ”mucuposadas”. ”Llevamos 22 días seguidos con turistas, es un ingreso importante”, comenta Iris Rondón mientras en la mucuposada Agüita Azul extiende la masa para la ”arepa”, suerte de gran tortilla que en el resto del país se hace de maíz, pero en estas alturas es de trigo. ”La cosecha de ajo no fue buena este año, pero aquí podemos recuperarnos”, comenta. Juan Carlos Quintero, que cultiva tres de las diez hectáreas de su parcela --el resto es páramo con flora silvestre-- organizó con su madre, Rosa, la mucuposada Nido del Gavilán, a 3.358 metros sobre el nivel del mar. ”Más o menos los ingresos de la posada y de la agricultura son 50 y 50” por ciento, explica. Los Andes tropicales están entre las regiones naturales más ricas y diversas del planeta, con 45.000 especies de plantas, de las que 44 por ciento son endémicas, y 3.389 especies de vertebrados (sin contar peces), con 46 por ciento de endemismo. También son hábitat de variedades silvestres de vegetales alimenticios como la papa, el maíz y varias frutas. Sobre ellos avanza la depredación que tiene como vanguardia la expansión de la frontera agrícola. Las cumbres de Mérida --con el pico Bolívar, que alcanza 4.987 metros-- son una muestra. En los Andes venezolanos, por ejemplo, la introducción de variedades de café de sol está acabando con bosques de ladera que protegían cultivos de cafetos Arábica (de sombra). ”Nos propusimos trabajar con las comunidades que más afectan los bosques arbóreos y los microbosques en los páramos, alguna vez asiento de glaciares hoy reducidos a unas pocas lagunas y humedales que son la fuente de manantiales y ríos que van al Orinoco y al Lago de Maracaibo”, relató Lesenfants. Venezuela es uno de los países con más protección formal sobre sus áreas verdes de selva, llanura y montaña. Cuarenta parques nacionales ocupan 16 por ciento de sus 916.445 kilómetros cuadrados, entre ellos los 2.000 kilómetros cuadrados del páramo La Culata y 2.700 de Sierra Nevada, la mayor parte en el estado de Mérida. ”Pero no queremos llegar al campesino con alambres de púas, sino con una visión de los magníficos paisajes de sus parques como capital de trabajo”, observó William Aular, otro ecologista del Programa Andes Tropicales. ”Si no hay empleo u oportunidades, el joven campesino migra a la ciudad u ocupa el parque para hacer un prado donde pasten sus ovejas o sus vacas”, añadió. Irene Sánchez milita en esa causa: ”Si ocupamos o destruimos el parque, los ríos y las matas, entonces no tendremos qué mostrar a los turistas y no habrá ingresos”, comenta, ”además de que ahora las mujeres tenemos una empresa en nuestras manos, ya no trabajamos únicamente la agricultura, y en forma cooperativa salimos adelante”. Un total de 140 posaderos y baquianos se han organizado alrededor de las 11 mucuposadas para ofrecer la bucólica estadía en los refugios y servicios de paseos y de 22 recorridos a través de las montañas para disfrutar de los seis pisos ecológicos de los verdes y floridos Andes venezolanos. La Asociación de Baquianos y Posaderos --algunos tienen una posada, otros sólo un par de mulas y un sinfín de historias para contar-- se conecta mediante un sistema de radio y homologa servicios mínimos, como agua caliente y comidas típicas, así como las tarifas: pernoctar y comer tres veces cuesta 15 dólares por persona. ”Ahora queremos más al páramo. Es realmente bonito”, comenta Rómulo Rangel, un campesino de rasgos ibéricos en la salita de su posada Michicabá, en Gavidia, un caserío de 300 años que medio siglo atrás quedó dentro del el perímetro del Parque Sierra Nevada. Hace 17 años llegó la carretera y la electricidad apenas 13 años atrás. Rangel y su esposa Rosalía comparten una velada de conversación con sus huéspedes, degustando truchas asadas, provistas por la cooperativa de Gavidia que las cría, en medio de los infaltables relatos de espantos y aparecidos. ”Los ingresos han mejorado y ya podremos enviar los hijos a estudiar en Mucuchíes”, el pueblo más cercano. Las cuentas son claras: Seis turistas, que duerman en las posadas y hagan allí las tres comidas diarias y un paseo a caballo, generan el ingreso de 14 sacos de papas de 50 kilogramos o un décimo de hectárea trabajada durante seis meses. ”Nuestro trabajo sobre las comunidades no es aleatorio”, explicó Lesenfants. ”Hemos trabajado sobre áreas críticas, donde bosques y páramos están más amenazados, y seleccionamos a los campesinos del programa por su ubicación, la conveniencia de revalorizar el parque como capital de trabajo, y por su capacidad gerencial”, añadió. El Programa Andes Tropicales se ha financiado con 1,1 millones de dólares aportados por la Unión Europea, y otros 300.000 dólares aportados por la organización no gubernamental española Codespa, la Corporación Andina de Fomento e ingresos propios obtenidos con sus servicios de cartografía de los Andes, a base de imágenes satelitales. Buena parte de los fondos se emplearon en financiar la remodelación y dotación de las viviendas campesinas convertidas en posadas, así como en créditos para compra de equinos y materiales de trabajo, cuyos reintegros nutren un fondo rotatorio. La experiencia animó a la empresa estatal Edelca, que maneja la represa de Guri en el sureste venezolano fronterizo con Brasil, a promover mucuposadas entre las comunidades indígenas de la etnia pemón, para que exploten las bellezas de la Guayana. También se han interesado los operadores de otra represa en Yacambú, en el centro-oeste del país. Contrastando experiencias, Edelca y el Programa Andes Tropicales llevaron campesinos de los Andes a las sabanas de Guayana para interactuar con la comunidad pemón. Fue la primera vez que Irene Sánchez salió de los páramos y subió la escalerilla de un avión. ”Los pemón son gente sencilla como nosotros, nos entendimos fácilmente”, narró. En la noroccidental provincia Argentina de Salta y en Tarija (sur de Bolivia) existe interés en reproducir la experiencia de las mucuposadas, para aprovechar humedales que son refugio de flamencos, y las Yungas, los más sureños bosques de los Andes tropicales, en forma de turismo rural comunitario en la ruta del alto río Bermejo. Si el proyecto se concreta, los gélidos humedales a cuya vera crecen los frailejones (pequeña planta de flores amarillas emblema de los páramos del trópico), habrá exportado la raíz mucu de la extinguida lengua de los timotocuicas, y la consigna de sus emprendedores descendientes, ”conservar mejorando vidas”. (FIN/2004)
http://www.tierramerica.net/2004/0925/noticias1.shtml
EL PROCESO DE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN LAS AREAS PROTEGIDAS:
Area de Protección de la Obra Pública Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato.
Geóg. Ireiba Barrios
Ministerio del Ambiente y de Los Recursos Naturales.
Región Mérida
Planificación y Ordenación Ambiental.
RESUMEN
El Área de Protección de Obra Pública se encuentra ubicada se encuentra ubicada al Noreste del Estado Mérida, localizada entre las coordenadas N 8°45´13´´, 8°51´41´´ y E70°52´19´´, 70°57´25´´, ocupa una extensión de 37.036 has., en el Municipio Rangel a una altura de 3.600 m.s.n.m. Creada según Decreto N° 1.658 del 05-06-91.
El objetivo del trabajo consiste en reconocer la modalidad de participación de la comunidad en la elaboración del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Área de Protección de Obra Pública.
El enfoque metodológico se orientó de tal manera que permitiera establecer las bases institucionales y legales de la participación en Venezuela y sus mecanismos de inserción en la política de ordenación del territorio.
Se generó una propuesta de participación social, promoviendo el interés de la población para que participe en la revisión del Plan y Reglamento del PROYECTO PRERI
Instituto Merideño de Desarrollo Rural (IMDERURAL)
Autor: Equipo Técnico del PRERI.
RESUMEN
El PRERI, es un proyecto que promueve el fortalecimiento comunitario en los municipios del estado Mérida, desarrollando actividades en las áreas Agroproductivas, social y ambiental, que permiten la integración e inserción familiar y comunal, mejorando la calidad de vida de los habitantes.
Busca establecer un servicio de extensión agrícola rural permanente orientado al estimulo de capacitación en la familia rural como gestora de su propio desarrollo a fin de lograr su participación en los procesos de cambios sociales, económicos y tecnológicos, que conduzcan a mejorar sus niveles de vida, en el contexto de participación, autogestión, y ciudadanía.
QUE OFRECE EL PROGRAMA:
Propicia la participación y la solidaridad
Asesora y promueve organizaciones ( cooperativas, asociaciones civiles)
Brinda capacitación.
Presta servicio técnico.
Aporta asistencia legal.
Educación Ambiental.

PROYECTOS QUE ESTAN SIENDO EJECUTADOS POR EL PROGRAMA REGIONAL DE EXTENSIÓN RURAL INTEGRAL (P.R.E.R.I) SEGÚN EL POA 2003:
Proyecto Socio – Ambiental
Proyecto Producción Vegetal
Proyecto Producción Animal
Proyecto de Comercialización y Mercadeo

PROPUESTAS REALIZADAS POR PARTE DEL PROGRAMA:
Huertos orgánicos escolares y familiares.
Viveros agroforestales escolares y comunitarios.
Cultivos hidropónicos y organopónicos.
Lombricultura
Composteros
Plan solidario (aves de corral y porcinos) ismo.
MUCUJÚN: PRIMERA ZONA PROTECTORA POR DECRETO.
Geóg. José Valero. Geóg. Ireiba Barrios. Ing. For. Yolanda Herrera.
Ministerio del Ambiente y de Los Recursos Naturales
Región - Mérida (MARN). Planificación y Ordenación Ambiental RESUMEN
La Cuenca del Mucujún está ubicada en la parte central de la Coordillera de Mérida (Andes Venezolanos), al noroeste de la Ciudad de Mérida, con una orientación EN-SE, entre los 1.800 y 4.400 m.s.n.m., Superficie aproximada de 19.450 Ha., representando el 1,7% de la superficie total del Estado.
En la cuenca se observan tres unidades bien diferenciadas:
Vertientes montañosas, con fuertes pendientes, estribaciones de la Sierra de La Culata, 75%.
Montañas bajas en forma de lomas alargadas, 10%.
Valles longitudinales y transversales ligeramente inclinados, 15%.

La temperatura media anual del área es de 18°C y la precipitación media anual de 1.350 mm, la red de drenaje está jerarquizada por el Río Mucujún, la vegetación presente es de: páramo y bosques naturales (selva nublada).
La gestión se realiza según lo establecido en el Reglamento de la Zona Protectora de la Subcuenca del Río Mucujún, y es administrada por el Ministerio del Ambiente.
PROPUESTAS PARA DISMINUIR EL DETERIORO AMBIENTAL EN LA SUB-CUENCA DEL RÍO MUCUJÚN, ESTADO MÉRIDA
Seminario Integrado 2002-03 de la carrera de Ingeniería Forestal (ULA).
Coordinadores: Armando Torres-Lezama1, Yolanda Molina2 y Adriana Padilla3.
Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales.
1Grupo de Investigación BIODESUS, INDEFOR;
2Departamento de Conservación, Escuela de Ingeniería Forestal;
3Laboratorio Nacional de Productos Forestales.
Conjunto Forestal, Vía Los Chorros de Milla, Mérida, Venezuela. RESUMEN
El Seminario Integrado 2002-03 de la carrera de Ingeniería Forestal tomó como caso de estudio a la sub-cuenca del río Mucujún, por su importancia como fuente de abastecimiento de agua para la ciudad de Mérida. Este se inició con el análisis y participación de los actores involucrados. Aplicando la metodología de “Marco Lógico” se realizó el análisis de problemas, que permitió identificar las causas fundamentales del deterioro ambiental de la cuenca, jerarquizándolas a través de la matriz relación causa-efecto. Para las causas prioritarias se están desarrollando propuestas fundamentadas en diagnósticos específicos, entre estas: extensión rural; recuperación o establecimiento y manejo de vegetación riparia, bosques naturales en vertientes, plantaciones forestales; y agricultura sustentable. Se pretende así mitigar el impacto de las actividades humanas, garantizar el suministro de agua en cantidad y calidad adecuada, y conciliar los intereses de los usuarios de la cuenca, en el marco de un desarrollo sostenible. LA CUENTA AMBIENTAL DE LA CONSERVACIÓN DEL RECURSO AGUA. CUENCA DEL RÍO Mucujún, BASADA EN EL MÉTODO DE VALORACIÓN CONTINGENTE
Geógrafo y Lic. Contaduría Pública Miriam Rodríguez de Sánchez
Dirección: RODYSAN SRL, Av. Los Próceres, Nº 62-53, Mérida.
E-mail: miriam448@hotmail.com. RESUMEN
Los servicios ambientales requieren de una valoración económica que se acerque a la realidad, esto en función del despilfarro que a nivel mundial sobre todo en los países subdesarrollados se hace de los recursos naturales, los cuales son utilizados y no reemplazados, como el caso de los bosques. La contaminación de las cuencas hidrográficas, por la presencia permanente del hombre en ellas, ha permitido que la biodiversidad se deteriore en gran medida. El valor del recurso obtenido por medio del método de valoración contingente permite averiguar si la población esta dispuesta a contribuir para conservar el ambiente. Esta investigación estuvo basada en la necesidad de incorporar el valor del recurso agua en el sistema de cuentas nacionales. Por lo tanto, se construyó la cuenta ambiental de la conservación del recurso agua en la cuenca del Río Mucujún. El estudio se enmarcó dentro del tipo descriptivo, de campo y documental. http://64.233.169.104/search?q=cache:QTBm8fsHEWwJ:software.funmrd.gov.ve/webfunmrd/red_cuencas/Jornadas/memorias-Jornadas%2520Rio-Chama.doc+educacion+ambiental+en+la+sierra+la+culata&hl=es&ct=clnk&cd=48&gl=ve.


LAGUNAS Y COMUNIDADES RURALES DE LOS ALTOS ANDES VENEZOLANOS - ESTADO MÉRIDA
Prof. Manuel Briceño
Comité Nacional Proyecto PADS
RESUMEN
Las lagunas ubicadas en los pisos andino y altiandino de los Andes Centrales de Venezuela, específicamente en el Estado Mérida, se encuentran enclavadas en paisajes formados en la Zona Periglacial del Pleistoceno Superior. Estas lagunas sirven de fuente de alimentación y de nacimiento de muchos de los principales ríos andinos, conjuntamente con las depresiones turbo pantanosas que existen también en los altos páramos, las cuales son el producto de la colmatación y secamiento de lagunas glaciales precedentes. Los cambios agrícolas en las zonas altas de los Andes venezolanos, revelan una posibilidad cierta de reconversión para los sectores tradicionales del campesinado tradicional, hacia nuevas formas de utilización de los recursos disponibles y otras racionalidades productivas. No obstante, el avance de la agricultura y de la ganadería hacia las zonas más altas de los Andes venezolanos, pone en peligro sistemas ecológicos naturales de alto valor, como el de los Páramos Andinos y la Selva Nublada; pero, además, los cambios tecnológicos han redundado en altos índices de contaminación del agua y de los suelos.
Los impactos socio ambientales derivados de la ampliación de la frontera agrícola, las innovaciones tecnológicas y la implantación de nuevos patrones de manejo agronómico de los cultivos, exigen una evaluación más allá de su éxito socio económico. La prioridad del proyecto es el recurso agua y la selección de casos de estudio, conforme a criterios que incluyan su contribución a los cursos de agua de mayor utilidad como fuentes abastecedoras de agua para consumo humano y usos agrícolas; y el inventario de las características físico - naturales de las lagunas y sus adyacencias; así como sus características socioeconómicas y sus nexos con los centros poblados más cercanos.
http://64.233.169.104/search?q=cache:QTBm8fsHEWwJ:software.funmrd.gov.ve/webfunmrd/red_cuencas/Jornadas/memorias-Jornadas%2520Rio-chama.doc+educacion+ambiental+en+la+sierra+la+culata&hl=es&ct=clnk&cd=48&gl=ve.

EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA EL MANEJO DE LOS DESECHOS. SÓLIDOS EN EL MUNICIPIO RANGEL DEL ESTADO MÉRIDA.
Econ. María Teresa Mocci de Cova
Directora de Turismo y Cultura
Alcaldía del Municipio Rangel, Estado Mérida.
Avda. Bolívar - Mucuchíes
Tlf. 8720931 - 8720555 - 4163497
RESUMEN.
La Alcaldía del Municipio Rangel ha centrado su atención en materia ambiental en la consolidación de un Plan de Educación Ambiental dirigido a disminuir los volúmenes de desechos sólidos inorgánicos que se depositan en el relleno sanitario de San Juan de Lagunillas (Mcpio. Sucre). Para ello se ha diseñado un Plan Operativo que cumple con los siguientes pasos: Educación Ambiental a las comunidades organizadas, clasificación de los desechos (orgánicos e inorgánicos), creación de Centros de Acopio Comunitarios, creación del Centro de Acopio Municipal, venta de los desechos a las empresas recicladoras, reversión de ingresos a las comunidades, bien de manera colectiva (cambio de desechos por pequeñas necesidades comunitarias, p.e. dotación del dispensario, equipo deportivo y/o libros para las escuelas, reparaciones menores de vialidad,…) o individual (desechos-bonos-alimentos) complementado esto por una normativa legal bajo la figura de ordenanzas.
http://64.233.169.104/search?q=cache:QTBm8fsHEWwJ:software.funmrd.gov.ve/webfunmrd/red_cuencas/Jornadas/memorias-Jornadas%2520Rio-Chama.doc+educacion+ambiental+en+la+sierra+la+culata&hl=es&ct=clnk&cd=48&gl=ve.

ASPECTOS AGRARIOS
Páramos y punas constituyen los dos grandes complejos de pastos en la alta montaña de los Andes (Brush 1982), utilizados en la actualidad por culturas agropastoriles. A diferencia de las punas, donde las culturas pastoriles datan de miles de años de antigüedad (Kent 1988, Wheeler 1988), en la mayor parte de los páramos la vegetación comenzó a utilizarse como forraje sólo hace pocos cientos de años con la introducción de la ganadería por la colonización española. Hasta entonces las culturas desarrolladas en el ecotono de los páramos fueron mayormente agrícolas.
Salvo en las montañas de Ecuador, donde los incas habían introducido los camélidos en periodos prehispánicos (Flores Ochoa 1977), las tierras más
altas de páramo fueron utilizadas por los indígenas
sólo para cacería y recolección (Wagner 1979).
Así para la mayoría de los páramos la llegada de

PATRONES DE VEGETACION Y PASTOREO EN AMBIENTES DE PARAMO
VEGETATION AND GRAZING PATTERNS IN PARAMO ENVIRONMENT
Marcelo Molinillo y Maximina Monasterio
Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas (ICAE), Facultad de Ciencias, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela
E-mail: marfermol@cantv.net; maximina@ula.ve
RESUMEN
Se realiza una revisión del impacto del pastoreo extensivo en Páramos Andinos. Se plantean las principales estrategias de uso ganadero en páramos húmedos y secos, y la relación de las mismas con los tipos de vegetación dominante y con los principales procesos sucesionales desencadenados por la ganadería introducida por los europeos. Mientras en los páramos húmedos (Ecuador y Colombia) se manejaron los pastizales con la estrategia fuego-pastoreo para aumentar la accesibilidad y palatabilidad del forraje, en los páramos más estacionales (Venezuela) la estrecha relación agricultura-ganadería fue una estrategia que tuvo menos impacto sobre el ambiente. En ambos casos, las estrategias estuvieron signadas por el manejo de animales (especialmente vacunos) cuyos requerimientos ecológicos condujeron a la concentración del pastoreo y a la formación de céspedes inducidos cuya dinámica está controlada en gran medida por los patrones de pastoreo. Se enfatiza finalmente la búsqueda de objetivos concertados y participativos de conservación del ambiente y uso ganadero que permitan el mantenimiento de la biodiversidad, los servicios ambientales y el desarrollo sostenible de las poblaciones locales.
Los españoles en el siglo XVI no sólo implicó la introducción de nuevos cultivos y tecnologías, sino también el comienzo del pastoreo con ganado vacuno, equino y ovino en las tierras por encima del límite agrícola.
En los Andes Septentrionales los asentamientos humanos a lo largo de la historia precolombina nunca alcanzaron las dimensiones y características de los Andes Centrales. El impacto de las actividades humanas tuvo niveles tan bajos que los registros polínicos recién evidencian actividad antrópica alrededor del año 1200 de nuestra era (van der Hammen 1968). Esta baja actividad humana y la ausencia de pastoreo de grandes rebaños permitió que la vegetación evolucionase sin elevados niveles de herbivoría de animales domesticados, a diferencia de lo que ocurrió en la puna.
Durante el periodo de la colonia, las áreas de páramo por encima del límite de los cultivos, fueron repartidas como tierras para el pastaje (Wagner 1979, Recharte y Gearheard 2001). Desde entonces la nueva actividad ganadera fue incorporada a las economías agrícolas parameras como fuerza de trabajo, transporte y carga. En la actualidad, en muchos páramos la ganadería extensiva de vacunos ha trascendido el apoyo del laboreo agrícola para convertirse en un factor económico que puede brindar mayor estabilidad a la economía campesina dependiente de la producción agrícola.
En la mayoría de los casos, los animales criados a bajos costos en las tierras altas son un capital de ahorro disponible para cualquier circunstancia (Perez 2000). Sólo en algunos lugares la ganadería paramera se ha transformado en una entrada económica tan o más importante que la agrícola, tal como sucede en algunos páramos de Ecuador con la ganadería vacuna y ovina (Hess 1990, White y Maldonado 1991).
En este trabajo se discuten las grandes estrategias de aprovechamiento ganadero desarrolladas en ambientes de páramo, la relación entre los patrones de pastoreo y los tipos de vegetación dominante, y los principales procesos sucesionales desencadenados por el impacto pastoril. Para esto, se comparan los trabajos realizados en la última década en los páramos de Venezuela, los más secos en el gradiente paramero de los Andes Septentrionales, con aquellos desarrollados en los páramos más húmedos de Ecuador y Colombia. En base a esta comparación se plantean interpretaciones y discusiones alrededor de las principales variables relacionadas a la problemática del pastoreo en páramos. Las continuas menciones que se hacen a páramos secos y húmedos constituyen una referencia a los extremos de un gradiente de humedad dentro de un clima de alta montaña tropical húmeda.

No hay comentarios: